Jorge Vidarte (Zarautz, 1983) se hizo cargo de Aspe en febrero, cuando su aita, Fernando, decidió jubilarse. Es la cuarta generación en la pelota a mano profesional. “Es una gran oportunidad y un negocio familiar”, describe. Por el camino hay una estela que es todo un legado: desde la adquisición de una participación del frontón Astelena de Eibar en 1920 a la gestión de Alberto Vidarte -su abuelo- en Empresas Unidas y la de su padre en Aspe. De casta le viene al galgo. “Esto viene de familia. Recuerdo ir al frontón con ellos. Es algo que llevo en la sangre”, reflexiona.
El gestor guipuzcoano estuvo acompañando a su padre seis años para “aprender el negocio”. Además, pasó otro en Bainet, dedicándose a la “búsqueda de patrocinios”. “Después de eso me surgieron otros proyectos personales y decidí dedicarme a una empresa del sector de la industria agroalimentaria”, declara Vidarte. Se refiere a Ti-Ta, una operadora que se encarga de preparados para tortillas de patata. “Toda esa experiencia me dio una visión global del negocio”, especifica.
Desde que se hizo con el timón, han pasado tres meses en los que ha vivido momentos de todo tipo, pero mañana puede ver a uno de sus pupilos, Jokin Altuna, hacerse con la txapela más preciada, la del Manomanista. “Sabemos que Altuna III se puede adaptar a la perfección al juego de Artola. Siendo objetivos y teniendo en cuenta la trayectoria de Jokin, es el favorito; pero Iñaki es un rival peligroso. Es la apuesta de Aspe”, disecciona el gestor de la promotora.
El amezketarra tiene 29 años y es la gran figura de la plantilla y de la pelota a mano profesional, en términos globales, con una gran capacidad de atracción a la que solo se puede equiparar Unai Laso. “Jokin es número 1 en las canchas y fuera de ellas. Tenemos a gran pelotari para muchos años si el cuerpo y el físico le respetan. Es una persona tremendamente centrada y profesional. Creemos que va a saber gestionar sus fuerzas para alargar su carrera. Diría que es pelotari para jugar hasta los 38 años a un nivel excepcional. Cuando le baje el físico, le quedará la cabeza. Es fundamental”, relata Vidarte.
“Jokin se puede adaptar al juego de Artola. Por su experiencia, es el favorito al Manomanista”
Ocurre que hay también una serie de primeros espadas en la promotora que van cumpliendo años. Figuras como Joseba Ezkurdia y Beñat Rezusta, actuales campeones del Parejas, tienen 34 y 32, respectivamente, y José Javier Zabaleta, el guardaespaldas más determinante, suma 34. “Esos zagueros son las mayores figuras y pueden dar un enorme nivel los próximos tres o cuatro años -Rezusta firmó su renovación hasta 2028 tras ganar la txapela en abril-. Martija está dando un nivel excepcional y Tolosa es un seguro. Después, entre los futuribles estelaristas disponemos de dos joyas, Arkaitz Eskuza y Arkaitz Gabirondo. Les apoyamos y vemos su evolución. Con trabajo técnico y oportunidades, tendremos a dos zagueros muy bonitos”, explica Jorge.
Con todo, el inicio del gestor guipuzcoano al frente de la empresa se ha visto salpicado por los resultados. Vidarte tomó el curso de una empresa que había ganado veinte de las últimas veintidós txapelas de Primera de la LEPM. La firma de Eibar dominaba todo hasta la irrupción de Laso. El delantero rompió cinco años de gafe de Baiko en el Manomanista de 2022 y cambió el pie en el Cuatro y Medio de 2024. En el Parejas todo pareció torcerse al solo meter a Ezkurdia-Rezusta en las semifinales, pero acabaron llevándose el título. “El inicio fue duro, porque parecía que con mi entrada íbamos a acabar con las txapelas. Joseba y Beñat tiraron de Aspe. En el Manomanista, en el que metimos cinco pelotaris en cuartos, vivimos algo similar y únicamente Altuna III entró en las semifinales”, disecciona.
Pese a la mejoría de Baiko y la sensación de equilibrio, Vidarte afirma que “no hay preocupación alguna”. “Los frutos llegan por todo el trabajo realizado durante todos estos años, tanto por el staff técnico y los pelotaris como por todos los componentes de la empresa. Es cierto que hemos tenido una racha con resultados y pelotaris muy buenos. Seguramente, habrá tacadas en las que Baiko nos ganará varias txapelas. Fíjese, en la época de Irujo y Aimar hubo vaivén de txapelas”, desvela Jorge, quien añade que “todos los cetros serán bienvenidos y si no es así, trabajaremos muy duro para conseguirlos”.
La plantilla
El imperio de Aspe es largo. La anterior txapela oficial de Baiko antes de Laso data del 28 de mayo de 2017. Oinatz Bengoetxea alimentó el palmarés ante Irribarria. Conquistó el mano a mano por 22-18. Desde el título del leitzarra, Altuna III ha ganado cuatro veces el Cuatro y Medio (2017, 2020, 2021 y 2023), tres veces el Manomanista (2018, 2021 y 2024) y el Parejas (2022), Ezkurdia ha triunfado otras tres veces en la jaula (2018, 2019 y 2022) y en tres Parejas (2018, 2020 y 2025), Elezkano II tiene dos txapelas de duetos (2019 y 2021), Elordi ganó el Parejas y el mano a mano (2023), Peio Etxeberria ganó el Parejas (2024), Irribarria se llevó el Manomanista de 2019 y Jaka -entonces en Aspe- el de 2020; entre los zagueros, Zabaleta (Parejas de 2018, 2021, 2023 y 2024), Rezusta (2019 y 2025) y Martija (2020 y 2022) dominan. “Lo raro es mantener ese nivel. Al entrar, escuché algunos comentarios que me decían que parecía que se acababa el dominio de Aspe. Es una crítica que no me preocupa, la verdad. Nosotros estamos trabajando para mantener el nivel deportivo y para mimar las relaciones con los pelotaris”, sentencia.
“No hay preocupación por los resultados. Si no ganamos, seguiremos trabajando duro”
Aspe cuenta con una plantilla de 22 manistas -doce son delanteros y diez zagueros-. A este respecto, el gestor anuncia que de momento no tienen contemplado “nuevos contratos a la vista”, aunque en septiembre podría haber alguna “incorporación”. “Estamos en un punto bonito. Por ejemplo, Elordi, Zabala y Peio Etxeberria últimamente han subido su nivel. Además, tenemos a Altuna III y Ezkurdia. Diría que tenemos una plantilla compensada y maravillosa para los torneos de verano”, manifiesta Vidarte.
El futuro
Cuestionado sobre el futuro de la pelota, el gerente de Aspe tiene las ideas claras: “Continuidad”. “Soy partidario de seguir con el modelo que tenemos, pero sí que es necesaria una modernización. En los últimos años se ha hecho un esfuerzo en la programación de los festivales de las finales en cuanto a espectáculo. Hay cuestiones como la música, las presentaciones, las redes sociales o el merchandising. Con todo ese conglomerado se puede conseguir impulsar al público. También se han hecho inversiones en las entradas online”, explica Vidarte. “La gente demanda competición y es lo que tenemos que ofrecer”, remacha Jorge.