vitoria. La Caja Vital cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto consolidado de 68 millones de euros, lo que supone una reducción del 10% respecto del año 2008. Las cuentas de la entidad alavesa se vieron penalizadas por las "importantes" dotaciones efectuadas para garantizar a lo largo del presente ejercicio la cobertura de créditos y otros activos. Según comunicó ayer la Caja, estas provisiones ascendieron a 37 millones de euros. A pesar de todo, la reducción del beneficio neto no hizo saltar las alarmas. La pérdida de un 10% supone la menor caída de una entidad de ahorro en el Estado, después de Caja Asturias, ya que la media de descenso de beneficios se ha situado en cerca del 40%, advirtió ayer Caja Vital a través de un comunicado.
Morosidad contenida De esta forma, la entidad que preside Gregorio Rojo se sitúa como la segunda caja en evolución de resultados de 2009, publicados hasta ahora, y mantiene la quinta posición en solvencia y fortaleza financiera, pese a ocupar por dimensión el puesto 32 de las 45 cajas de ahorros confederadas. En el actual contexto la Caja alavesa destacó la contención del índice de morosidad, que quedó fijado a 31 de diciembre en el 3%, por debajo de la media del sector, que se situaba a dicha fecha en el 4,91%. La cobertura de morosidad, en este sentido, también registró un comportamiento similar respecto a la media; se situó en el 76,12%, cuando la media ascendía al 56,6%. En el activo, los créditos a clientes superaron los 6.967 millones de euros (+3,13%), mientras que los créditos dirigidos al área de banca corporativa aumentaron un 5%. Los créditos destinados a la financiación para la construcción y adquisición de viviendas crecieron globalmente un 3,16%. Por último, se congratuló de situarse entre las cinco entidades financieras más capitaliadas del sistema, con una liquidez neta a la vista que alcanzó los 530 millones de euros.