El bisoño piloto vitoriano viene pisando muy fuerte desde hace tiempo en el mundo del motociclismo. Y es que ya se ha proclamado campeón de Euskadi sub-18 en la modalidad de Cross Country. Por el momento, y mientras compatibiza el deporte con los estudios, el alavés únicamente piensa en seguir aprendiendo habida cuenta de su extrema juventud.

Ya es campeón vasco sub-18 en Cross Country. ¿Cómo se siente?

–La verdad es que el proceso de llegar hasta aquí ha sido realmente difícil, ya que soy de los más pequeños de la categoría. Sin embargo, creo que poco a poco y carrera a carrera hemos ido sumando puntos y al final hemos podido hacer podium.

¿Cuántos días a la semana entrena?

–Con la moto normalmente son dos días por semana. Eso sí, luego entreno mucho más. Mi rutina suele ser de un día al gimnasio, otro con la moto, al siguiente con la bicicleta y luego otra vez con la moto.

¿Dónde suele hacerlo?

–Por desgracia, cuando tengo que entrenar, me veo en la obligación de desplazarme como mínimo una hora. Hasta hace poco podíamos entrenar en Nanclares, pero ya nos han quitado el circuito. Entonces, ahora tenemos que ir a recintos privados o a otros parqués más lejanos.

Además de este título, también ha firmado otros éxitos meritorios.

–Sí, eso es lo más positivo. Tengo la sensación de que voy creciendo poco a poco y que voy progresando. Anteriormente, hace dos años, fui quinto de España en infantil en la categoría de 85 centímetros cúbicos. Y este año he vuelto a ser quinto de España de la categoría 125.

¿Esperaba este éxito tan pronto?

–Un poco sorpresa sí que ha sido, pero solo un poco (risas). Yo no pude asistir a una de las carreras, pero en el resto sí que estuve, me esforcé al máximo e hice un buen papel para obtener una mejor posición y así obtener más puntos.

¿Se acordó de alguien cuando ganó?

–De mi abuelo, que ya no está con nosotros.

¿Cómo es competir con gente más mayor que usted?

–Tiene su lado positivo y otro negativo, porque en algunos aspectos sí que tienen en cuenta tu edad. Por ejemplo, si te ven cansado en pleno monte, a veces te ayudan o te respetan. Sin embargo, y por otra parte, es peor porque una persona mayor posee más capacidades físicas y se le hace más fácil que a mí.

El piloto vitoriano hace malabarismos con su moto Pilar Barco

¿Cuál es ahora su objetivo más cercano en el tiempo?

–Este año vamos a empezar el campeonato de Hard Enduro de España y me gustaría llegar al podium.

¿Y de cara a un futuro más lejano?

–Me gustaría correr los Mundiales de SuperEnduro de Harlem duro.

"Por desgracia, cuando tengo que entrenar, me veo en la obligación de desplazarme como mínimo una hora. Hasta hace poco podíamos entrenar en Nanclares, pero ya nos han quitado el circuito"

Mikel Armas - Piloto vitoriano

¿Qué diferencias existen entre el Hard Enduro y el Cross Country?

–El Cross Country es un circuito marcado por el monte y son dos horas sin parar. Bueno, puedes detenerte a repostar o a comer algo. Además, salimos todos en fila y estás durante dos horas en un recorrido cerrado dando vueltas. En ellas te puedes encontrar varias dificultades, como pueden ser subidas, bajadas, troncos o piedras. Y Hard Enduro son tres circuitos cronometrados de cinco minutos cada uno y una vuelta por el monte.

¿Cuál es su favorito?

–El Hard Enduro porque se me da mejor. Es por el monte y no es una prueba tan sufrida como el Cross Country. Además, porque son dos horas sin pausa y me parece más divertido.

¿Alguna vez ha pensado en probar otras modalidades?

–Dentro del Enduro está el Super-Enduro y me gustaría probarlo. Lógicamente me gustaría seguir en el Cross Country y compaginar ambas.

¿De dónde le viene su afición por este deporte?

–Por todas las motos desde siempre y por el Cross Country fue básicamente por mi padre, que desde pequeño me inculcó este deporte.

¿Recuerda cómo fue la primera vez que montó en una moto?

–Sí, tenía 4 años y la verdad que fue una experiencia sorprendente porque me monté y al principio no me gustó nada porque me caí nada más subirme y me entró el miedo. Sin embargo, con constancia y con el tiempo me empezó a gustar. Eso sí, aún me acuerdo de cómo era aquella moto, una con ruedines. Y, al mismo tiempo, todavía recuerdo que mi padre estaba en el acelerador, pero aun así y sin saber cómo, salí por los aires.

¿Es consciente ya de que será muy difícil vivir de este deporte?

–Sí, en ese aspecto tengo pocas esperanzas la verdad, ya que conseguir patrocinadores resulta bastante difícil y ganar dinero ya me parece prácticamente imposible. Eso sí, sería un auténtico sueño y me encantaría poder ganarme la vida con este deporte.

¿Le genera un coste muy grande el motociclismo?

–Una inscripción en una carrera ya son 120 euros. En mi caso, suelo hacer tres campeonatos al año y cada uno tiene entre cinco y siete carreras. Luego está el peaje, la comida, la gasolina y los recambios de la moto. Por eso mismo, estoy muy agradecido a todos los patrocinadores por esta temporada en la que me han apoyado, como Ijustride, Armentia, Naivan, Distribuciones Coher, F&M Energía, Motobike Rioja, Motos José y MEK.

¿Cómo lo hace para compatibilizar este deporte con su día a día?

–La verdad es que cuesta bastante, porque tengo que compatibilizarlo con los estudios y con algunas extraescolares. Es más, a veces tengo que dejarlas para ir a entrenar o correr carreras. Y de cara al mañana, mi intención es hacer un Grado Medio de electromecánica y después un Grado Superior. Luego, me gustaría opositar para bombero, pero siempre sin olvidarme de las motos.

"En este deporte tienes que estar implicado al 100%, tanto en los días de escuela como por las tardes o fines de semana. Al final, te quita mucho tiempo y a veces sí que pienso que estaría bien vivir la vida"

Mikel Armas - Piloto vitoriano

Con este ritmo de vida, seguro que ha tenido momentos de debilidad y de pensar en querer dejarlo…

–Sí, por supuesto. Muchas veces lo he pensado porque, al fin y al cabo, te quita mucho tiempo de vida personal y social. En este deporte tienes que estar implicado al 100%, tanto en los días de escuela como por las tardes o fines de semana. Al final, te quita mucho tiempo y a veces sí que pienso que estaría bien vivir la vida.

¿Qué le hace seguir adelante?

–Al final, esto es una pasión y como se suele decir, sarna con gusto no pica. Así que aquí seguimos luchando. Al fin y al cabo, cuando me monto en la moto, se me olvida prácticamente todo lo negativo.

¿Qué le diría a aquellas personas que opinan que este es un deporte peligroso?

–Que observen bien. Lógicamente, si lo haces mal sí que puede ser algo peligroso. Es decir, hay un tipo de cosas que tienes que hacer para no convertirlo en peligroso. Por eso mismo, desde que empezamos a conducir tenemos que aprender unas cuantas pautas.

¿Tiene algún ídolo?

–Me suelo fijar mucho en Mario Román y, aunque nunca haya tenido contacto con él, sí que es un referente para mí.