El Euskaltel-Euskadi late con fuerza

La Fundación Euskadi ha presentado este martes a todos sus equipos.

"Nunca hay que desestimar las escapadas". La frase pertenece a Jorge Azanza, director del Euskaltel-Euskadi. Las fugas requieren voluntad, destreza, valentía, trabajo, esfuerzo, dedicación, alma, corazón, sacrificio y determinación para afrontar lo desconocido y ganarse el futuro. El Euskaltel-Euskadi, enraizado en el humus de la sociedad vasca, representa eso. El pensamiento del director navarro concentra la esencia del equipo, siempre protagonista, hambriento, ambicioso. "Corremos todos los días como si fueran el último", enfatiza Azanza. "La Fundación Euskadi es más que un proyecto deportivo", dicen sus promotores en la puesta de largo de la nueva campaña, la que pretende dar continuidad al hilo argumental que siempre definió al equipo. La familia naranja que corre con la casa a cuestas. Juntos hacia delante. "Unimos fuerzas", ensalzan desde la Fundación Euskadi.

Porque el Euskaltel-Euskadi es la casa rodante de un país al que le entusiasma el ciclismo, que reverbera con su pasión. La del equipo vasco permanece intacta. "El Euskaltel-Euskadi solo se puede entender desde el corazón, esde los sentimientos y desde la ilusión", define Jesús Ezkurdia, mánager de la formación vasca, al que el hormigueo de los estrenos le agita el sistema nervioso.

El sentimiento de pertenencia es intangible en el Euskaltel-Euskadi, el equipo que sirve de pegamento, que encola voluntades y hace país. "David Brailsford, mánager del Ineos, nos solía decir que para tener el mejor equipo del mundo, necesitas tener la mejor afición del mundo, la mejor cantera del mundo y las mejores empresas del mundo por detrás. Tenemos detrás un país, un pueblo, que es el mejor del mundo. También tenemos las empresas, solo nos queda ser el mejor equipo del mundo", expone Ezkurdia.

DAVID CONTRA GOLIAT

"Esta es la casa de todos los aficionados al ciclismo. El equipo ciclista le ha dado a la empresa otro vínculo con el territorio. Desde el principio era un poco ser David contra Goliat. El equipo es el mejor embajador de Euskadi en el mundo. Es un proyecto de país. Estamos orgullosos de formar parte de este modelo único, de la familia Euskaltel", dice Xabier Iturbe, presidente de la compañía. Esa sensación de pertenecer a algo singular, único, se constata en los ojos achinados que escapan de las mascarillas y en la sonrisas que se camuflan tras ellas.

La pandemia del coronavirus impide aún las sonrisas amarfiladas que recorren el rostro al descubierto, pero están y se sienten en la presentación de este mediodía en Derio, donde late la sede de la compañía que mece el sueño con el oleaje de la marea naranja, siempre presente en la huella del equipo.

El Euskaltel-Euskadi, que anhela repetir en la Vuelta a España después de que el pasado curso regresara tras ocho años de ausencia, está dejando un estupendo rastro en el comienzo del curso, sobresaliente su protagonismo en los frentes en los que está compitiendo. Ese es el camino a seguir, la senda a recorrer con el espíritu de superación. Apuntalado el proyecto en lo económico hasta 2023 con los nutrientes del Euskaltel, Grupo Hafesa, Orbea y Etxeondo, principalmente, la atención la capta la carretera.

En el equipo naranja, bandera de la Fundación Euskadi, es un proyecto de indudable carácter social y estratégico que sirve para difundir la imagen de Euskadi a través de un escaparate como el ciclismo. Además es el hogar para la prolija cantera vasca, que tiende a la emancipación a través del Euskaltel-Euskadi. Es su respiradero.

UN PASO ADELANTE

La idea fuerza de la formación vasca es seguir creciendo, impulsándose a través de la pértiga del trabajo, indispensable para la mejoría. Jorge Azanza espera un paso adelante, como ese que Gotzon Martín o Xabier Mikel Azparren dieron el pasado curso. Ese salto lo espera el técnico de Altsasu de varios integrantes del equipo. Esa será la clave de bóveda para las incorporaciones de la formación vasca, presentada en sociedad aún con las restricciones que impone la pandemia. El Euskaltel-Euskadi acoge la escalada de Unai Iribar, Xabier Isasa y Asier Etxeberria desde el filial del Laboral Kutxa. La cantera como base de la pirámide.

Todos ellos, junto a Carlos Canal que llega desde el Burgos-BH, han interiorizado el mensaje y han asomado en la competición sin complejos. El resto del plantel mantiene el espinazo de la campaña precedente. Antonio Angulo, Ibai Azurmendi, Unai Cuadrado, Peio Goikoetxea, Txomin Juaristi, Mikel Aristi, Iker Ballarín, Joan Bou, Gotzon Martín, Antonio Soto, Xabier Mikel Azparren, Mikel Bizkarra, Julen Irizar, Mikel Iturria, Juanjo Lobato y Luis Ángel Maté completan el equipo.

LABORAL KUTXA FEMENINO Y SUB’ 23

La Fundación Euskadi no es solo el naranja del Euskaltel. Esa es su bandera. El estandarte que ondea en la azotea. La nave nodriza del ciclismo vasco también la componen las ramificaciones del Laboral Kutxa sub’23, que cuenta con una plantilla de 19 ciclistas, y del equipo femenino, que suma 13 corredoras. Xabier Egibar, director general de Laboral Kutxa, sostén del filial y del equipo femenino, ha subrayado que “la semilla, el crecimiento y el arraigo es importante para nosotros. Queremos vertebrar una sociedad mas rica y más igualitaria. Estamos muy orgullosos de hacer las cosas de modo diferente. Este es un proyecto único”.

Ambas formaciones se han presentado este mediodía. En realidad, el universo de la Fundación tiene un mayor radio de alcance. En total son cerca de 350 ciclistas los que orbitan alrededor de la Fundación Euskadi, a la que han de sumarse las 1.500 personas que abonan su correspondiente cuota de socio para nutrir un proyecto especial. "Es un equipo de ciclistas, pero también es un proyecto de ciclistas y eso también lo hace distinto", subraya Ezkurdia desde el corazón naranja del Euskaltel-Euskadi, que late con fuerza.