El tenista serbio Novak Djokovic aguarda en Melbourne la decisión de las autoridades australianas sobre su permanencia en el país sin estar vacunado contra la covid-19, después de que se haya informado que pudo haber mentido en su declaración de entrada.

El número uno del mundo completó este martes su segunda sesión de entrenamiento de cara al Abierto de Australia, que se disputará a partir del 14 de enero, mientras el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, aseguró que sopesa la cancelación del visado del tenista.

El balcánico peloteó en la pista Rod Laver Arena, escenario en el que levantó hasta nueve títulos de Grand Slam, junto a su entrenador Goran Ivanisevic, según unas imágenes aéreas emitidas hoy por el canal público ABC.

El objetivo del tenista serbio es ganar el Abierto de Australia y alcanzar su vigésimo primer Gran Slam, superando así a sus principales rivales, Roger Federer y Rafael Nadal.

Djokovic llegó el pasado miércoles a Melbourne con una exención médica a vacunarse por haberse contagiado de la covid-19 en diciembre, pero los agentes de aduanas le denegaron el visado y fue retenido en un hotel mientras sus abogados presentaron un recurso.

Un tribunal australiano dio el lunes la razón a Djokovic, de 34 años, y le permitió la entrada en el país, pero aún hay posibilidades de que sea expulsado del país.

INVESTIGACIÓN DE POSIBLE MENTIRA

Según los medios australianos, las autoridades investigan si el tenista mintió a su entrada a Australia cuando aseguró que no había visitado ningún tercer país las dos semanas previas, lo que podría conllevar que su visado fuera cancelado de nuevo.

El número uno del mundo estuvo entrenando en unas instalaciones en Sotogrande (Cádiz), según sus redes sociales, y viajó desde Málaga hacia Australia, según el presidente del Comité Olímpico serbio, Borizadr Maljkovic.

El tenista, que voló el día 4 de enero haciendo escala en Dubái, pudo haber pasado la Navidad en Belgrado, según algunas fotos en las redes sociales.

La situación en torno al mejor tenista del mundo ha supuesto un problema diplomático entre Australia y Serbia, donde los familiares del Djokovic dicen que este ha sufrido una "tortura" durante el tiempo que ha estado retenido en un hotel de Melbourne.

En una conversación telefónica, la primera ministra serbia, Aan Brnabic, pidió a su homólogo australiano, Scott Morrison, un trato justo y el respeto de los derechos de Djokovic, así como un intercambio directo de informaciones en los próximos días.

Según un comunicado, Brnabic recalcó la importancia de las condiciones para el entrenamiento y preparativos físicos del tenista para el torneo que le fueron negados en los días pasados.

"Brnabic pidió a su homólogo australiano hacer todo lo que pueda para que Djokovic tenga un trato humano y digno en Australia durante todo el tiempo de su estancia", según la nota.

Según la Oficina del Primer Ministro australiano, Morrison explicó a Brnabic las restricciones de entrada al país oceánico impuestas para combatir la pandemia, entre las que se exige la pauta completa de la vacuna contra la covid-19, aunque haya exenciones.

En un diálogo descrito como "constructivo", Morrison aseguró a su homóloga que estas restricciones no son discriminatorias y han servido para proteger a la nación durante la pandemia.

LA ATP DEFIENDE LAS VACUNAS

Por su parte, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) destacó hoy su apoyo firme a la vacunación contra la covid-19, al tiempo que pidió a Australia mejorar la comunicación para evitar malentendidos.

"La ATP continúa recomendando firmemente la vacunación de todos los jugadores del circuito, la cual creemos que es esencial para nuestro deporte en tiempos de pandemia. Esto esta basado en evidencia científica y supone beneficios para la salud", explicó la ATP en un comunicado.

El organismo afirmó que entiende los "sacrificios" realizados por los australianos y las políticas inmigratorias impuestas por la pandemia, pero agregó que "las complicaciones que experimentó un jugador en su llegada subrayaron la necesidad de un entendimiento, comunicación y aplicación de la reglas más claros".

La ATP precisó que el incidente ha dañado todos los frentes, "incluyendo el bienestar de Novak y preparación para el Abierto de Australia".