El San Ignacio ha arrancado su nuevo periplo en Tercera RFEF de manera extraordinaria. El conjunto de Adurza está invicto en la categoría después de sumar siete puntos en las primeras tres jornadas. Todo ello tras someterse a una profunda reestructuración en su plantilla con la llegada al banquillo de Sergio Rodríguez, conocido en el fútbol territorial como ‘Txejo’. Quien fuera lateral derecho durante su etapa como futbolista dirige en la actualidad al San Ignacio y repasa para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el arranque de curso de sus pupilos.
¿Qué valoración realiza del arranque de temporada?
Empezar con siete puntos de nueve ante rivales como Deusto o Alavés que a final de temporada son favoritos a la parte alta de la tabla es muy positivo. En nuestro primer partido debutaron en Tercera siete jugadores, para nosotros evidentemente el trabajo del equipo y la predisposición está siendo muy buena, era importante empezar bien. No hemos hecho nada aún, pero para ganar moral nos da mucha confianza. No nos podemos nublar de nuestro objetivo, que no es otro que la permanencia, conseguir los 45 puntos y no desviarnos del camino.
Llegó al San Ignacio para liderar un nuevo proyecto, ¿cuáles son los cimientos del equipo?
La llamada del San Ignacio la recibo en el momento en el que el club sabe que va a continuar en Tercera RFEF. Quería cerrar de manera positiva mi etapa en el Haro y entre los condicionantes que puse al firmar por el San Ignacio estaba el formar un equipo competitivo y un proyecto serio. Una de las prioridades era reunir a jugadores alaveses con experiencia y hambre, pero teníamos que mezclar veteranía con juventud. Ahí empezamos a componer una plantilla atractiva. Nuestro objetivo es ser el equipo alavés que regularmente se mantenga en Tercera, el único es el Alavés, pero otros como Amurrio, Ariznabarra o Aurrera no lo han conseguido en los últimos años.
El San Ignacio, pese a competir en Tercera RFEF, convive con una infraestructura que no está a la altura de la categoría, ¿no?
Somos un equipo humilde, el único de Tercera RFEF que de las tres sesiones de entrenamiento solo tenemos una con campo entero para poder entrenar. Lo ideal hubiese sido arreglar el campo de abajo de Adurza porque hay zonas peligrosas. Es algo que la gente lo tiene que saber, no a modo de queja, sino para valorar el trabajo de los jugadores y del cuerpo técnico.
¿Cómo afronta el equipo esas limitaciones?
He intentado transmitir al equipo que lo del campo es una excusa y que no nos puede valer, hay que dejarlo de lado y centrarnos en lo deportivo. Creo que si hacemos una buena temporada, desde las instituciones verán que hay un equipo alavés que da la cara en Tercera. Hay que tener el fútbol alavés en cuenta y aunque no tengamos los mismos medios que Vizcaya o Guipúzcoa, también tenemos buenos jugadores. Necesitamos que se nos apoye desde otros ámbitos.
El objetivo parece claro, rubricar la permanencia en Tercera RFEF.
Aunque la frase del partido a partido esté muy repetida, sabiendo el club que somos, las limitaciones que tenemos, que estamos compitiendo con otros equipos que nos doblan en presupuesto y masa social, nuestro objetivo tiene que ser conseguir la permanencia. No nos podemos desviar del camino. Individualmente me gustaría que una vez finalizada la temporada y lograda la permanencia, todo el mundo piense que ha evolucionado. Sea debutante o veterano, sentir que se ha dado un paso al frente y que se ha crecido como futbolista. Si todos los jugadores pueden decir eso, estoy seguro de que conseguiremos el objetivo.
¿Cuál es la filosofía de juego del San Ignacio?
Con los medios tecnológicos que hay, dentro de un partido de fútbol hay mil escenarios. El que mejor sabe jugar sus armas gana. Es como una partida de ajedrez. Todos los equipos tenemos información. Dentro del partido hay momentos en los que toca dominar, superar malos momentos y disfrutar sufriendo. La identidad de mi equipo es que los jugadores sepan que esto es un juego y que el lunes hay que volver a trabajar. Hay que salir a disfrutar, pero a competir. El partido te llevará a una victoria, empate o derrota, pero al acabar nos tenemos que mirar las caras y ver que hemos competido. Tenemos que ser solidarios, ordenados y no salirnos del guión. No tenemos jugadores que solucionen el partido, por eso tenemos que remar todos en el mismo sentido.
La plantilla se sometió a un profundo cambio en verano y ahora reúne a jugadores curtidos en Álava.
Del año pasado sólo continúan tres jugadores como Sugoi, León y Ekaitz. Los demás son nuevos, algunos se conocen entre ellos, pero el grupo que hemos creado es increíble. Además de buenos jugadores y con hambre, considero que hemos puesto los cimientos de manera adecuada. Mi filosofía, tanto el año pasado en el Haro, como ahora en el Sani, es no hacer lo que no me gustaría que me hicieran cuando era jugador.
Ha pasado de ser futbolista a dar directrices desde el banquillo, ¿cómo define su trato hacia el jugador?
En ese aspecto, me gusta ser cercano a los jugadores, dar explicaciones y que la plantilla sienta que me importa. Yo voy a necesitar a todos los jugadores, el secreto es que todo el mundo entrena de manera increíble. Sobre todo me quedo con el hecho de que hemos creado un equipo que va en bloque. Hay que aceptar el rol que tiene cada jugador. Los jóvenes se dejan aconsejar por los veteranos y yo estoy encantado porque se respiran ganas e ilusión de demostrar que el fútbol alavés no es como lo pintan por ahí.
Usted que conoce de cerca el fútbol alavés, ¿cómo valora su evolución y la consolidación de jugadores alaveses en el mercado de Primera División?
Los datos no fallan. Es cierto que por número el mercado guipuzcoano y vizcaíno es más alto porque la población es mayor, pero eso no equivale a que, porque haya más, sean mejores. Nosotros somos menos, pero en los últimos años algo se hace bien en el fútbol alavés cuando en equipos de Primera, Segunda y Primera RFEF hay jugadores con estatus importante que han nacido en Álava. l