La alavesa de origen marroquí Majida Maayouf, que adquirió la nacionalidad española en junio de este año, logró hace días el récord de España de maratón en Valencia al bajar casi cinco minutos el registro firmado en 2022 y ya sueña con los Juegos Olímpicos de París. A pesar de que la atleta afincada en Agurain no consiguió superar su marca personal, sí hizo un fabuloso tiempo de 2 horas 21 minutos y 27 segundos que le permitió conseguir una nueva plusmarca femenina a nivel estatal.
Ya han transcurrido varios días desde su éxito. ¿Cuáles son sus sensaciones ahora más en frío?
Estoy más tranquila y contenta por lo que he conseguido. Durante una semana antes de la carrera no pude dormir bien y el pasado domingo, a causa del esfuerzo físico, tampoco. Así que ahora, por fin, ya puedo descansar y dormir bien, que es algo muy importante.
¿El no poder dormir bien ha sido precisamente por los nervios previos a la carrera?
La semana antes de la maratón tuve noches difíciles porque me levantaba muchas veces de madrugada y me ponía a pensar en la carrera y en cómo me iba a salir o si me había preparado lo suficiente. Después de la maratón, el domingo tampoco pude descansar bien, pero sí que estaba más tranquila mentalmente hablando. Aunque eso sí, el cuerpo estaba aún muy activo. Después, y ya desde el lunes, me he vuelto a recuperar bien.
¿Se esperaba poder lograr un éxito de este calibre?
El año pasado corrí bastante bien y en esta edición quería mejorar mi marca. Para ello, mi planificación fue la de entrenar muy duro con el objetivo de poder superar mi registro personal. Eso sí, estoy muy contenta por la carrera que hice y no puedo pedir más, ya que las cosas salieron muy bien, tal y como las había planificado.
“La mente lo es todo en una carrera; el físico puede fallar pero la fortaleza mental te ayuda a seguir”
Sin embargo, ¿le ha quedado la espinita clavada de no poder superar su récord?
Sí, estaba para eso, pero la labor de la liebre es muy importante en la parte final y es donde ya comienza la maratón de verdad. Yo me quedé sola desde el kilómetro 32 y tenía que afrontar esos últimos 10 sola. Por lo tanto, mantener el mismo ritmo que llevaba en la maratón para mí ha sido lo más importante porque se puede decir que, aunque me quedé sola, lo intenté hasta el final. Es más, cuando llegué a la meta y vi que me quedó poco para hacer la marca personal, me puse bastante contenta.
A la hora de meterse entre pecho y espalda los 42 kilómetros, ¿qué considera que es más importante: el aspecto físico o el mental?
Los dos, pero en una maratón es más importante el aspecto mental porque físicamente ya sabemos que durante una carrera puede suceder cualquier cosa. Entonces ahí es donde empieza la importancia de la mente, la cual tiene que ser fuerte para así poder seguir aguantando. La mente lo es todo.
¿Cómo suele gestionar los nervios de los que ha hablado antes?
Yo me pongo nerviosa cuando tengo algo planificado a conciencia y llevo muchos meses preparándolo. En otras maratones también me ha sucedido, como el año pasado que también dormí fatal los días previos. Para mí, los peores momentos son las dos semanas antes de una maratón, porque me vienen muchos pensamientos de si he entrenado bien o me he pasado en mi preparación o cómo voy a estar en la carrera. Incluso a veces pienso a ver si me voy a poner enferma y ese trabajo de cuatro meses se va a la basura. Son muchas cosas las que se me vienen a la cabeza. Por ejemplo, el año pasado, antes de la maratón probé un método que consistió en grabar mis sensaciones hablándole a mi teléfono, contando cómo me sentía y lo que pensaba. Eso me sirvió como referencia para este año.
¿Qué siente al ser una referente en Álava?
Yo me siento muy feliz. Me produce mucha alegría el saber que hay gente que se fija en mí y que para ellos soy un ejemplo a seguir. Eso es muy bonito la verdad.
“Me pongo nerviosa cuando tengo algo planificado a conciencia, las dos semanas previas no puedo dormir”
¿Cuáles son sus planes de cara al futuro?
Mi gran objetivo son los Juegos Olímpicos y mi planificación va a ir dedicada a ellos porque hay que entrenar con tiempo. Es más, cuando acabé la carrera del otro día, ya pensé que ahora sí que creo que voy a estar en París y desde hoy mismo voy a empezar otra etapa y otro trabajo. Eso sí, primero hay que recuperarse bien de la maratón y poco a poco hay que planificar cómo voy a entrenar y en qué carreras voy a participar. Yo creo que como mucho haré una media maratón y algunas carreras de asfalto de 10 kilómetros para ir cogiendo velocidad. El resto, a reservarse para París.
¿El objetivo sí o sí es una medalla?
Yo siempre que hago una maratón, voy a sufrir pero disfrutando. Intentaré entrenar bien, como siempre he hecho, y la idea es mejorar poco a poco. Luego habrá que ver cómo llego. Aunque viendo cómo he luchado y corrido contra las mejores del mundo en Valencia y poder acabar quinta en la general es algo que no me esperaba. Yo hice mi carrera y no quería compararme con otras atletas. Yo voy con mi nivel y a luchar, y todo esto me ha llevado a la quinta plaza. Ahora, para París voy a hacer lo mismo. Es decir, trabajar y esforzarme al máximo. Entonces creo que sí que podremos hacer algo bonito.
¿Tiene alguna manía o tradición antes de las maratones?
Lo que no me gusta es hablar de qué carrera quiero hacer. Como por ejemplo, cuando la gente me pregunta sobre mí, o a qué ritmo quiero correr o qué quiero lograr. Esas cosas me las reservo para mí porque no me gusta hablar sobre ello. Yo prefiero guardarmelo porque sé perfectamente lo que he entrenado y esa información me la suelo reservar. Eso sí, siempre controlo lo que hay que comer o desayunar antes de una maratón. De momento me está funcionando bien, así que seguiré igual.
En alguna ocasión ha dicho que va a guardar sus zapatillas como recuerdo…
De las maratones especiales sí, con las que he corrido en Valencia haré una carrera más, las guardaré y las colgaré de la pared con mi récord. Además, como ahora tengo patrocinador, no creo que tenga problemas en tener otras zapatillas (risas).
“Agurain es mi sitio ideal para vivir, prefiero dar una vuelta de 30 kilómetros que no muchas de dos”
Algunos le han recordado su positivo en una carrera en Alemania el 8 de noviembre de 2020 por el cual nunca fue sancionada al conseguir un permiso para tomar un medicamento un año después. En los últimos meses ha pasado muchos controles antidopaje…
Sí, he pasado porque los tenía que pasar como cualquier atleta de alto nivel. A mí me tenían que controlar cuando llegué a cierto nivel y bienvenido sea. Lo hice y lo estoy haciendo y nunca me voy a negar.
Lleva ya 10 años asentada en Agurain. ¿Se ha convertido esa localidad en su lugar ideal?
La verdad es que no me veo cambiando de sitio. Primero estuve en Bilbao y luego en Vitoria y en la capital estuve muchos años, pero luego, por fin encontré el sitio perfecto (Agurain) para un atleta. Para mí es un privilegio estar aquí. Además, es muy cómodo porque es salir de casa y empezar a entrenar, y eso me ahorra mucho tiempo y esfuerzo. Además, me gustan mucho los caminos parcelarios y de asfalto que hay tanto hacia Alegría como a Vitoria. Hay muchos para entrenar y me siento muy cómoda. Siendo sincera, prefiero hacer una vuelta de 30 kilómetros que muchas vueltas de 2.
¿Un sueño para el 2024?
Una palabra: París. Allí quiero hacer el mejor papel posible.
