UNICAJA Alberto Díaz (8), Brizuela (18), Barreiro (13), Abromaitis (11), Guerrero (10) -cinco inicial-, Alonso (5), Bouteille (7), Nzosa (1), Carlos Suárez (4), Mooney (8), Kravic (6).
REAL MADRID Heurtel (16), Hanga (7), Causeur (16), Yabusele (7), Tavares (5) -cinco inicial-, Williams-Goss (4), Abalde (11), Poirier (11), Llull (8), Alocén (5), Thompkins (2).
Parciales 23-25; 26-22; 16-18; 26-27.
Árbitros Fernando Calatrava, Javier Torres y David Sánchez.
Pabellón Martín Carpena 6.257 espectadores
- El Real Madrid, impulsado por Thomas Heurtel y Fabien Causeur, se reencontró con la victoria en un partido de infarto ante el Unicaja en el debut del nuevo entrenador del equipo malagueño, Ibon Navarro.
El Unicaja rozó la remontada, pero no pudo con los de Pablo Laso, que se van a disputar la Copa del Rey en Granada con mejor ánimo después de sus últimas derrotas.
El Real Madrid tuvo que hacer frente a un comienzo meteórico de Darío Brizuela, que lideró al Unicaja. El nuevo técnico mostró variantes y juntó a hombres altos en pista para parar el físico de los blancos.
El primer triple del partido no llegaría hasta el minuto 8 por medio de Alberto Abalde, que puso un 13-18 y la sensación de que ante el Real Madrid ningún equipo puede perdonar. Edy Tavares y Sergio Llull reactivaron su conexión, la muñeca de Abalde fue la regularidad y el Real Madrid se abrió paso, perseguido por el Unicaja, que al fin encontraba continuidad después de tantos partidos de irregularidad y desconexiones.
Un baile en el poste de Rubén Guerrero y un robo con canasta incluida de Carlos Suárez pusieron al Unicaja por delante. Enseguida vinieron dos triples seguidos del Real Madrid, pero el Unicaja, con orgullo y buen juego, se fue al descanso ganando 49-47.
No pudo haber mejor comienzo del Unicaja en el tercer cuarto, con dos triples consecutivos y un +7 para obligar a Laso a pedir tiempo muerto. Los madridistas aprovecharon errores en tiros liberados del rival y el marcador se volvió a igualar, aunque, para mal de los visitantes, Carlos Alocén se marchó lesionado.
Con un 65-65 empezó el último acto, en el que el Real Madrid tomó las riendas con Causeur y Heurtel asumiendo galones en el tiro y una mejor defensa.
El Real Madrid jugó con fuego y la imagen se resume en que Causeur pedía calma a su propio entrenador, que se llevó una técnica por protestar.
A 1:29 del final, el Unicaja convirtió una jugada de cinco puntos aprovechando una falta antideportiva a favor. El Madrid replicó con otros cuatro y Tavares logró un rebote más tiro libre que a la postre valió oro porque Barreiro puso el 91-92 con un triple final sobre la bocina que solo dejó el marcador con uno abajo para los locales.