En la actualidad, a excepción de los deportes rey como el fútbol o el baloncesto, el resto debe luchar cada día para lograr su hueco en la sociedad, en los medios de comunicación o incluso tener repercusión mediática para atraer más gente a su entorno, tanto deportistas como aficionados.
Ante este contexto, y para reclutar adeptos hacia un deporte minoritario, siempre ayuda el hecho de que haya grandes referentes o deportistas locales que triunfen, ya no solo a nivel estatal sino también a nivel mundial. Uno de los grandes ejemplos alaveses es el campeón e ídolo Sergio “Dinamita” Sánchez, quien además recientemente acaba de revalidar su cinturón de campeón del mundo de 69 kilos WakoPro en Milán.
Un éxito que ha dejado al luchador gasteiztarra “muy contento, teniendo en cuenta que ha sido un trabajo de muchos años porque era una pelea muy importante y gracias a todos salió bien”. Ese es un aspecto que el campeón recalca mucho. Y es que aunque se suba uno solo a combatir “me gustaría agradecer el trabajo de todo el mundo, en especial, a Josito (Jose Luis Josito Idarraga), que es mi promotor y hace una labor increíble, ya que nos consigue todas las peleas. Él es nuestro manager y entrenador, y siempre está en la esquina conmigo”.
"Se ha quitado esa barrera de que este deporte era solo de hombres y la verdad es que es un ámbito donde se crea mucha amistad y vínculo, las chicas vienen pisando fuerte y en el norte tenemos muy buen nivel"
Todo ese trabajo de “Dinamita”, ya no solo en las competiciones sino también en el gimnasio trabajando y entrenando duro con todos y todas las jóvenes, le han convertido en un referente que él agradece. “Es cierto que llevo muchos años en competición y que ya se me conoce bastante en Vitoria, y el simple hecho de que le suene mi nombre a la gente me hace muy feliz”, confiesa.
En ese sentido, Sergio Sánchez quiere señalar que además de sus éxitos como deportista, el hecho de ver “el gimnasio lleno, me produce una gran satisfacción; y no solo eso, sino que cada vez hay más chicas entrenando y que vienen pisando fuerte”. Es más, recuerda el campeón vitoriano, “este deporte ha calado mucho en ellas y ya están consiguiendo grandes cosas y por eso mismo también merecen ese reconocimiento y que se sepa lo grandes que son ya”.
En ese sentido, “Dinamita” confirma que por fin “se ha quitado esa barrera de que este deporte era solo de hombres y la verdad es que es un ámbito donde se crea mucha amistad y vínculo; hay muy buen ambiente e incluso siempre decimos que es menos agresivo que el fútbol”. Para el doble campeón mundial, “las chicas vienen pisando fuerte y en el norte tenemos muy buen nivel”.
Una gran generación
Es más, algunas ya han logrado grandes éxitos como Maialen Gallardo (25 años), campeona de España, Nekane Alda (30 años), campeona de Euskadi hasta en tres veces, o Janire Carricondo (26 años), que tiene un interesante futuro por delante en el kick boxing. Por eso mismo, y ante este halagüeño panorama, “nos vendrán grandes cosas y ellas lograrán grandes éxitos si siguen por este camino”, recalca “Dinamita” con seguridad.
"No me puedo imaginar ya mi vida sin el kick boxing, ya que me aporta valores, constancia y disciplina y hasta me enseña a valorar la familia que somos"
Las protagonistas del hoy y del mañana entrenan duro, tal y como comenta su maestro, pero también lo hacen con una sonrisa tatuada en el rostro. Y es que todas ellas coinciden en que gracias a este deporte son una familia. Y muy grande, por cierto, porque muchas veces entrenando son más chicas que chicos.
Una de las campeonas como Maialen Gallardo lo tiene claro. “Somos un montón y es una imagen preciosa de ver, pero aún nos falta por romper esa barrera de la competición. Sin embargo, poco a poco cada vez nos vamos animando más y estamos muy contentas por ello”. Es más, la alavesa ya ha subido este año a profesional. “En mayo del 2024 disputaré el título de Euskadi profesional en 48 kilos y ojalá me traiga el cinturón para casa”, afirma Maialen.
"Es una forma de socializar, desconectar y disfrutar; en mi caso aguantaré hasta que las pilas se acaben y luego ayudaré a las más jóvenes para que crezcan"
Esta vitoriana aún recuerda con nostalgia sus comienzos en este deporte. “Fue de casualidad, ya que yo venía de la rítmica y mi pareja hacía boxeo y gracias a eso me enganché y ahora formo parte de esta bonita familia”, evoca. Muchas de ellas llevan la vestimenta con el logo de “Josito team”. “Aunque Josito sea de Bilbao, los dos clubes somos como uno, una gran familia”, añade Maialen.
Aprendizaje continuo
Otra de las campeonas alavesas como Nekane Alda comparte punto por punto lo expresado por su compañera. En especial, el hecho de que son casi un grupo de amigas que cuando entran en el cuadrilátero se transforman en unas guerreras. “Empecé por probar y lo hice además con Sergio cuando él comenzó a dar clases y hasta el día de hoy. Ya llevo más de 10 años y en categoría amateur he conseguido hasta un bronce y una plata de España”, enfatiza.
Sin embargo, si hay algo que deja contenta a Nekane es que cada vez hay más chicas en este deporte. “Ya se animan a practicarlo, es un deporte donde siempre aprendes algo. Da igual cuántos años lleves, incluso te ayuda con temas personales”. Esta campeona también revela que después de una lesión espera poder seguir con su buena trayectoria en profesional, donde ha ganado las seis peleas que ha disputado.
Por su parte, Janire Carricondo, también pertenece a la familia “Josito Team”, pero igual que su compañera, admite que “somos dos en uno, el Dinamita Team y el Josito Team, dos familias en una”. La deportista de 26 años mantiene intacta la pasión desde que empezó a practicar este deporte a los 17. “Ahora ya no salgo de aquí, no me imagino mi vida sin el kick boxing porque me aporta valores, constancia, disciplina y hasta me enseña a valorar la familia que somos”.
“Cada día hay más chicas peleando y entrenando. Aunque en el ring aún cueste un poco más, es cierto que cada vez está más presente la imagen de la mujer tanto en el cartel como en las veladas”, añade orgullosa Janire, quien afirma con seguridad y confianza de cara al futuro que “en mi caso llegarán cosas bonitas y ojalá pueda despuntar en el ámbito profesional”.
"Es un deporte donde siempre aprendes algo y resulta indiferente los años que lleves en él, incluso te ayuda con temas personales de tu propia vida"
Una de las más jóvenes es Izaro Blanco, de 18 años, aunque al mismo tiempo también es de las veteranas, ya que lleva desde los cuatro años en este deporte. “Empecé gracias a mi hermano, que también practicaba kick boxing. Entonces me animé a ello”, rememora la joven. Tras pasar tantas horas en el cuadrilátero, Izaro afirma que “ha habido una evolución brutal en cuanto a la presencia femenina, pero aún existe diferencia, pero sí que es cierto que se percibe más igualdad”.
Respecto a lo que más le gusta de este deporte, la joven luchadora lo tiene claro: “la adrenalina que hay tanto dentro como fuera”. A pesar de su juventud, Izaro atesora un gran currículum a sus espaldas sobre el tatami y ahora espera que le vaya igual de bien en el ring. Eso sí, tiene un sueño claro para el kick boxing. “Espero que algún día pueda ser olímpico. Esta vez no ha podido ser para París, pero ojalá el día de mañana sí”.
Pasión de madre a hija
Cuando se habla de familia, no solo es metafórica. No en vano, hija y madre también comparten la pasión por el kick boxing. Es el caso de Eneritz Sánchez (16 años) y Diana de los Reyes (42 años).
Ambas coinciden en que este deporte ha evolucionado muchísimo, si bien “aún le cuesta porque no hay tantas peleas para nosotras”. Aunque eso sí, la joven luchadora tiene claro que “gracias a mi madre, tengo otra familia, la del kick boxing, y espero poder subir ya al ring el año que viene cuando tenga 17 años”.
Desde su experiencia, su madre Diana anima a todo el mundo a que se acerque a probar este precioso deporte, ya que, a su juicio, “es una forma de socializar, desconectar y disfrutar”. De cara al futuro, tiene claro que “aguantaré hasta que las pilas se acaben y luego ayudaré a las más jóvenes”.
"Gracias a mi madre tengo otra familia, la del kick boxing, y espero subir ya al ring en breve cuando cumpla los 17 años"
Lo que está claro es que, aunque aún haya mucho camino por recorrer, ya hay dos barreras que se han roto. Una es la presencia femenina en este deporte y otro los prejuicios existentes respecto a su supuesta violencia, sobre todo para la gente que no lo ha practicado nunca.
“El fútbol es más violento, pegan sin saber dónde golpean, mientras que aquí tienes los golpes muy estipulados y sabes tanto darlos como recibirlos. Es un deporte de contacto que no agresivo, que no es lo mismo”, enfatiza Maialen Gallardo. Para Diana de los Reyes, “es uno de los deportes más respetuosos que puedes encontrar, porque siempre vas a cuidar a tu compañero y a aprender con él”.