El Deportivo Alavés permanecerá un año más en la categoría de plata, después de no haber alcanzado el objetivo mínimo que era entrar en los play offs para luchar por volver a la máxima categoría del fútbol femenino nacional.
En el mundo del fútbol cada temporada es un mundo diferente y después de que las Gloriosas hayan vivido dos años en la élite, en su regreso a Segunda División (tras descender el año pasado) se han dado cuenta que la categoría es muy distinta y la exigencia es tremendamente alta en la lucha por el ascenso. Es más, las albiazules no han podido ni siquiera quedar entre las 6 primeras, que son los puestos que clasifican para los play offs.
La conclusión y valoración es clara y es que las de Andrea Esteban no han terminado de coger esa regularidad necesaria para encadenar tanto varias victorias consecutivas como tener buenas sensaciones. Es más, tan solo en enero, y a comienzos de la segunda vuelta fue cuando el equipo pudo encadenar tres victorias seguidas (ante los tres filiales del Athletic, Atlético de Madrid y Madrid CFF). Entonces y cuando parecía que el Alavés podía engancharse a los puestos de play off, volvió la irregularidad para perder comba con los de arriba.
Una situación que ha acompañado al equipo durante todo el curso, en especial, al principio ya que el equipo se reconstruyó prácticamente por completo y el proyecto de las Gloriosas fue como si empezara de cero. Algo que provocó que al equipo le costara arrancar, sin embargo, el club fue reforzándose con algunos fichajes en pleno curso para dar estabilidad al equipo. Aún así, no surtió efecto y aunque las Gloriosas por momentos mejoraron sus sensaciones sobre el terreno de juego, nunca terminaron de ser lo suficientemente eficaces para ganar a sus rivales.
Lagunas en defensa
Las causas, sin duda alguna, fueron los despistes defensivos, dejando su portería a cero en tan solo siete partidos y su falta de puntería de cara al gol. Es más, las albiazules han terminado con un bagaje de 29 goles a favor y 27 en contra. Unos problemas que sin duda alguna condicionan bastante a la hora de poder obtener los tres puntos en un encuentro.
A pesar de ello, y aunque por momentos estuviera difícil la situación, las albiazules nunca cedieron en su empeño y jamás tiraron la toalla en su lucha por el ascenso. Incluso cuando éste parecía ya imposible, las Gloriosas siempre lucharon hasta el final y prueba de ello fueron los últimos resultados, ganando por 4 a 0 en su último encuentro en Ibaia.
Lógicamente la juventud tiene sus virtudes y sus desventajas y aunque muchas jugadoras tengan una gran proyección y futuro por delante, en la actualidad también condiciona a la hora de tener cierta regularidad sobre el césped.
Aznar, Carrillo, Auñón...
En este sentido, las jugadoras más destacadas han sido sin duda alguna las veteranas, con Alba Aznar a la cabeza, con Carrillo en la punta o con Auñón en defensa. Las buenas prestaciones de este trío han permitido una vez más que las albiazules hayan podido competir hasta el final.
A ellas también se le han sumado algunos fichajes que han calado muy bien en Ibaia como Judith o Moreno que han vuelto locas a las defensas rivales. En el apartado ofensivo también ha destacado la veterana Elloh, aunque también ha pecado de irregularidad. En la medular, Sheila ha acompañado a la perfección a la capitana Alba, quien ha sido una pieza fundamental e inamovible para Andrea Esteban. En cuanto a la portería no ha habido una guardameta fija y tanto Jana como Sofía Fuente han ido intercalándose en los encuentros a lo largo de todo el curso.
En definitiva, las Gloriosas han vuelto a la Primera Federación Femenina para reiniciar un proyecto en una categoría distinta a la que ya dejaron atrás y han tenido que vivir un proceso de adaptación que debería servir para aprender. De esta manera, y ya con el conocimiento de la categoría, el año que viene no debería haber excusas para luchar de forma definitiva por el ascenso.
Al final, se ha pagado un peaje que nunca sienta bien, pero tal y como se ha visto, el equipo tiene buenos mimbres sobre los que construir, y junto a la experiencia de este año, puede servir para que el curso venidero sea un éxito y se pueda volver al lugar que le corresponde al Alavés. Lo que está claro es que esta temporada ha sido un viaje con muchas turbulencias que han impedido coger la velocidad de crucero necesaria para lograr el objetivo.