- Rafa Nadal ya está en las semifinales del Abierto de Australia por séptima vez en su carrera y la trigésimo séptima en su carrera en los Grand Slams. Entre la primera y la última han pasado 17 años, algo que solo han logrado Jimmy Connors, Andre Agassi y Roger Federer. Esta capacidad de resistencia, incluso al límite, volvió a manifestarse en el duelo de cuartos de final ante Denis Shapovalov: 6-3, 6-4, 4-6, 3-6 y 6-3 después de más de cuatro horas. El balear dominó los dos primeros sets sin ceder ni un sola pelota de ruptura al siempre efusivo canadiense y tuvo la oportunidad de encarrilar el tercer set. Pero no lo aprovechó y su rival se vino arriba hasta le punto de forzar el quinto set mientras Nadal daba muestras evidentes de sufrir un bajón físico por problemas estomacales que atribuyó a un golpe de calor.
Pero aún quedaba un set, esa frontera que separa a los grandes de los buenos en los Grand Slams. El de Manacor tiró de experiencia para desarmar a su rival, de 22 años, que perdió la tranquilidad y el hilo del partido, incluso censuró al árbitro por no atajar las pausas en el juego que explotó Nadal. El ganador de 20 grandes cerró el duelo con un esfuerzo agónico y gracias a que el servicio le funcionó perfectamente cuando más le hacía falta. "No sé cómo he remontado. Estoy destrozado. Traté de sobrevivir y esperar un milagro", dijo después el tenista balear, para quien estas semifinales en Melbourne "son un regalo de la vida porque hace dos meses ni siquiera sabía si iba a poder estar aquí".
A las quejas de Shapovalov porque, según él, los mejores disfrutan de un trato de favor por parte de los jueces de silla, Nadal respondió que "se equivoca" y dejó una lección para los jóvenes que, como el canadiense, pretenden subvertir el orden: "Simplemente disfruto cada momento, doy lo mejor de mí actuando con la actitud más positiva posible y con el espíritu adecuado". El caso es que en 70 de los últimos 71 Grand Slams han estado en semifinales Nadal, Federer o Djokovic, que por cierto volverá a la competición el mes que viene en Dubai.
El rival de Rafa Nadal en semifinales será Matteo Berrettini, que también necesitó llegar al quinto set tras ganar los dos primeros ante Gael Monfils: 6-4, 6-4, 3-6, 3-6 y 6-2 en 3 horas y 49 minutos. El francés, coetáneo del balear, siempre ha tenido clase y tenis para brillar, pero le ha faltado esa capacidad de sufrimiento, aunque sigue dando guerra en los grandes torneos. El italiano, por su parte, se ha abierto paso en el torneo a pelotazos para confirmarse como una sólida alternativa, sobre todo si es capaz de dominar con su servicio.
En el cuadro femenino, la primera semifinal enfrentará a dos jugadoras en gran momento, quizás una final anticipada. Ashleigh Barty sigue enamorando a su público y acabó con la estadounidense Jessica Pegula con un 6-2 y 6-0 que dejó claro que la australiana va lanzada a por el título. Pero antes tendrá que eliminar a Madison Keys, que ha recuperado su mejor nivel y ya ha logrado tantas victorias, 21, como en todo el año pasado. La jugadora de Florida se impuso con autoridad a Barbora Krejcikova por 6-3 y 6-2 con una colección de golpes ganadores.
"No sé cómo he remontado. Solo traté de sobrevivir y esperar un milagro"
Semifinalista del Abierto de Australia