vitoria. Las ayudas al circulante de las empresas ¿han servido para evitar cierres?
A finales de año 2008 Elkargi hizo un planteamiento al Gobierno Vasco sobre la necesidad de proporcionar el oxígeno necesario para mantener financieramente a las empresas ante una bajada de entre el 40% y 50% de su facturación, lo que es lo mismo que decir de generación de recursos. La formulación que se hizo es que el Gobierno Vasco paliase el problema de liquidez de las empresas con aportación del dinero y que, desde el punto de vista del riesgo, se garantizase a las entidades de crédito evitar riesgo. La propuesta con matices fue aceptada y se puso en marcha. Fue tal la necesidad existente que hubo desajustes básicos y retrasos, pero estoy absolutamente convencido de que ninguna empresa se ha cerrado por falta de liquidez en relación a esta línea de ayuda al circulante. Hay que recordar que no es para aquellas empresas que pueden tener problemas financieros de carácter estructural. El hecho es que Elkargi ha aprobado 400 millones de euros para la financiación del circulante, de los que a 31 de diciembre de 2009 se formalizaron 359 millones, quedando el resto para formalizarse en estos meses.
Pero en 2009 la actividad general de Elkargi totalizó 662 millones de euros?
De los 662 millones de euros que hemos formalizado en el año, 359 millones son de la línea de circulante y 303 millones proceden de créditos habituales y ordinarios. Eso indica que, si comparamos en conceptos homogéneos con el año pasado, hemos tenido una reducción en torno a un 6,7%, lo que indica que la inversión ha caído de manera importante.
Eso significa que una parte de los avales se han ido a readecuar la deuda a corto plazo y refinanciarla a medio y largo?
Exactamente. Lo más visible es la necesidad de responder a la situación a corto plazo pero lo más importante y urgente es el medio y largo plazo. Es decir, posicionarse en un escenario competitivo que va a ser distinto. Por un lado, los países occidentales de mayor competitividad orientan su estrategia a las economías del conocimiento y sostenibilidad, donde va a haber un competencia feroz. En segundo lugar, la deslocalización, una vez que el mercado de Europa está saturado, hacia mercados de mayor crecimiento potencial como China, India, Brasil y Rusia. Por último, la competencia con los países de bajo coste que pone en peligro sectores tradicionales de nuestra economía. Al margen de resolver el corto plazo, y de resistir y aguantar, hay que responder a medio plazo con una mayor competitividad, productividad, innovación e internacionalización.
¿La supervivencia de nuestras empresas viene por la refinanciación de la deuda?
En estos momentos para aguantar hay que hacer el ajuste a la situación de mercado que viene tanto por la vía económica, es decir, a través de los costes, como por la vía financiera, esto es, la adecuación y la refinanciación. Las políticas de refinanciación del corto y largo en aquellas empresas que estén posicionadas en el momento en que haya un proceso de salida pueden resolver perfectamente la situación. Hay que hacer un planteamiento de choque, que es el que están haciendo muchas empresas, como es ajustar económicamente la cuenta de explotación a la realidad del mercado y adecuar la estructura financiera a esa situación para, a partir de ahí, entrar en posicionamientos de inversión e innovación y, queramos o no, de internacionalización. El mercado está donde está y aquí no hay capacidades potenciales de crecimiento.
Desde el conocimiento que tiene Elkargi de la realidad, ¿cuál es la situación en la que se encuentran las empresas vascas?
Están en una situación más débil desde el punto de vista financiero y por lo tanto, haciendo las cosas que deben hacerse, como es el de ajustarse a la realidad. En estos momentos, lo que importa es aguantar porque la situación es complicada. Creo que el año 2010 va a ser un año muy duro y complicado. El efecto que el crecimiento mundial y de las economías occidentales tenga en nuestras empresas será lento porque va a haber un decalaje. Sin embargo, hay algunos elementos positivos, como que las previsiones por primera vez desde 2007 han ido al alza, lo que significa un dato tendencial importante. En dos años es la primera vez que se ha producido un punto de inflexión del decrecimiento y una salida técnica de la recesión, lo que no quiere decir de la crisis. El tema del paro es el más importante porque es el que afecta al consumo y a la cohesión.
¿Son suficientes las nuevas ayudas al circulante de 600 millones de euros para este año?
Habrá que ver cómo discurre el año. Es muy difícil decir, después de los 400 millones de euros que se han formalizado hasta ahora y que han sido un verdadero aire fresco que les ha permitido respirar a nuestras empresas, si es suficiente o no. Si la situación y la demanda lo exigen, creo que no habrá inconveniente para que esas partidas se puedan ampliar. En principio, 600 millones de euros dirigidos a estas empresas de menos de 250 operarios y con la filosofía aplicada hasta ahora, están bien planteados.
¿Prevé más líneas para el circulante en 2010?
En principio, no parece. Hay que ver sobre todo lo que pasa a partir de ahora. Esperamos que no sea tan necesario, sino que se normalice el funcionamiento global de los flujos financieros y del sistema crediticio. Hay mucha gente que desconoce el nuevo convenio y no saben qué condiciones tiene. El hecho de que exista una segunda línea o no para este año dependerá de la evolución. La Administración vasca, según los contactos que hemos mantenido, está abierta a las necesidades que realmente tengan las empresas. Habrá que ver la respuesta de las empresas a esa línea.
¿Gracias a esas ayudas muchas empresas vascas están vivas?
Ha sido fundamental para muchas empresas vascas contar con estas ayudas para poder aguantar y dedicarse a otras cuestiones y deberes, porque si no hubieran tenido resuelta su liquidez difícilmente se habrían podido acometer otros aspectos estructurales que son necesarios abordar. No hay que olvidar que hemos tenido 13 ó 14 años de crecimiento sostenido y en ese período las empresas han invertido mucho y han tenido que responder a las inversiones realizadas. En ese sentido, creo que todas estas formulaciones de líneas de financiación de circulante han sido vitales para ajustar los recursos a la situación nueva que se ha producido.
¿Había empresas con un endeudamiento alto y falta de recursos financieros?
Cualquier endeudamiento es alto si la facturación baja de golpe un 40%. Invertir es bueno porque en estos momentos estamos en la fase de la inversión en intangibles y de la innovación, pero también hay que hacerlo en tangibles, en mejorar la productividad e incorporar las últimas novedades tecnológicas.
¿Gracias a estas ayudas se puede saber cuantos empleos se han podido salvar?
Es complicado. Creo que el ajuste de empleo que se ha tenido que hacer puede ser independiente de la línea de financiación del circulante porque no resuelve el problema económico en lo que se refiere a la cuenta de explotación y a los costes. La línea de financiación resuelve lo que hay que pagar día a día y las amortizaciones por el endeudamiento que se tenga por la inversión. Eso no soluciona el problema troncal de la empresa, que es la cuenta de explotación, que debe ajustarse por la vía de personal o de salarios y la reducción de otros imputs.
¿Cuál es el comportamiento que tienen las entidades financieras en este momento, tras la huida que protagonizaron de las empresas?
Yo no diría que el sistema financiero en general haya abandonado a las empresas, al margen de casos puntuales. En los crecimientos sostenidos e importantes que ha tenido la actividad económica se ha respondido a través del endeudamiento de las entidades de crédito que han tenido que obtener sus recursos en el exterior porque las tasas de ahorro interno no llegaban. Cuando se produce la crisis financiera y la desconfianza entre las propias entidades financieras es cuando se corta el grifo para las empresas.
Usted ha expresado su preocupación por un incremento de la morosidad. ¿De qué cifras estamos hablando?
Nosotros estamos en la pyme, pero no en sector inmobiliario y por lo tanto, los datos no son comparables ni por el contenido ni por el ratio. La morosidad ha subido del 0,57% al 0,99%, que no tiene que ver con la general del sistema financiero porque el ratio es distinto. La morosidad nos ha crecido en un año un 70% aunque en el sistema financiero lo ha hecho el doble. Nuestro nivel de solvencia es importante porque hoy en día tenemos 1.250 millones de euros en términos redondos de avales formalizados y 250 millones de riesgo vivo. Nuestro coeficiente de solvencia está situado en el 10,16% que es un ratio ponderado y equilibrado. Nuestra preocupación es la misma que cualquier entidad financiera, dado que el escenario económico aventura una morosidad que va ir creciendo.
¿El alza en el tipo de interés de las nuevas ayudas al circulante puede tener efectos negativos?
Todo incremento de costes puede afectar a las empresas, pero hay que tener en cuenta que los tipos nominales están muy bajos y que lo que prevalece es la necesidad de financiación. Desde el punto de vista de los tipos, tal y como están las primas de riesgo en el mercado financiero, el Euríbor más 1,50% de las nuevas ayudas está bien. No parece que durante este año sea previsible un incremento sustancial en los tipos, aunque estructuralmente hay una preocupación a medio plazo porque que la salida no sólo va a ser lenta, sino gradual y desigual en los distintos países de la UE.