El Aurrera es nuevo equipo de División de Honor Juvenil. Los vitorianos superaron por 5-1 al Beasain en la pasada jornada y esta victoria pone el broche a una temporada extraordinaria por parte de los jóvenes de Olaranbe. Ander Marquínez, el técnico del conjunto rojillo, ha repasado en este periódico el transcurso del ejercicio y compartido sus primeras emociones tras lograr una promoción histórica.
El entrenador del juvenil fue en su día mediocentro del Aurrera y su alegría tras lograr este éxito con el club de toda su vida es mayúsculo. “Es muy bonito por el hecho de haber estado ligado siempre al Aurrera. Sí que he jugado en Nacional pero no ascendí cuando era jugador. Es un orgullo conseguirlo en el club de toda la vida y estoy muy orgulloso del trabajo que han hecho los chavales”, reconoce.
Expectativas superadas
Eso sí, Marquínez recuerda que el ascenso no era precisamente el objetivo con el que arrancó este curso el Aurrera. La premisa era mantener la categoría y seguir curtiendo a los jóvenes de Olaranbe. “Es una categoría muy cambiante de año a año porque se rige mucho por las generaciones. El año pasado quedamos más o menos en mitad de tabla siendo un equipo nuevo. El objetivo era mantener la categoría, pero una vez que se ha ido dando ya no teníamos otra meta que pelear el ascenso”, resalta con orgullo.
Una de las principales cualidades del equipo de Ander Marquínez es la calidad del vestuario. Todos reman en la misma dirección. “Se ha conformado un grupo nuevo, pero la mayoría conoce la casa y eso nos da mucho. Para hacer grupo es mucho más fácil. Son chicos que han coincidido juntos en alguna temporada anterior”, señala el técnico del Aurrera, quien pone en valor el trabajo hecho desde la base en Olaranbe.
“Es una maravilla recuperar a otro representante alavés para esta categoría”
En categoría juvenil compiten jóvenes de tres edades diferentes. Por ello, la veteranía de los futbolistas de último año ha sido determinante a la hora de formar un vestuario que compite al unísono. “Ha sido un grupo espectacular. Ya el año pasado el equipo fue muy sano, hicimos mitad de tabla y veíamos que los más veteranos eran gente de club, comprometida y que iban a enganchar a sus compañeros a esta categoría, que es muy exigente. No teníamos duda de ellos porque sabíamos que iba a ser así, el sentimiento de grupo en un club como el Aurrera nos facilita mucho”, destaca Marquínez.
Grupo unido
La fortaleza del vestuario se ha construido con el paso de las jornadas porque el equipo ha sabido reponerse a varias dinámicas negativas. El Aurrera arrancó con buenas sensaciones el campeonato, pero de octubre a enero vivió una preocupante pájara de la que, por suerte, pudo reponerse.
Para darle la vuelta a la situación, “la clave fue no encajar goles”. Así lo explica el propio entrenador rojillo. “Se juntaron unos ocho partidos sin ganar, pero seguíamos compitiendo igual. El bajón fue más por resultados que por sensaciones. Lo gestionamos bien porque no presionamos al grupo”, subraya el preparador.
“El objetivo era mantener la categoría, pero una vez que se ha ido dando ya no teníamos otra meta”
Dicho y hecho. El Aurrera es uno de los equipos en mejor estado de forma en el último mes tras haber encadenado cuatro triunfos consecutivos en la recta final de la temporada. Una racha que ha servido para sellar el ascenso a falta de una jornada para el desenlace liguero. “Sabíamos que si conseguíamos superar ese bache los resultados iban a llegar. Es una categoría en la que el calendario afecta mucho y sacamos buenos empates ante rivales que a priori son más fuertes. Aunque no sumábamos de tres en tres, el equipo vio motivos para creer”, agrega Marquínez.
Otro aspecto a destacar es el buen manejo de la presión en las semanas más decisivas del campeonato. “Lo hemos llevado con tranquilidad sabiendo que es un momento importante y que teníamos el ascenso ahí. No comentamos mucho de la clasificación y lo enfocamos como una semana más de entrenamiento sabiendo que no era la última. Ha sido como una semana más”, se felicita el preparador rojillo.
“Es un orgullo conseguir el ascenso en el Aurrera; estoy muy feliz por el trabajo de los chavales”
El ascenso del Aurrera permite que otro representante alavés se sume a partir del próximo curso al Deportivo Alavés en la División de Honor, la categoría de mayor prestigio a nivel territorial en categoría juvenil. Ambos se medirán, entre otros, a conjuntos vascos, riojanos y navarros. “Es una maravilla tener otro representante alavés en esta categoría. El objetivo principal será mantener la categoría. Habrá momentos de sufrimiento, pero a la gente no le va a chocar la situación”, concluye Marquínez.