Lydia Valentín, triple medallista olímpica en halterofilia y dos veces campeona mundial, ha anunciado este jueves su retirada deportiva, poniendo fin a una trayectoria que la encumbran como la mejor haltera española de la historia.
"Anuncio mi despedida de la élite, aunque me gustaría que fuera un día de celebración. Me voy feliz, llena y muy agradecida, he conseguido mucho más de lo que imaginé. He hecho historia y he puesto mi deporte en lo más alto del mundo", desveló la ponferradina la decisión en un evento celebrado en la sede del Comité Olímpico Español (COE), en Madrid, con la presencia del presidente de la entidad, Alejandro Blanco, y el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos.
Así, Valentín, rodeada de familiares, amigos, seres queridos y otros deportistas ilustres, pone punto y final a una carrera plagada de éxitos y con un palmarés envidiable, que la ensalzan como una de las deportistas españolas más laureadas de la historia, con 19 preseas repartidas entre Juegos, Mundiales y Europeos.
Su adiós, quizá antes de lo previsto por una lesión de cadera que la lastró en los últimos años, llega después de tocar la gloria olímpica. La ponferradina puede presumir de colgarse el oro en los Juegos de Londres de 2012, además de poseer una plata, cosechada en Pekín en 2008, y un bronce, en Río en 2016.
Sin embargo, solo pudo subirse físicamente al podio olímpico en la cita brasileña, ya que las otras dos medallas pudo disfrutarlas años después, al confirmarse que sus rivales habían dado positivo en controles antidopaje --la de Pekín, casi 10 años después--.
Valentín acumula cuatro participaciones en Juegos Olímpicos, y en los más recientes, en Tokyo 2020, la berciana acabó décima después de arrastrar problemas en la cadera que le han impedido competir desde entonces, ni siquiera en el Mundial de este año en Riad (Arabia Saudí), que le dejó sin opciones de participar en París 2024 y donde ya empezó a rumorearse con una retirada que este jueves ha confirmado.
Además, Valentín atesora dos títulos mundiales (2017 y 2018) y cuatro títulos de campeona de Europa (2014, 2015, 2017 y 2018), así como otros ocho metales continentales -cinco platas y tres bronces- y dos del mundo -una plata y un bronce-. Un dominio absoluto de la competición, sumando preseas a nivel continental durante 12 años, para redondear un palmarés de ensueño e intachable.
Entre sus galardones más prestigiosos se encuentra el Premio Nacional del Deporte a Mejor deportista española del año en 2016, cuando también recibió la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, una distinción con la que ya había sido distinguida en 2014.
Lydia Valentín siempre fue una de las mejores noticias para una halterofilia salpicada por la lacra del dopaje de sus estrellas y medallistas. Su vitalidad, optimismo y fortaleza la convirtieron en un icono del deporte español, siempre recordada también por su manera de competir. Con concentración, pero siempre fiel a sus muñequeras rosas y el gesto imitando un corazón después de cada levantamiento.