Álex Rodríguez acaba de revalidar su título de campeón del mundo de kick boxing en Múnich en la categoría K-1 para menos de 67 kilos contra el alemán Óscar Plasene, a quien ya ganó el verano pasado. De este modo, continúa haciendo méritos para cumplir su sueño de poder vivir de este sacrificado deporte.
¿Cuáles son sus sensaciones tras su segundo título mundial?
Muy buenas porque tuve una preparación concienzuda y exigente y he demostrado que he sabido trabajar y aplicar toda la estrategia que teníamos planificada para el combate. Además, todo salió genial. Así que estoy muy contento por esta nueva victoria.
¿Cuál de los dos campeonatos le ha hecho más ilusión?
No sabría decirlo, ya que cada uno tiene su parte especial, pero quizá el primero, porque fue la primera vez que gané el título del mundo. Eso sí, el volver a revalidarlo y, además, en su casa y con ese pedazo de espectáculo que montaron, que parecía eso Las Vegas, también ha sido especial.
Cuando ganó por primera vez, ya dejó claro que habría revancha.
Sí, al final en el contrato del primer combate firmamos que tenía una revancha y que sería cuando él quisiese, en el momento que desease y con sus condiciones, y lógicamente lo aceptamos.
Por todo ello, ¿esta victoria tiene más mérito que la anterior?
Igual fue más duro el primer combate por el hecho de que no nos conocíamos y entré en su juego, es decir, el ir como a la guerra. Sin embargo, en esta segunda contienda, nos centramos más en sus puntos débiles y yo trabajé más las esquivas y el estar más listo técnicamente. Por eso, creo que el segundo combate fue algo mejor y por el hecho de ya conocernos.
En el primer combate, su buen hacer con el tronco inferior resultó clave para la victoria. Esta vez, ¿cuál ha sido su estrategia?
En la primera parte de este combate éramos conscientes de que él se iba a defender bastante en ese sentido, ya que en la primera pelea trabajamos mucho el tren inferior. Esta vez, él la defendió mucho más y por eso nosotros dedicamos más trabajo a la parte superior. Eso sí, en el momento en el que nos volvimos a cansar y el físico decayó, tiramos de nuestras estrategias y salió todo muy bien.
Su esfuerzo va dando frutos y está llamando a la puerta del éxito.
Esta victoria ha sido muy bonita porque tenía todo en contra, luché en su casa y con todas sus condiciones, pero yo iba bien preparado. Sabía que podía dar un golpe sobre la mesa y enseñarle al mundo que estoy aquí.
"Esta victoria ha sido muy bonita porque tenía todo en contra, luché en su casa y con todas sus condiciones, pero yo iba bien preparado"
¿Ve más cerca la posibilidad de vivir del kick boxing?
Sí, ganar y hacerlo en escenarios como éste y revalidar el título del mundo profesional no es nada fácil. Para poder vivir de esto depende de muchas cuestiones, pero diría que estoy más cerca de conseguirlo.
Siempre tiene palabras bonitas hacia su padre. ¿Por qué?
Se lo vuelvo a dedicar a él porque siempre que voy a pelear, lo noto conmigo y siento una presencia mucho más fuerte. Además, en estas ocasiones en las que te juegas mucho, tanto a nivel físico como a profesional, siempre lo llevo conmigo. Lógicamente, toda mi familia siempre me apoya y acompaña en esta preparación.
¿Su padre le ayudó y le inspiró a estar en este mundo?
Siempre me ha inspirado a que lo que haga, lo haga porque lo quiero hacer y por pasión, y en el momento que ya no lo sienta así, que lo deje. La pasión es uno de los mejores valores que me inculcó y por eso siempre doy el 100% en el combate y los entrenos.
¿Ha empezado a escuchar cantos de sirena de patrocinadores?
De momento no, porque está todo caliente y reciente, pero sí que se está empezando a mover todo un poco más. Al final, al hacer estos combates más visibles está provocando que más marcas y empresas se pongan en contacto conmigo y quieran apostar por mí. Esperemos que me ayuden con ese sueño de poder vivir de esto y poder preparar campus de entrenamientos en diferentes países. Ojalá me ayuden a estar en lo más alto.
¿Cuántas veces entrena al día?
Dos, una por la mañana y otra por la tarde. Esto lo combino trabajando en el gimnasio, ya sea dando clases o entrenamientos personales. Hago ese estilo de trabajos que se adaptan a mi ritmo de vida para así poder entrenar entre tres y cuatro veces al día.
¿Es un deporte muy sacrificado?
Mucho. Al final, no te dedicas exclusivamente solo a esto y lo tienes que compaginar con tu vida laboral o con tus estudios y es agotador porque desde que te levantas hasta que te acuestas, no haces otra cosa más que entrenar y trabajar. Por eso, siempre digo que mi sueño sería poder vivir del kick boxing, porque la disciplina que conlleva y los sacrificios que requieren son muy grandes. Como, por ejemplo, sacrificar las vacaciones o no poder salir nunca a comer fuera. También hay muchos sacrificios a nivel personal en torno a las amistades, porque nunca tienes tiempo, pero como siempre digo, poco a poco y paciencia.
" La pasión es uno de los mejores valores que me inculcó mi padre y por eso siempre doy el 100% en el combate y los entrenos"
¿Cómo trabaja la psicología?
Desde que lo he descubierto, es donde más preparado tienes que estar, porque es lo que hace que no tengas nervios, que confíes en ti y carezcas de dudas de tu esfuerzo y sacrificio. Además, ese trabajo mental te ayuda a que durante toda la preparación seas consciente de que lo que estás haciendo lo haces porque lo amas, y que no sea una presión añadida. Leo mucho para recordarme que estoy trabajando bien y por eso siempre lo doy todo. Eso es muy importante.
¿Le cuesta mucho esfuerzo mantenerse en 67 kilos?
Sí. Yo de normal ando en 73 y suelo perder en torno a cinco y seis kilos para pelear. Suelo mantener mi peso normal sin subir más, y luego la semana antes de la pelea es cuando bajo a 67 para dar el peso correcto. Esa es la batalla más dura, ya que no estás acostumbrado a hacer bajadas de peso.
¿Cuál es su próximo objetivo?
Ahora descansar. Llevo ya muchos combates encima y tengo dolores bastante grandes a causa de la gran cantidad de combates que he tenido este año. De cara al futuro, no dudaré en afrontar todos los combates que vayan saliendo. Sueño con la posibilidad de poder luchar en alguna de las mejores ligas del mundo.
¿Qué es lo que más ilusión le haría de cara al año que viene?
Sinceramente, como a cualquier profesional de kick boxing, las dos mejores ligas que hay son la Glory Kickboxing y ONE Championship. Cualquiera sería increíble. Al final, ambas son el sueño de cualquier luchador y las que te pueden hacer vivir como una estrella de esto.
¿Cuál es otro de sus grandes apoyos?
A mi familia no le hace mucha gracia que me dedique a esto, pero sabe que es lo que me hace feliz. Mi hermano me apoya muchísimo e incluso vino a mi combate a Múnich. Eso me inspira mucho y me hace seguir adelante, ya que demuestra una gran pasión y la está viviendo conmigo.
¿Cómo describiría con pocas palabras el kick boxing?
Para mí lo es absolutamente todo. Es disciplina y el deporte que me cambió la vida en el sentido de encontrar mi vocación, mi camino y mi objetivo en este mundo.