Goiener promueve la transición energética desde un modelo cooperativo. Koldo García, miembro del equipo técnico, nos cuenta cómo están construyendo una alternativa real a las grandes compañías energéticas y fomentando el autoconsumo colectivo.
¿Qué peso tiene actualmente el autoconsumo en Euskadi? ¿Hay el interés por este modelo?
Sí, claramente. Desde nuestra experiencia vemos que cada vez hay más personas interesadas en este tipo de consumo energético, que busca un modelo más sostenible y justo. El interés ha crecido, sobre todo a raíz de la crisis energética de 2022.
Para quien no esté familiarizado con el autoconsumo colectivo, ¿es un sistema realmente rentable? ¿Qué ventajas tiene respecto a las grandes eléctricas?
Sí, es rentable, sobre todo a medio y largo plazo. Además del ahorro económico, permite independencia energética, fomenta la generación renovable y evita depender de grandes compañías, que muchas veces priorizan el beneficio económico frente al interés colectivo. También ayuda a reducir las emisiones de CO₂.
¿Qué volumen de consumo energético gestionáis y qué parte proviene de instalaciones propias o de autoconsumo?
Los socios consumen anualmente unos 105 gigavatios hora. De esa cantidad, alrededor del 15% proviene de instalaciones propias, como una pequeña hidroeléctrica que tenemos en Hernani. Aproximadamente un 25% de los contratos están asociados ya a instalaciones de autoconsumo, y la cifra sigue creciendo.
¿Cómo es la relación con las personas que forman parte de la cooperativa? ¿Están satisfechas con el funcionamiento de Goeiener?
Sí, en general hay una satisfacción muy alta. Quienes se acercan a Goeiener suelen tener una mirada crítica hacia el modelo energético convencional. Buscan un sistema más justo, más cercano, y nosotros tratamos de dar respuesta a esas inquietudes. Escuchamos mucho a nuestros socios y adaptamos nuestra actividad a lo que nos demandan.
"El autoconsumo colectivo es rentable a medio y largo plazo. Además del ahorro económico, permite independencia energética, fomenta la generación renovable y evita depender de grandes compañías, que muchas veces priorizan el beneficio económico"
¿Qué papel juegan cooperativas como Goiener en el impulso del autoconsumo energético?
En 2019 empezamos a trabajar en instalaciones de autoconsumo colectivo cuando muy poca gente conocía esta modalidad. Nos anticipamos a esa necesidad porque creemos que es fundamental facilitar modelos compartidos de generación y consumo energético que empoderen a la ciudadanía.
Para alguien que se plantea dejar su compañía eléctrica actual y sumarse a Goeiener, ¿hay grandes diferencias?
No, no cambia prácticamente nada en cuanto al servicio. La única diferencia es que para formar parte hay que hacerse socio, lo que implica una aportación inicial de 100 euros. Esa aportación puede ser directa o puede avalarte otro socio o socia. Una vez hecho eso, con los datos de tu factura puedes hacer el cambio desde nuestras oficinas —que están en las cuatro capitales, además de en Ordizia y Arrasate—, por teléfono o por la web. Nosotros nos encargamos de tramitar el cambio a través de la distribuidora, y en un par de días ya puedes estar consumiendo con nosotros.
¿El usuario ya estaría consumiendo energía 100% renovable?
Eso es. Y además, ese dinero no va a parar a una empresa en bolsa que reparte dividendos entre accionistas, sino que se reinvierte en proyectos sociales, energéticos y comunitarios que creemos que pueden aportar valor real a la sociedad.
“Las principales trabas a este modelo energético no son técnicas sino burocráticas. El proceso puede durar meses”
¿Qué diferencia a Goiener de otras cooperativas similares?
En Euskal Herria no hay muchas cooperativas sin ánimo de lucro que también actúen como comercializadoras. A nivel estatal sí que hay otras, y trabajamos conjuntamente en muchas iniciativas. Lo que nos diferencia es que estamos muy implicados en lo local, en responder a la comunidad, y en impulsar un modelo energético transformador desde lo social y lo cercano. Es una manera de construir entre todos un modelo más justo, más sostenible y más democrático.
¿Merece la pena apostar por una cooperativas energéticas?
Sí, sin ninguna duda. Quien se implica en el autoconsumo, especialmente en el autoconsumo colectivo, no solo se beneficia a sí mismo. Está haciendo algo también por los demás porque con cada nueva instalación se reduce la dependencia de los combustibles fósiles y, al mismo tiempo, se contribuye a abaratar el precio de la energía para todos. Es una apuesta solidaria, energética y social.
¿Hasta qué punto es fácil sumarse al autoconsumo energético? ¿Existen muchas trabas técnicas o burocráticas?
Técnicamente, el autoconsumo fotovoltaico es relativamente sencillo. Las mayores trabas que nos encontramos no son técnicas, sino burocráticas. Estas instalaciones se conectan a la red eléctrica, y para ello se necesita pedir permiso a la distribuidora, que en la mayoría de los casos es Iberdrola, aunque en algunas zonas también puede ser Endesa.
¿Y qué ocurre con esos permisos?
La instalación técnica puede completarse en dos o tres semanas. Sin embargo, luego se puede quedar parada seis meses o incluso un año, esperando a que la distribuidora autorice la conexión a la red. Es ahí donde está el cuello de botella. Por eso creemos que no basta con que los gobiernos o las entidades autonómicas den ayudas para fomentar el autoconsumo; también tienen que actuar para simplificar la burocracia. Nosotros, desde las propiedades o como instaladores, dedicamos muchas horas a estos trámites, y eso representa una gran pérdida de tiempo y recursos.
"El cambio climático es una realidad. Generar energía limpia, como la solar o la eólica, ayuda a reducir emisiones, frenar el deterioro del planeta y proteger la salud de las personas"
¿Contar con placas solares permite tener electricidad en caso de sufrir un apagón como el del 28 de abril?
En principio, no. Las instalaciones de autoconsumo conectadas a la red funcionan en paralelo con esta. Es decir, tú consumes energía del sol cuando hay sol y, si no, tiras de la red. Pero si la red se cae, la instalación también se apaga porque se iguala con la tensión de la red. Es un sistema que no está pensado para funcionar de manera independiente.
Entonces, ¿no hay forma de mantener el suministro en ese tipo de casos?
Sí que hay, pero requiere una instalación especial. En el caso de autoconsumos individuales, tanto en viviendas como en empresas, se puede incorporar un sistema de backup. Esto significa que, si se corta la red, se puede desconectar y seguir funcionando mediante baterías o inversores diseñados específicamente para ello. Pero la mayoría de las instalaciones que se hacen actualmente no incluyen esta función de respaldo. Es algo que hay que prever y diseñar expresamente.
¿Qué papel cree que juegan las energías limpias en la protección del planeta?
Vivimos en un contexto en el que el cambio climático ya no es una amenaza futura, sino una realidad presente. Generar energía limpia, como la solar o la eólica, ayuda directamente a reducir emisiones, frenar el deterioro del planeta y proteger la salud de las personas. Son tecnologías que permiten producir electricidad sin necesidad de contaminar, sin agotar recursos y sin importar grandes volúmenes de combustibles fósiles.
"Cualquier tipo de recurso, incluso el renovable, debe usarse con responsabilidad"
¿Podría poner un ejemplo claro de cómo funciona este tipo de energía?
Una instalación solar fotovoltaica, por ejemplo, tiene una vida útil de unos 30 años. Es cierto que para fabricarla se utilizan elementos que provienen de fuera, pero una vez construida, esa planta va a funcionar durante tres décadas aprovechando una fuente inagotable como el sol. Frente a eso, los combustibles fósiles son finitos, contaminantes y cada vez más caros.
¿El futuro pasa por apostar por la energía solar?
Sí, creo en el poder del sol, pero también en el sentido común. Porque lo más beneficioso para el planeta no es solo consumir energía limpia, sino reducir el consumo al mínimo necesario. Cuanto más se consume, más se contamina. Hay que ser conscientes de que cualquier tipo de recurso, incluso el renovable, debe usarse con responsabilidad.
¿Qué grado de implantación tiene Goiner en Euskal Herria?
Gipuzkoa es el territorio con más presencia, tanto con Goiener como con instalaciones de autoconsumo. Allí los ayuntamientos han sido pioneros en el autoconsumo colectivo. En Bizkaia hay ayuntamientos que están dando ayudas y hay movimiento. En Araba y Nafarroa también trabajamos de forma continua, aunque el ritmo más alto de crecimiento se da en Gipuzkoa.
En 2022 hubo un "boom" en el autoconsumo colectivo de energía. ¿Qué expectativas tienen para este año?
Creemos que seguirá creciendo, pero sobre todo va a aumentar la inversión en acumulación. Se genera mucha energía y ahora la gente quiere aprovecharla en las horas más caras. Eso dará estabilidad a la red.
¿Esa estabilidad es una necesidad urgente en el contexto energético actual?
Sí, lo vimos con el apagón. Las baterías pueden contribuir a dar esa estabilidad, junto a otras inversiones que deberán realizarse en la red eléctrica. Esto dependerá de los sectores implicados pero, desde nuestro punto de vista, la acumulación puede ser una de las claves para acompañar al autoconsumo en los próximos años.
¿Están trabajando en algún proyecto en este sentido?
Sí, estamos impulsando proyectos de autoconsumo colectivo que incluyen baterías. Es un enfoque innovador. Por ejemplo, si un ayuntamiento o una comunidad educativa cuenta con varios edificios o muchos usuarios, se instala una batería común y cada usuario cuenta con un medidor. A partir de esos datos, la batería se dimensiona en función del consumo real, con el objetivo de aprovechar al máximo la energía solar acumulada y evitar verterla a la red.