- Novak Djokovic ha ganado el primer set en su particular partido por disputar el Abierto de Australia a partir del próximo lunes. Pero la última palabra no está dicha y aún no se ha llegado al match-ball. El conflicto, que empieza a bordear el ridículo y el esperpento, parece decantarse del lado del tenista serbio ya que el juez Anthony Kelly, del Tribunal del Circuito Federal de Melbourne, dio la razón a los argumentos del número 1 del mundo, atendiendo a los claros errores de procedimiento desde el inicio de todo este lío ya que, según su auto, Djokovic presentó todos los papeles que le solicitaron. “Vine aquí porque tenía esos documentos. De lo contrario, no me habrían dejado entrar. Me pusieron en una situación muy incómoda en la que, a las cuatro de la mañana, no podía llamar al director de Tennis Australia”, justificó el tenista de Belgrado en su defensa. Por ello, el juez ordenó al Gobierno australiano revocar la retirada del visado de entrada al país y liberar a Djokovic, entregarle el pasaporte y los efectos personales y pagar los costes legales del jugador.
El jugador celebró la noticia. “Estoy aquí para jugar y competir en el Abierto de Australia y estoy enfocado en ello”, escribió a hechos consumados en sus redes sociales bajo una imagen en la que se le veía con su equipo en la pista central del Melbourne Park. Al mismo tiempo, Djokovic agradeció el apoyo de sus seguidores, muchos de los cuales se concentraron frente al hotel donde ha estado alojado estos días y que tuvieron que ser dispersados con gas pimienta por la policía de Melbourne.
Sin embargo, la decisión final va a quedar en manos del ministro australiano de Inmigración, Alex Hawke, que puede decretar todavía la deportación de Djokovic y prohibir su entrada al país en los próximos tres años. La decisión puede llegar en las próximas horas, más que nada para no alargar un culebrón que ha salido de los márgenes del deporte y ha invadido la política. “Serbia es Djokovic y Djokovic es Serbia”, afirmó Srdjan, el padre del número 1 del mundo, que ha tomado un protagonismo excesivo e histriónico en todo este asunto. “Todo el caso tiene que ver con la política y solo la política. Son momentos difíciles y Novak está demostrando lo persistente que es, lo mucho que cree en sus ideales y el gran hombre que es. Pero ha sido una gran derrota de las autoridades australianas”, afirmó su hermano Djordje en una rueda de prensa de la familia Djokovic que se dio por finalizada cuando una periodista formuló la pregunta del millón: si Nole alude que dio positivo por covid el 16 de diciembre como motivo para pedir la exención médica, “¿por qué los dos días siguientes estaba en actos promocionales en su país sin mascarilla y sin guardar las distancias?”.
La polémica sigue, por tanto, y no se apagará sea cual sea el desenlace del partido que se libra fuera de las pistas de tenis. Si Djokovic acaba jugando el primer Grand Slam del año, se sentará un grave precedente y un claro agravio comparativo respecto a la mayoría de los tenistas que se han vacunado y a aquellos que, sin haberlo hecho, asumieron que debían renunciar al Abierto de Australia. Además, esta situación puede repetirse en los próximos Grand Slams, sobre todo en Wimbledon y el US Open, ya que la pauta completa de vacunación es obligatoria en Londres y Nueva York.
Muguruza, clara. El caso de Novak Djokovic está salpicando a otros tenistas, a los que se está pidiendo su opinión. Rafa Nadal, que ganó el domingo el título del ATP 250 de Melbourne y resaltó la necesidad de vacunarse, dijo ayer en Onda Cero tras conocer el fallo del juez que “si la justicia ha decidido, será lo justo que Djokovic pueda jugar”. Garbiñe Muguruza, por su parte, debutará hoy en el torneo de Sydney, pero antes también se manifestó sobre la polémica que rodea los días previos al Abierto de Australia. “Yo sí estoy vacunada y no tengo problemas por decirlo, no veo porqué tendría que ser de otra manera. Tarde o temprano todos tendremos que vacunarnos, creo que es una pelea que no tiene mucho sentido. Además, creo que este show no beneficia al mundo del tenis”, afirmó la ganadora del torneo de maestras del año pasado. Claro que tambien hay otras voces. Por ejemplo, la del estadounidense John Isner, que cree que “lo que Djokovic debe hacer es ganar el torneo y no volver nunca más a Australia”.
“Estoy aquí para jugar y competir en el Abierto de Australia y estoy enfocado en ello”
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