Rafaela Pimenta se pone al frente del imperio milmillonario de Mino Raiola. El célebre agente, fallecido el pasado 30 de abril, deja en manos de esta abogada brasileña a la que conoce desde hace dos décadas una cartera de jugadores por un valor superior a los 1.000 millones de euros en valor de mercado, según pudo saber EFE.
La muerte de Mino Raiola ha supuesto un revés para el mundo del fútbol. Pero el mercado es voraz, no espera por nadie y tiene a la vuelta de la esquina uno de los veranos más prometedores de los últimos años en cuanto a intercambios de futbolistas, entre los que destaca una figura sobre el resto: el noruego Erling-Braut Haaland, futbolista representado por esta compañía y cuyo futuro es una incógnita.
Sin tiempo para el luto, para despedir a su compañero, Pimenta ha heredado directamente el negocio que levantó el italoneerlandés, según confirmó a EFE la italiana Enrica Tarchi, trabajadora de la empresa de Mino Raiola 'One Sarl', que no pudo facilitar más información de los siguientes pasos que dará ahora la entidad con sede en Montecarlo.
¿QUIÉN ES RAFAELA PIMENTA?
Sin apariciones públicas sonadas, Pimenta es casi una desconocida para el gran público del fútbol. Alejada de las redes sociales, de las polémicas o de los baños de masas, su perfil parece ser muy diferente al de Raiola, acostumbrado a lidiar con la prensa y con un carácter más abierto de cara al público, sin reparos a la hora de hacer declaraciones controvertidas, políticamente incorrectas.
La relación de Raiola y Pimenta se remonta a hace 20 años, cuando se conocieron en Brasil. Desde entonces, han trabajado codo con codo en la compañía que fundó el representante, aunque ya en la última temporada, la abogada experta en Derecho Internacional, se ocupó de grandes negociaciones como la del francés Paul Pogba. Ahora, de hecho, se encargará de gestionar a uno de los jugadores más valorados y codiciados del mercado actual: Erling-Braut Haaland, por el que se pelean los clubes más grandes de Europa.
La abogada brasileña fue la única persona con la que Raiola compartió los derechos de su empresa. Una empresa que, además de Tarchi y Pimenta, cuenta con Vincenzo Raiola, primo del fundador. Es una compañía familiar, algo de lo que siempre se jactó el propio Mino. De hecho, todavía está por ver cuál será el papel de los hijos y el sobrino de Raiola en la empresa, todavía muy jóvenes para heredar el negocio.
Todo queda ahora en manos de Pimenta. Los fichajes, las comisiones de los futbolistas y las de su nuevo imperio. Ella es la capitana del transatlántico más importante de las agencias de representación, un transatlántico con el sello de Mino, al que no le sobraban detractores, pero al que tampoco le faltaban amigos. Los más importantes, sus jugadores, a los que siempre defendió y consideró como sus hijos.
RAIOLA: CRITICADO, ATÍPICO... PERO ADORADO POR SUS JUGADORES
"A Mino le ha criticado todo el mundo: agentes, jugadores, clubes, presidentes... pero quiero llamar la atención sobre un punto: ninguno de sus jugadores le ha criticado, sino todo lo contrario, le han asumido como un padre", explicó a EFE Pedro Bravo, presidente de la Asociación Española de Agentes de Futbolistas (AEAF).
"Era atípico, no le importaban las vestimentas ni las formas, lo importante para él era el fondo, y sabía que tenía lo más importante, la confianza de sus jugadores. No he visto a (Paul) Pogba, (Zlatan) Ibrahimovic o (Gianluigi) Donnaruma protestar nunca, todo lo contrario", añadió Bravo.
Además, el presidente de AEAF comentó la personalidad del italiano y la opinión que tenía sobre la FIFA: "Él era un rebelde con causa, no estaba de acuerdo con FIFA, y no lo estaba porque decía que era uno de los males del fútbol".
EL DIFÍCIL RETO DE PIMENTA: ESTAR A LA ALTURA DE MINO
Bravo conoce muy bien el mundo de los agentes, y sabe que el reto de Pimenta es más que complicado por el carácter "personalista" de este negocio. "Sin duda es un reto difícil, porque este tipo de negocio es muy personalista. Pero los agentes solo somos la punta del 'iceberg', en las empresas tenemos mucha gente que hace de todo", resalta.
Pimenta ha heredado un imperio de 1.000 millones de euros, con todo lo que eso conlleva. Está, seguro, ante el reto más difícil de su carrera profesional: el de suplir a una leyenda como Mino Raiola en una empresa creada y hecha a su imagen y semejanza.