“Ha sido un pequeño desastre. Se nos ha dado todo mal”. Claro y conciso. Miguel Beltrán de Otalora no quiso poner excusas al severo correctivo recibido ayer en Gamarra en el estreno de la temporada frente al Zarautz. El cuadro guipuzcoano fue muy superior y sacó provecho de “una segunda parte horrorosa” del cuadro gasteiztarra para infligir un severo correctivo al conjunto gasteiztarra.

El Gaztedi se estrenó en el campeonato liguero encajando una contundente derrota tras caer en su feudo de Gamarra por 17 a 33. No les salió nada a los pupilos de Miguel Beltrán de Otalora. “Tomamos decisiones erróneas, estuvimos sin ritmo en el juego y no fuimos capaces de dar más de dos pases seguidos”.

La debilidad fue más notoria tras el descanso. Y es que en la primera mitad, al menos, consiguieron tener a su rival a tiro tras irse a vestuarios con un ajustado 9-16 en contra. Sin embargo, en la reanudación la escuadra guipuzcoana se comportó como un auténtico rodillo y aumentó la brecha tras lograr un parcial de 8-17 que dejaría el marcador final en el definitivo 17-33. “Nos han superado táctica y estrategicamente”, reconoció el preparador del Gaztedi.

El conjunto costero demostró sobre el césped de Gamarra estar más cohesionado. Son más equipo y funcionan con más automatismos, algo de lo que carece a estas alturas de competición el Gaztedi. Así lo reconoce el propio Miguel Beltrán de Otalora. “Siete de nuestros 15 jugadores no habían jugado juntos hasta ahora y necesitamos acoplarlos al equipo”, señaló el técnico del Gaztedi.

Hay trabajo por delante. Optimismo también. Este tropiezo no va a provocar que la escuadra gasteiztarra se venga abajo a las primeras de cambio. Son conscientes de que han perdido ante un poderoso rival y además aún queda tiempo para reaccionar. “El Zarautz es un equipo que se conoce desde hace años, con mucha continuidad en la plantilla y un quince inicial muy bueno. Me ha sorprendido su juego de melé y su delantera. Puede ser una sorpresa este año”, se sinceró Beltrán de Otalora, quien insiste en no darle más vueltas a este mal arranque. “No hay que desesperarse. Solo se puede mejorar ya”, concluyó.