Seguro que en algún momento de tu vida has tenido una mala experiencia en un establecimiento. Ya sea porque te han cobrado mal, te han dado alguna comida en mal estado o no has creído correcta la actitud de alguno de los trabajadores, estos momentos nos dejan un muy mal sabor de boca. A partir de ahí, tienes dos opciones: o agachar la cabeza y no darle importancia o intentar llegar a un acuerdo. Si la cosa no funciona y va a mayores siempre puedes poner una hoja de reclamación al establecimiento.

En algunos locales, el simple hecho de pedir dicha hoja de reclamaciones se lo toman como un ataque y es entonces cuando empieza la retahíla de excusas. Pero, que no te la cuelen, no hay excusa que valga, todo aquel establecimiento que ofrezca bienes y servicios a los consumidores tiene que tener estas hojas de reclamaciones. En los únicos establecimientos en los que no hay hojas de reclamaciones son los organismos públicos; pero esto no significa que no te puedes quejar sino que tienes que hacerlo de otra forma.

Las comunidades autónomas se encargan de facilitar a todos los locales unos impresos con características especiales (unos epígrafes concretos, una serie de copias de diferentes colores…) y, en el caso de que se les hayan acabado, siempre pueden pedirla en el establecimiento de al lado.

¿Qué pasa si un establecimiento no tiene hoja de reclamaciones?

Si un negocio que esta obligado a tener hojas de reclamaciones, como pueden ser bares, restaurantes, hoteles, tiendas, gasolineras…, no dispone de ellas se puede enfrentar a una sanción económica de entre 200 y 5.000 euros, dependiendo de la comunidad autónoma en la que se encuentre.

Multas de entre 200 y 5.000 euros. drazen_zigic

¿Cómo cumplimentar la hoja de reclamaciones?

Estos impresos son muy sencillos de rellenar. Los campos que hay son: los datos de la persona reclamante, los datos de la empresa o profesional a quien se reclama, la descripción completa del hecho, lo que se solicita y los documentos adjuntos como la factura o el ticket de compra.

Una vez cumplimentadas las tres hojas (una para el proveedor de color rosa, una para el cliente de color verde y otra para la administración de color blanco), lo primero que deberemos hacer es dársela al reclamado y esperar su respuesta durante diez días. Si no contesta, tendrás que presentarla de manera presencial o telemática en la OMIC correspondiente o en la Dirección General de Consumo de tu Comunidad.

Errores comunes con las hojas de reclamaciones

Uno de los errores más comunes es negarse a pagar. Lo mejor es que primero pagues y luego pidas la hoja, así tendrás la prueba de compra y no te podrán denunciar por impago. Otro error suele ser dejar el ejemplar blanco (el que hay que entregar a la administración) en manos del reclamado; a veces usan ese truco para no entregarlo ellos. Y, por último, nunca entregues los documentos originales a nadie más que no sea la Dirección General de Consumo de tu Comunidad.

Muchas veces por pereza no presentamos estas hojas de reclamaciones pero ya has visto cómo es muy fácil y sencillo. Así estás ayudando a mejorar la calidad no solo para ti sino también para el resto de los ciudadanos.