- Gran conversador, Pello Bilbao (Gernika, 25 de febrero de 1990) discurre desde la concentración que su equipo, el Bahrain, está llevando a cabo durante estos días en Altea, Alicante. El gernikarra completó una campaña muy sólida en 2021 y cerró un bloque de cuatro grandes consecutivas (dobló en el Giro y en el Tour) en apenas un año. Un periplo que le dejó exhausto en el plano mental. Reactivado, Pello Bilbao alzará la persiana de 2022 en Valencia.
¿Cómo va la pretemporada?
-La verdad que este año la pretemporada se me ha pasado rapidísima. Había roto con la rutina de todos los años. El periodo desde la poscompetición al de inicio de la pretemporada ha sido más largo de lo habitual y lo he cogido con muchas ganas. Tengo la sensación de que ha pasado muy rápido pero la condición física está creciendo a un ritmo normal. Me parece que esto va por buen camino, aunque no para arrancar con mi mejor nivel porque mi última competición (el Tour de Francia) queda bastante lejos. Aún así, llego con una muy buena base.
Su última carrera fue el Tour, que cerraba un ciclo de cuatro grandes, doblando Giro y Tour en menos de un año. Ha sido un año muy intenso. ¿Llegó a saturarse mentalmente de tanta competición?
-Todos éramos conscientes de la carga de competición que estaba teniendo. Yo lo estaba llevando muy bien, pero sí que es verdad que en el último Tour hubo algunos momentos en los que veía signos de que la competición y ese estrés que te exige el Tour me estaba pasando factura. Vi que las fuerzas estaban justitas. El descanso ha sido totalmente justificado tras ese bloque de competición.
Además, en su caso, ha rendido estupendamente en el Tour, donde fue noveno, y en el Giro, donde se convirtió en el principal apoyo de Caruso, que fue segundo. ¿El hecho de tener que estar siempre bien es un sobrecarga?
-Sí. La motivación no es eterna. Necesitas momentos de reposo, de desconectar de la alta competición, porque si no, no encuentras motivos suficientes como para seguir exigiéndote y sufrir a este nivel. La clave, para mí, es apoyarte en la motivación intrínseca, en disfrutar lo que estás haciendo al momento, no solamente hacerlo por una razón concreta, si no hacerlo por disfrute, por llevar tu cuerpo al límite e intentar superar barreras que creías imposibles. Es esa chispa la que tienes que tener viva. Si al final esa motivación solo la tienes porque se trata de hacer tu trabajo, probablemente no encontrarás razones suficientes para sufrir a estos niveles.
Se ha referido a la fatiga. ¿Le pesaba más la carga física o la mental?
-En mi caso era más mental, más de humor, de la manera de afrontar los problemas. Veía que no estaba con la misma filosofía que en las carreras anteriores, que me estaba quemando un poco. El Tour es una carrera que te pone contra las cuerdas y te lleva al límite. Al final, si no tienes esa frescura mental hay muchas cosas que te las tomas a la tremenda. Sí que notaba que necesitaba desconectar un poquito. Siempre que no tengas percances en forma de caídas o enfermedades, mantenerte físicamente bien, con el equipo que hay de fisioterapeutas, osteópatas, masajistas y demás, no es tan complicado. En mi caso me resulta más fácil mantenerme físicamente que mentalmente. Cuando la cabeza deja de mandar es cuando el cuerpo más padece. Si no, el cuerpo suele adaptarse a todo, pero si la cabeza te niega, es más complicado.
¿Considera que el entrenamiento psicológico ayuda a un mejor rendimiento sobre la bicicleta?
-Depende un poco del individuo. Hay corredores que tienen mucho margen si trabajaran un poco el aspecto mental. Hay otros corredores que, desconozco si han trabajado ese aspecto mental, los veo muy estables mentalmente y emocionalmente y les veo afrontar las competiciones sacando lo mejor de sí mismos. Eso como en todo, hay rachas en la vida que necesitabas más ayuda y otras en las que te parece que todo va bien, todo es fácil y no necesitas ayudas ni nadie que te dé ese apoyo.
Entiendo que no quería quemarse.
-Creía que era necesario perder la condición y sentir que tenía la necesidad de recuperar todo lo que supone ser un deportista. Desconecté por completo un mes. Tienes la sensación de que has perdido tus poderes, que ya no eres el mismo, que no tienes la capacidad de hacer los mismos números, estás lejísimos de tu mejor versión y es ahí cuando dices: vamos a empezar de nuevo el trabajo. Y ver cómo se va mejorando. No solo se trata de alcanzar el nivel anterior, sino intentar mejorarlo. Encontrar el margen de mejora para poder sorprender de nuevo este año.
Hay que superarse año a año.
-Ambición no me falta. He cogido mucha carrerilla. Cada año que pasa es una año menos que vamos a pasar en el ciclismo. Las oportunidades van disminuyendo y valen más, si cabe. Lo pienso así. Hay que aprovecharlo al máximo. No se puede perdonar ni una carrera mientras el cuerpo responda bien. Nuestras carreras son más cortas y más razón para aprovecharlas al máximo.
Usted reseteó para reconstruirse.
-Sí, es verdad que nosotros vamos construyendo de año en año. Ganas la condición, la pierdes un mes y vuelta a empezar. Son ciclos anuales y cuando llevas once años en el ciclismo profesional, tener un periodo más largo de desconexión creo que es totalmente aconsejable.
¿Qué descubrió durante ese periodo de desconexión?
-Descubrí lo que es un verano normal para la gente corriente. Desde que soy profesional, esos veranos han sido entrenamientos en altura, concentraciones, competición, cuidarme... este año, pese a estar en una situación de pandemia, he disfrutado del verano de otra manera: he podido ir de vacaciones, pasar más tiempo con los míos y he podido ir a la playa. He estado en otra onda totalmente diferente. He podido disfrutar del verano desde otro punto de vista, muy distinto al habitual.
Cuando uno tiene la oportunidad de disfrutar de un verano así, no le da por pensar: ¿qué demonios hago sufriendo tanto encima de la bicicleta?
-No. Yo creo que al final se trata de aprovechar la oportunidad que tienes, y cuando termina ese periodo, volver con ilusión a tu rutina y a lo que tienes que hacer. Pero sí que es necesario tener esos momentos para cargar las pilas.
Antes ha hablado de mejorar. ¿En qué aspectos quiere progresar?
-Estoy haciendo hincapié en la técnica de pedaleo. Pese a llevar once años como profesional creo que tengo margen para mejorar y seguir creciendo como ciclista. También tengo la impresión de que he perdido un poco de capacidad para rendir en las cronos y quiero volver a los resultados de hace dos o tres años. Estoy centrado en ello.
¿Qué le ocurre a su técnica de pedaleo?
-No se puede decir que sea una mala técnica porque ha habido resultados importantes, pero sí que le veo unos cuantos fallos a la pedalada. A la vista mi pedalada es bastante peculiar. Quizás haya una manera distinta de pedalear. Es como nuestra seña de identidad, un patrón que has ido forjando con el paso de los años, inconscientemente, subido en el sillín y pedaleando. Ahora estamos probando un estilo más depurado, ortodoxo, pero veremos si consigo la misma eficiencia y efectividad con una técnica depurada. Lo importante, con todo, no es lo estético, sino la efectividad que consigues. Pero creo que hay margen de mejora.
¿Qué objetivos tiene para el curso?
-Mi objetivo principal, el primero al menos, será la Itzulia. Quiero hacer un buen papel. Me gustaría estar cerca o entrar en el podio y ganar una etapa. Al menos conseguir uno de esos dos objetivos. Me gustaría estar en el top cinco ya sea en el Giro o en la Vuelta o por qué no, saltar al podio en una de esas dos carreras. La Strade Bianche es una carrera que también tengo marcada. Después me fijaré en el Giro. Luego descansaré y prepararé la Vuelta, una carrera que tenía algo abandonada y a la que volveré con ganas. Llevaba tres años con el mismo calendario, corriendo Giro y Tour. No me gusta la sensación de rutina y repetir siempre lo mismo.
Acudirá al Giro junto a Mikel Landa. ¿Ve capacitado a su compañero de equipo para conquistar la carrera?
-Sí, si va realmente convencido al Giro. Él tiene en mente el Giro y el Tour. Todo depende de con qué actitud vaya al Giro. Si va a hacer un all in a la carrera italiana, probablemente, pueda estar cerca de ganar.