Pequeños gestos para reducir la factura del gas este invierno en el hogar
Ajustar la temperatura de la calefacción y prestar atención a calderas, radiadores o ventanas te permitirá ahorrar sin perder ni un ápice de comodidad ni de confort en casa
Con el otoño ya instalado, la bajada de las temperaturas invita a encender la calefacción en casa para devolverle el calor y el confort necesario para afrontar los meses más fríos. Gas, electricidad, biomasa, gasoil, bomba de calor, energía solar... son algunas de las opciones que existen para mantener la casa caliente.
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A día de hoy, el gas es uno de los suministros energéticos más utilizados tanto para la calefacción como para el agua caliente y cuando el frío aprieta se convierte en uno de los grandes aliados para subir la temperatura del hogar. Igual que ocurre con el resto de fuentes de calor, su uso excesivo dispara la factura, pero tomando ciertas precauciones y adoptando una serie de hábitos podemos reducir su consumo sin renunciar a la comodidad ni al confort en el hogar.
Ni bajar la temperatura ni apagar la calefacción: ahorra en la factura con este método
Consejos prácticos para ahorrar
1- Ajustar la temperatura
Se recomienda mantener la temperatura de la casa durante el día entre 19ºC y 21ºC y por la noche bajarla a 16ºC. Por encima de los 21 grados, el consumo de gas se dispara un 7% por cada grado.
2- Apagar los radiadores en habitaciones vacías
Los radiadores de las habitaciones que no usas habitualmente apágalos para evitar un gasto innecesario.
3- Purgar los radiadores
Con el paso del tiempo, los radiadores acumulan aire, lo que dificulta la circulación del calor y pierden eficiencia. Se deben purgar al menos una vez al año abriendo la válvula de purga hasta que salga todo el aire y cerrándola cuando expulse ya solo agua.
4- Puertas y ventanas bien asiladas
Puertas y ventanas mal aisladas dejan escapar el calor elevando el consumo de calefacción. Para evitarlo puedes colocar burletes, cortinas gruesas o incluso cambiar las ventanas por modelos de doble cristal. Recuerda también cerrar las puertas de las habitaciones que no usas para aprovechar más el calor.
5- Uso inteligente de las persianas
Durante el día, mantén las persianas subidas para calentar tu casa de forma natural con la luz del sol y por la noche bájalas para evitar que se escape el calor por las ventanas.
6- Revisar la caldera
La caldera es el corazón del sistema de calefacción y es esencial un buen mantenimiento para garantizar su perfecto funcionamiento. Las calderas de bajo consumo, como las de condensación, aunque puedan tener un coste inicial más elevado, te supondrán un ahorro a largo plazo.
7- Ventilar de forma eficiente
Es necesario renovar el aire de casa a diario y lo ideal es ventilar por la mañana durante 10 o 15 minutos. Procura no hacerlo por la tarde cuando ya tienes la casa caliente.
8- Abrigarse es clave
Para ahorrar calefacción y no pasar frío es esencial abrigarse en casa. Un jersey o una manta si estás sentado en el sofá te ayudarán a estar a gusto sin necesidad de tener la calefacción demasiado alta.
9- No cubrir los radiadores
Aunque pueda ser tentador colocar ropa húmeda sobre los radiadores para que se seque rápido, es un error. Este hecho va a impedir que el calor se disperse correctamente y los radiadores tendrán que trabajar más para calentar la habitación, lo que se traducirá en un mayor consumo.
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10- Instalar termostatos inteligentes
Los termostatos inteligentes permiten ajustar la temperatura según tus hábitos; puedes programarlos e incluso controlarlos de forma remota.
11- Sustituir radiadores antiguos
Si tus radiadores son viejos, plantéate cambiarlos por otros más modernos. Los de aluminio calientan más rápido que los de hierro fundido, lo que reduce el tiempo que la calefacción tiene que estar encendida.
12- Aislar los suelos
Los suelos de madera o PVC son más eficientes para mantener la temperatura dentro de casa. Si los tuyos son de cerámica o de piedra, coloca alfombras o moquetas para conservar el calor.
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13- Cambiar tu tarifa de gas
No olvides que elegir una tarifa de gas adecuada a tus hábitos de consumo también puede ayudarte a reducir tus facturas. Compara diferentes ofertas para asegurarte de que estás pagando lo justo por la energía que consumes.
Ya lo ves que bajar la temperatura del termostato no es la única forma de ahorrar en la factura. Hay un montón de pequeños gestos que te pueden ayudar a reducir el consumo energético y que además harán de tu hogar un lugar mucho más sostenible.
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