Hay ocasiones en la vida donde toca pagar un peaje si se quiere vivir un sueño de pequeño. Es lo que va a suceder con cinco integrantes del Biribildu, el club vitoriano de gimnasia aeróbica que ha cosechado indudables éxitos en los últimos tiempos convirtiéndose en un referente a nivel estatal.

Cuatro mujeres (Nerea Corres, Irati Quintana, Paula Ispizua y Janire Moreno), en compañía de Pablo Corres, todas ellas dedicadas en cuerpo y alma a este sacrificado deporte, van a tener que rascarse el bolsillo de lo lindo para tomar parte del 14 al 20 de noviembre en el Europeo de Antalya (Turquía).

Un glamuroso evento para el que se clasificaron tras conquistar en su día el Campeonato de España fruto de sus incontables horas de trabajo bajo la tutela de las entrenadoras Elena Lanuza y Ainhoa Sánchez.

Tras un quinquenio de éxitos en los eventos a nivel doméstico y al no existir como tal una selección española en la modalidad de Aero Step de gimnasia aeróbica, el Biribildu aceptó meses atrás la invitación para representar a la Federación Española en esta prueba internacional.

Integrantes del Club Biribildu posan con medallas conseguidas en un evento DNA

Este Europeo constituye una oportunidad única para competir al más alto nivel, aunque existe una pega. Los elevados costes derivados de la participación no pueden ser sufragados por el ente federativo sino que deben correr del bolsillo de las propias gimnastas. Entre los vuelos a Turquía, la estancia y la manutención en el hotel durante casi una semana, la correspondiente licencia internacional y el maillot, cada gimnasta debe abonar unos 1.300 euros.

"La idea era que la Federación española costeara el viaje, pero es difícil porque no tiene los recursos económicos del COE y no somos una modalidad olímpica; el esfuerzo merece la pena porque para muchas es el primer Europeo"

Ainhoa Sánchez - Entrenador del Club Biribildu

“La idea era que la Federación costeara el viaje, pero es difícil porque no tiene los recursos económicos del COE y no somos una modalidad olímpica. Imagino que los recursos de la Federación no los puede destinar del todo a los gimnastas que participan en todas las modalidades de los campeonatos internacionales porque somos muchos: aeróbica, rítmica, artística, trampolín, acrobática...”, reconoce Ainhoa Sánchez, la entrenadora del Biribildu.

En busca de financiación

El club vitoriano también acogerá en su expedición rumbo a Turquía a cuatro gimnastas guipuzcoanas (Uxue Azkue, Nahia Irazola, María Martiarena y Noah Berrocal) perteneciente al Releve, el otro club alavés de gimnasia aeróbica con el que ha unido sus fuerzas.

Los componentes del Biribildu, en pleno ejercicio durante un entrenamiento DNA

Para satisfacer el sueño de competir en tierras turcas, todas las integrantes del Biribildu ya se han puesto manos a la obra en busca del dinero que financie, al menos, una parte de los gastos. Sin embargo, obviamente no es fácil porque la gimnasia aeróbica no es un deporte de masas ni lo suficientemente mediático en el que las grandes marcas quieran invertir.

"No solo es esfuerzo de entrenamientos sino también de estudios y trabajo porque algunas están buscando pequeños ingresos en bares o ejerciendo de monitoras en las escuelas del club para que no salga todo de los padres"

Ainhoa Sánchez - Entrenadora del Club Biribildu

“El esfuerzo merece la pena porque para muchas es el primer Europeo. Nos hemos movilizado llamando a empresas particulares, también hemos hecho una rifa de boletos con regalos que nos han dado... Así hemos cogido pequeñas cantidades pero que no cubren los gastos totales para toda la gente que iremos. No solo es esfuerzo de entrenamientos sino también de estudios y trabajo porque algunas están buscando pequeños ingresos en bares o ejerciendo de monitoras en las escuelas del club para que no salga todo de los padres”, admite Ainhoa, que dirige un grupo de gimnastas cuya edad oscila entre los 18 y 30 años.

En cuanto a la vertiente estrictamente deportiva, todas aseguran estar “emocionadas” y “con ganas de ofrecer un buen nivel” en Turquía para demostrar que Álava es una potencia de la gimnasia aeróbica.