francfort. El Banco Central Europeo (BCE) no discutía ayer si la agencia de calificación Standard & Poor"s (S&P) debía rebajar las previsiones de España, pero consideraba que el informe que acompaña ese aviso "es difícil de rebatir".

Así lo dijo el miembro del comité ejecutivo y del consejo de gobierno del BCE Jose Manuel González-Páramo. S&P rebajó el miércoles la perspectiva de la calificación del crédito soberano español de "estable" a "negativo", aviso que se sumó a la degradación aplicada por esta misma agencia a Grecia dos días antes.

Los mercados financieros reaccionaron a las decisiones de S&P con bajadas, que fueron más marcadas en Grecia y en España que otras plazas europeas. "Los mercados reaccionaron de distinta manera. No voy a decir si la reacción fue excesiva o insuficiente, pues eso está por ver, pero sí que es normal que cuando una agencia emite un informe como el de anteayer sobre España los mercados revisen sus posiciones", dijo.

Opinó que esa revisión puede ser para bien, pues "estos avisos son escuchados con mucha atención por los gobiernos y les llevan a hacer lo necesario para restaurar la credibilidad en los mercados".

González Páramo recordó en ese contexto que S&P ha sido la única agencia que ha rebajado la deuda de España, que mantiene la triple AAA en todas las demás, lo que significa que "hay que entender el mensaje en su contexto. Las calificaciones crediticias no son una ciencia exacta".

En su aviso, S&P habla de la credibilidad de una política económica orientada a mantener la estabilidad presupuestaria e insiste en que hacen falta medidas enérgicas para asegurar que en 2012 ó 2013 la situación presupuestaria está bajo control pues, según la agencia, las medidas adoptadas no son suficientes.