Desde los siete años es integrante de la familia del Zuzenak y con tan solo 13 ya pasó a formar parte de la primera plantilla del equipo de baloncesto en silla de ruedas. Sin complejos. Nada le asusta. Dispuesto a superar barreras. De todo tipo además. Y es que a este todoterreno no hay quien le pare. Nada se le resiste.

Habilidoso para el basket en silla y también para el fútbol. Con 11 años fue reclutado por Ander Romarate, responsable del área de Fútbol Inclusivo en la SD Eibar, y Aitor Iturri Castillo, su entrenador en el Zuzenak, para unirse al equipo de Parálisis Cerebral del cuadro armero. Se trata de Yerik Martínez. El joven gasteiztarra que el pasado 4 de noviembre cumplió 15 años sigue derribando barreras. Y es que si la pasada campaña debutaba en la mejor liga de Europa de Baloncesto en Silla de Ruedas siendo un niño, ahora ha subido el listón un poco más y este fin de semana va a disputar el Mundial de fútbol 7 para personas con lesión cerebral.

Un hito. Y es que el futbolista de Lakua será el jugador más joven del torneo mundialista que se disputa en Salou hasta el próximo 18 de mayo, habida cuenta que la edad mínima para tomar parte en el mismo es de 15 años y él los cumplió hace tan solo unos meses. Otra barrera derribada.

Nada le ha frenado hasta ahora. La parálisis cerebral que sufre desde su nacimiento y le ha afectado a la movilidad de su lado izquierdo se lo ha puesto más difícil, pero eso no le ha impedido disfrutar del deporte, una de sus pasiones.

7

Yerik Martínez derriba otra barrera

De hecho, la práctica deportiva ha servido a Yerik para ir mejorando la movilidad de su zona izquierda. Primero empezó con fisioterapia, poco después comenzó a practicar natación y de ahí pasaría a la Escuela del Zuzenak, donde a base de sacrificio, tesón y trabajo se ha convertido en uno de los mejores jugadores del equipo de baloncesto de silla de ruedas. “Es un luchador nato. Un chaval con mucho desparpajo y muy maduro para su edad”, apunta Manu, su orgulloso padre.

No es de extrañar esta madurez, habida cuenta de que está acostumbrado a compartir vestuario con deportistas mucho mayores que él. Ya han quedado atrás los nervios de sus primeros encuentros con el primer equipo del Zuzenak. Entonces, un Yerik aún sin cumplir los 13 años mostraba su ilusión en una entrevista en los canales del club gasteiztarra por poder jugar con el conjunto de División de Honor. “Si me los merezco pues tendré unos minutos”, aseguraba con desparpajo pese a su tierna edad. De hecho, ya lo ve como algo normal. “No es raro para mí. En el fútbol PC no hay categorías sub-12 o sub-14. Aquí somos pocos y al tener que jugar todos a lo mismo no se mira la edad y para mí tener compañeros mayores me viene bien para aprender y ganar experiencia”, asegura.

Saca provecho de todo. Siempre para seguir hacia delante. No se frena. Y es que este chaval del barrio de Lakua tiene claro que “el esfuerzo es la clave del éxito” y así lo decía en la citada entrevista. No era un farol. Dispuesto en todo momento a trabajar para seguir mejorando, vaya a jugar unos cuantos minutos o tan solo unos segundos. La cuestión es estar preparado y Yerik Martínez lo está, gracias a su “sacrificio y esfuerzo”, como ensalza su padre.

En su formación académica también. Estudiante de cuarto de la ESO en el Instituto Mendebaldea, ha ido sacando “todo limpio hasta ahora”, como comenta su padre. No ha sido fácil como reconoce su progenitor. “Va luchando, con mucho esfuerzo ya que tiene dificultades”, añade. En el futuro tiene en mente realizar un módulo de técnico de formación.

Su presente pasa ahora por el Mundial de Fútbol 7 para personas con lesión cerebral que arranca este mismo fin de semana. España debuta este próximo domingo 1 de mayo ante Ucrania, mientras que el día 4 se mide a Argentina y concluye esta primera fase de grupos el 6 frente a Irlanda del Norte. A por ellos. Sin complejos y con la máxima ilusión. Dispuesto a derribar otro muro. No se pone barreras y así de claro lo deja. “Estoy muy contento. Muy ilusionado. ¡¡Es que es un Mundial!! Es un sueño para mí. Voy a disfrutar, a aprender de la experiencia y luego si puedo jugar, pues mejor que mejor”, destaca.

Es consciente de la dificultad que entraña una Copa del Mundo en la que están los 15 mejores conjuntos -iban a ser 16, pero la exclusión de Rusia los redujo en uno- y por eso no se quiere marcar de inicio unos objetivos muy altos. “Espero pasármelo bien. No pido más. Jugar, pues sí se puede bien, y lo disfrutaré, pero es que estamos hablando de un Mundial”, insiste el gasteiztarra. Eso sí, entrar entre los ocho mejores podría estar al alcance de la selección española y ya incluso este extremo izquierdo formado en el Ibai Lakua no evita soñar con gestas más grandes. “Ojalá que caiga una medalla. Por pedir que no quede”, añade.

Va en el ADN de Yerik. Siempre aspirando a más. Como en el deporte. Y es que desde hace un mes practica jabalina con el Barrutia. La historia de sus inicios con el atletismo es curiosa. Participando en un Campeonato de España de baloncesto en silla de ruedas, el presidente de la Vasca de Atletismo le vio como lanzaba el balón con una mano y le propuso para que se animara con la jabalina. No se lo pensó dos veces. “Fui a probar y me gustó”, se sincera. Tocaba añadir más entrenamientos a la semana. “Me da para todo”, asegura. Eso sí, tan solo descansa el domingo. Lunes y miércoles toca jabalina con el Barrutia, martes y jueves baloncesto en silla de ruedas con el Zuzenak y viernes y sábado fútbol en Eibar. El domingo, de momento nada. Quién sabe si en unos meses Yerik Martínez suma otro deporte a la lista. Es así, no para y ahora le van a conocer en el Mundial. Su sueño. Otra barrera que cae. No, otra barrera que derriba.

“Estoy muy ilusionado y muy contento. ¡¡Es un Mundial!! Espero pasármelo bien, disfrutar y aprender de la experiencia”

“Es un luchador nato. Un chaval con mucho desparpajo y muy maduro para su edad”, asegura su orgulloso padre