Entre la niebla, misteriosa, revestida de paredes cenicientas que tapan la vista, que la entorpecen, que es un mano extraña que conduce al extravío, encontró el sol Usoa Ostoloza. De amarillo solar, luminoso, se vistió en el Aubisque Ostolaza. Primavera en el Laboral Kutxa. La formación vasca blindó con el kevlar lila la piel de líder de Ostolaza en el ocaso del Tour de los Pirineos, donde se coronó emperatriz la zarautztarra, en la cresta de la ola.

"Estoy muy contenta y orgullosa con el trabajo que ha hecho el equipo sobre todo hoy. Ha sido impresionante y emocionante ver a todas las compañeras trabajar para conseguir mantener el objetivo del maillot amarillo. Estoy contenta con los pasos que está dando el equipo y con la victoria que hemos conseguido todas", apuntó la campeona. Ostolaza dio el primer triunfo en la general de una carrera por etapas al Laboral Kutxa. Un hito para la formación vasca.

Espumosa en la cima de Aubisque, achampanada en Bosdarros, puerto final de la travesía del Laboral Kutxa y su mejor conquista hasta el momento. Ostolaza retuvo el bastón de mando sin apuros. Iurani Blanco, su compañera, completó el podio en la carrera francesa.

Usoa Ostolaza, campeona, y Iurani Blanco, tercera. Laboral Kutxa

El descorche de la escuadra vasca en una competición de altura. Desde la atalaya más alta contempló Ostolaza sus dominios. La guipuzcoana, en constante crecimiento, remató el trabajo un proyecto que dignifica a las ciclistas, protegidas por la estructura para desarrollar su tarea en las condiciones óptimas.

El Laboral Kutxa da sentido al ciclismo femenino porque profesionaliza a las deportistas, que pueden focalizar su talento en la carretera. Esa es la mejor victoria. Asentadas las bases, la casa de Matria sirve para acentuar a Ostolaza, cada vez más sólida.

Después de su exhibición en el Aubisque, de iluminar con el crepitar de su fuego una cima a oscuras por la niebla y empapada por la tormenta, por las balas de lluvia que apedrearon su gesta, a Ostoloza solo le faltaba la cuenta atrás para la celebración final.

La compartió en el podio junto a Iurani Blanco, nuevamente estupendas sus prestaciones. Ambas han ungido con pan de oro al equipo. Lo hicieron en el G. P. Ciudad de Eibar y reivindicaron su empuje en el Tour de los Pirineos.

"No puedo estar más orgulloso del equipo. Hemos cumplido con el objetivo prioritario; hemos defendido la clasificación general de Usoa que era lo más importante, y el tercer puesto de Yurani está muy bien. Era una situación muy novedosa para todas, pero confiábamos en el potencial del equipo y en las corredoras y todas han respondido. Estamos muy contentas", analizó Ion Lazkano, director del equipo vasco.

La cristalización de una idea

La cita gala subraya al Laboral Kutxa, esa idea que nació de la tripas por un futuro mejor en 2020. Un viaje iniciático, incierto, que reclamaba el arrojo, la osadía y la audacia de los pioneros, locos maravillosos capaces de visualizar un futuro halagüeño en un mundo más oscuro que claro.

En ocasiones, el mejor champán, la bebida de las campeones, es una idea, un impulso y un credo. El más grande de los logros del Laboral Kutxa sucedió en las entrañas de la entidad financiera vasca, que apostó decididamente por un proyecto de largo aliento que entronca con los valores de la firma.

Tenían claro desde Laboral Kutxa que impulsarían a un equipo con valores solidarios, donde la meta es el camino, y en el que gobierna el espíritu cooperativista, el vínculo de unas y otras, el trabajo en común y la sostenibilidad de una estructura que cuenta con el apoyo financiero hasta 2029.

Entonces también mandaba la niebla, la falta de luz y el desasosiego. A esa ecosistema se impuso el Laboral Kutxa. La victoria de Usoa Ostoloza, que surgió de la niebla para encontrar el sol en el Tour de los Pirineos, representa esa aventura. El viaje hacia el sol.