La borrasca, encarnada por la dama de las nieves, irrumpió nuevamente en O Gran Camiño, a punto de la congelación la carrera gallega. El mal tiempo, altivo y pendenciero, obligó a recortar el trazado, modificado. Desapareció el alto de Santa Mariña, peligroso el descenso, demasiado, y el final sobre las alturas de Castelo se rebajó. A la subida definitiva le lijaron 3 kilómetros, aunque el muro, la zona más dura, quedó intacto.

La empalizada escondía rampas que rascaban el cielo, al 22%. Un infierno 600 metros malditos. Celestiales para Jonas Vingegaard, otro vez indomable en el comienzo del curso. Dos metas y dos victorias para el danés, que responde punto por punto a los retos planteados semanas atrás por Pogacar y sus exhibiciones. Vingegaard también posa en el escaparate. Alta joyería.

El campeón del Tour alzó el vuelo en un muro que desafiaba las leyes de la gravedad. El suelo descarnado, de tierra y piedrilla, ideal para el gravel, a un costado el bosque que se salvó de los pavorosos incendios que asolaron la zona el pasado año y en el otro la tierra calcinada, negra, Vingegaard, pálido, enrojeció al resto. Estrategia de tierra quemada.

No dio respiro. Los asfixio a todos. Solo Ion Izagirre, hasta que una caída le arrancó cualquier esperanza (alcanzó la meta a más de tres minutos), y Ruben Guerreiro, a 21 segundos del líder, pudieron rastrearle a cierta distancia en una cuesta mareante en una carretera vieja, estrecha y laberíntica, en tierra de aldeas encriptadas, un escenario ideal para el ojo de Rodrigo Sorogoyen. As bestas.

Caída de Izagirre

Vingegaard, al que llevó en hombros Valter, de nombre Attila, como el rey de los Hunos, destempló a todos. Izagirre, el que más cerca estuvo de Vingegaard en la brutal subida, quiso recuperar el tiempo perdido en el descenso que encajaba en meta, pero el de Ormaiztegi, en un descenso repleto de peligro en un camino vecinal, burlón y resbaladizo, se fue al suelo.

Eso le tachó de cualquier opción en la general. El guipuzcoano con el rostro dibujado por el dolor y el hombro derecho tocado, sufriente, apoyado en un compañero se quedó sin premio alguno a pesar de demostrar ser el más fuerte tras Vingegaard, varios peldaños el danés por encima del resto. Juega en otra liga.

Carrera decidida

El campeón del Tour se cobró otra victoria. O Gran Camiño es suyo a la espera del cierre de la crono en Santiago de Compostela. “La conozco, es un buen recorrido para mí. Tengo 53 segundos de ventaja y creo que serán suficientes”, expuso el líder. Gobierna Vingegaard la carrera con 53 segundos respecto a Guerreiro, y con 1:25 respecto a Jesús Herrada. “Estoy muy contento con la victoria. Los chicos han hecho un trabajo fenomenal”, determinó el danés.

Buen papel de Isasa

El día se encogió por culpa del frío. Entre las tiritonas y la nieve acariciando los márgenes y los paisajes, las prendas de abrigo forrando los cuerpos trémulos, se encendió la fuga con una docena de ciclistas. Entre ellos Igor Arrieta, Xabier Isasa, del Euskaltel-Euskadi, y Jonathan Lastra.

Vingegaard les dio carrete hasta que quiso. Además, el Caja Rural, que no infiltró a nadie en la travesía, limó las distancias. Isasa, rebelde, fue el último en arriar la bandera del orgullo hasta que se impuso la lógica. El reinado del danés.

Reordenado todo en el extrarradio del alto de Castelo, Vingegaard se desprendió del chubasquero negro para pasear el amarillo del líder. No existe un símbolo y un ropaje más influyente. El jerarca danés se protegió de las bajas temperaturas con la lumbre amiga de sus compañeros para escupir fuego en la montaña cuando desnudó su superioridad. En cuestas imposibles, donde el resto jadeaba, mostró el poder de su amarillo. La bestia Vingegaard lo devora todo en Galicia.

El resto de carreras

Van Baarle, en solitario. El neerlandés venció en solitario la Omloop Het Nieuwsblad. En féminas ganó Lotte Kopecky.

Alaphilippe se estrena. El bicampeón del mundo, Alaphilippe, se llevó la Ardèche Classic en el mano a mano con Gaudu.

Merlier, al esprint. Merlier venció la sexta etapa del UAE Tour. Evenepoel defiende el liderato por delante de Plapp y Pello Bilbao este domingo con la etapa decisiva.

Unai Iribar, tercero. Unai Iribar logró la tercera plaza en la séptima etapa del Tour de Ruanda.

Torneo Euskaldun. Mathieu Dupe venció en Zumaia al esprint.