Los clientes las entidades financieras y bancos cada vez están más protegidos por las legislaciones nacionales y europeas y se ven beneficiados de nuevas normas que suponen un ahorro de costes y una agilización de los trámites. Una de las últimas medidas que supondrán un alivio en este sentido para los usuarios de banca la ha tomado el Parlamento Europeo al dar el visto bueno a una nueva normativa para garantizar que las transferencias de las entidades financieras lleguen de forma inmediatamente a las cuentas de los particulares y las empresas de la UE y sean más asequibles: gratuitas o al menos que tengan mismo el mismo precio que las convencionales .

Como toda reglamentación que llega de las instituciones europeas, esta mejora de las normativa de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA, por sus siglas en inglés) que ha sido acordada por abrumadora mayoría de la Eurocámara y tiene el respaldo de todos los países de la Unión Europea, tardará algún tiempo en resultar efectiva, ya que entrará en vigor veinte días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE. A partir de entonces los países tienen un año para poner en práctica esta norma, si bien es cierto que muchos de los bancos no apuran los plazos y comienzan a aplicar estas mejoras antes de la fecha límite. 

Con esta medida, los bancos deberán garantizar la inmediatez de las transferencias con independencia del día o la hora y el dinero deberá llegar a la cuenta del destinatario prácticamente al instante, en un plazo de diez segundos. El ordenante también debe ser informado en el mismo plazo de si los fondos transferidos ya están a disposición del receptor. Además, los costes aplicados por las transferencias inmediatas en euros deberán ser gratuitos o en todo caso no podrán ser superiores a los aplicados a las operaciones convencionales de transferencias que no sean de carácter instantáneos .  

La reglamentación refuerza los sistemas de seguridad ya que los bancos de implementar sistemas eficaces para evitar que el dinero transferido acabe por error o fraude en la cuenta equivocada y tendrán que ofrecer, sin coste adicional, un servicio de verificación de la identidad del destinatario. Bancos y proveedores de pago estarán asimismo obligados a comprobar si sus clientes están sancionados o sujetos a medidas para la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

La normativa posibilitará que los consumidores digan adiós al inconveniente de tener que esperar dos o tres días laborables para acceder a su dinero y que puedan transferir dinero en cualquier momento del día. Esta fórmula ya estaba siendo realizada por millones de ciudadanos gracias a aplicaciones como Bizum, que permiten de forma rápida, sencilla y sin costos este tipo de transferencias, que vana ganando adeptos entre los usuarios de toda edad y condición.

La pega es que no todos los países de la Unión Europea cuentan con aplicaciones semejantes y por eso las instituciones de Bruselas se han decidido a impulsar esta medida que acabará con el tiempos con el coste económico añadido que actualmente tienen las transferencias. 

Con este nuevo tipo de transferencias bancarias, Bizum y las plataformas similares de verán afectadas de alguna manera, ya que aunque su agilidad y comodidad es incontestable, se había popularizado en parte por poder hacer envíos de dinero instantáneos y gratuitos. Ahora bien, Bizum sigue teniendo la ventaja de poder hacer esos envíos necesitando solamente un número de teléfono y no una cuenta corriente. Esta comodidad y privacidad le sigue haciendo un método ideal, y el modelo en el que debe basarse las futuras normas europeas para favorecer sin cortapisas a los consumidores.