- La celebración del inicio de la primavera china y un llamamiento a la paz iluminaron la ceremonia de inauguración de los XXIV Juegos Olímpicos de invierno en Pekín, celebrada en el Estadio Nacional, El Nido, y que se disputarán hasta el 20 de febrero en el Año del Tigre, en la que la rider Queralt Castellet y y el piloto de skeleton Ander Mirambell fueron los abanderados españoles.

Con el mensaje de “Feliz año chino”, una cuenta atrás de los 24 períodos solares y el festejo del inicio de la primavera chinos, arrancó el sensorial espectáculo sobre una gigantesca pantalla LED de 11.600 metros cuadrados instalada en los 330x220x69 metros de El Nido, que vio cómo una gota de tinta china lanzada desde el cielo se convertía en un río y un cubo de agua gigante del que emergieron los aros olímpicos.

Pekín, con una puesta en escena dirigida también como en 2008 por el cineasta Zhang Yimou, celebró que es la primera ciudad que organiza los Juegos de invierno y verano, 14 años después, con un canto a los sentidos en el que la luz, el baile y las referencias a la lucha contra la pandemia fueron los protagonistas.

España salió en el puesto 31 de los 91 comités que desfilaron en el Estadio Nacional de Pekín, con una representación de 12 miembros, los abanderados Queralt Castellet y Ander Mirambell, junto a otros cinco deportistas -Javier Lliso, quien dibujó un corazón con sus dedos, Thibault Magnin, Nuria Pau, Olivia Smart, Adriá Díaz- y cinco oficiales, entre ellos el jefe del equipo, Cayetano Cornet.

Además de estos deportistas, otros siete españoles -Lucas Eguibar (snowboard); Joaquim Salarich y Adur Etxezarreta, en esquí alpino; Imanol Rojo y Jaume Pueyo, en fondo; y Laura Barquero y Marco Zandron, en patinaje sobre hielo- competirán en Pekín con la difícil misión de igualar el resultado de PyeongChang 2018. En la cita surcoreana, el patinador sobre hielo Javier Fernández y Regino Hernández, que recientemente anunció su retirada, se colgaron el bronce.