Así como el kárate tiene la kata o el taekwondo tiene el pumse -series de movimientos contra enemigos imaginarios-, el fitboxing es un deporte sin rival, a no ser que se considere rival al saco que se golpea. Y esta mezcla de boxeo, kickboxing, muay thai y crossfit tiene sus grandes competiciones, como el Mundial que ha acogido Madrid, con participación de 64 equipos.