Una experiencia “inolvidable”, pero a la vez dura y exigente. Las 24 horas de Le Mans en bicicleta se convirtieron en un duro test para los 639 equipos (con 1, 2,4, 6 u 8 componentes) que tomaron la salida. La lluvia fue la gran protagonista y el mayor obstáculo.

El ciclista de Zuzenak, Guillermo Prieto, reaparecía en una prueba de ultrafondo, tras una dura caída en el mes de julio. Un duro golpe en las costillas, sin rotura afortunadamente, que ha arrastrado durante semanas. Pero su cuarto RETO SOLIDARIO dirigido a la Asociación Down Valladolid esperaba en tierras francesas. Ni más ni menos que una de las pruebas más duras que forma parte de la Copa del Mundo de ciclismo ultrafondo.

Prieto concluyó en sexta posición en categoría solo de los 74 que optaron por esta modalidad. Después de completar 183 vueltas al circuito, completó un total de 770 kilómetros. En la general fue el 349 de los 639 equipos inscritos. Un mérito enorme teniendo en cuenta que la prueba era de ciclismo normalizado.

Mucha dureza

“Ha sido una prueba muy dura. En la cuarta vuelta sacaron la bandera roja porque la pista esta impracticable. Nos tuvieron parados 34 minutos. Luego se reanudó con el coche de seguridad. A mi la lluvia me va mal porque se me mete en la prótesis y me dificulta el pedaleo. Esos 34 minutos de parón me perjudicaron porque me enfrié y tuve después muchos problemas estomacales. Tuve una especie de corte de digestión y me provocó parar para ir al baño. En total hice tres paradas de 29 minutos que sumados a los 34 minutos de parón, hicieron una hora y tres minutos en total. En las cuatro últimas horas me repuse y fui el corredor que más vueltas dio al circuito. Fue ahí donde pude recortar posiciones. Estoy muy satisfecho”, comentó el ciclista guipuzcoano.

Si nada se tuerce, su próximo reto será la ultrafondo Non -Stop Madrid-Murcia entre el 15-17 de septiembre, en categoría solo, con lo que Prieto daría por cerrado el curso. – DNA