Washington. El Gobierno de Estados Unidos ha autorizado la alianza de las aerolíneas American Airlines, Iberia y British Airways para "coordinar operaciones internacionales y vuelos transatlánticos de forma más coordenada".
American Airlines informó en un comunicado que el Departamento de Transporte de Estados Unidos concedió la "aprobación provisional" a este acuerdo, lo que implica que les concede la inmunidad antimonopolio.
La aerolínea asegura que este visto bueno del Gobierno norteamericano supone un "paso importante" a los tres miembros de la alianza OneWorld, American Airlines, British Airways e Iberia, para "cooperar y competir más efectivamente con otras uniones del mismo tipo, como Star Alliance y SkyTeam".
Con la inmunidad antimonopolio, las tres aerolíneas podrán operar de forma conjunta vuelos entre Europa y América del Norte, aunque mantendrán su independencia jurídica.
American Airlines subrayó que de esta forma podrán dar un mejor acceso y conexión entre destinos, y avanzó que su unión podrá extenderse en el futuro a nuevas rutas.
Concretamente, con esta joint venture, AA, BA e Iberia podrían crear una red que servirá a 443 destinos de 106 países con más de 6.200 vuelos.
Iberia y British Airways, que ya han confirmado y ultiman su fusión, solicitaron junto a American Airlines permiso a Bruselas y Washington para desarrollar una alianza comercial y operativa. Hasta ahora, la Comisión Europea veía graves impedimentos para dar luz verde a la operación, ya que encontraba problemas de competencia en al menos siete rutas en Estados Unidos y Europa.
El acuerdo entre las tres compañías prevé la coordinación de las actividades comerciales, operativas y de marketing en las rutas transatlánticas, principalmente en los vuelos entre la UE y América del Norte. Las tres compañías quieren gestionar conjuntamente horarios, capacidad y fijación de precios, y compartir los ingresos de las rutas transatlánticas entre América del Norte (Canadá, México, EEUU y Puerto Rico) y Europa (UE, Noruega y Suiza). Sin embargo, esta ambiciosa alianza no ha sentado nada bien a otros miembros de este sector. En concreto, según el presidente de Virgin Atlantic, Richard Branson, este visto bueno al acuerdo "es una patada en los dientes" a los consumidores.
Branson manifestó que, antes de conocerse el visto bueno del Departamento de Transporte, "el Departamento de Justicia, que son los expertos en asuntos de competencia", ha pedido medidas estrictas para proteger el interés público, porque la alianza dañaría de manera flagrante a la competencia y a los consumidores".
"Millones de viajeros transatlánticos se verán afectados negativamente si la alianza recibe la aprobación final. En mi opinión, este borrador de decisión es una auténtica patada en los dientes para los consumidores, que serán quienes paguen el precio en los próximos años", confesó en tono de crítica el empresario británico.