El deporte da lugar a historias de todo tipo. Las más habituales y mediáticas suelen estar relacionadas con el éxito y el fracaso, sobre todo por la atracción que produce un buen relato de superación, pero no todas necesitan tener ese elemento para ser escuchadas. En ocasiones, la curiosidad es una fuerza suficientemente potente para generar interés y este es el caso de Gotzon Palacios. Un árbitro de Llodio que, además de ejercer su labor sobre el césped de los diferentes campos de la Tercera RFEF, también hace sonar su silbato en la arena -y eso que en Álava las playas brillan por su ausencia-.
"Empecé en el balompié tradicional como quien no quiere la cosa. Vi un anuncio, cuando yo aún era jugador, y me animé a probar. Estuve compaginando ambas cosas durante un año y, después, me decanté por el arbitraje", recuerda. Años más tarde, a Gotzon le dieron la oportunidad de conseguir una plaza de colegiado de fútbol playa. "Fue a raíz de mi compañero Iñaki Sáez de Adana. Él era uno de los dos trencillas que había de este deporte en todo Euskadi y, cuando lo dejó, me ofrecieron presentarme a las pruebas y acabé ocupando su lugar", explica.
Para el alavés, la diferencia entre ambas actividades está en la intensidad. Y es que, pese a que el tiempo de juego y las medidas del terreno son inferiores en la arena, el esfuerzo acaba siendo similar para los árbitros. "Me costó adaptarme tanto a las reglas como a la acción. El césped agota bastante menos y, además, el propio partido te impide trotar por los constantes cambios de ritmo", argumenta. Asimismo, una de las principales diferencias que destaca Gotzon sobre el reglamento es que en la playa se alimenta el espectáculo y, por ejemplo, en las chilenas siempre se beneficia al atacante y no al defensor -al contrario que ocurre en el fútbol clásico-.
Respecto al seguimiento y la prácticas de este deporte en Euskal Herria, el laudiotarra admite que ha pasado por épocas mejores: "En Europa y en España está en auge, pero aquí es complicado. Sobre todo en Álava, claro. Tuvo su tirón hace varios años (2018), cuando se celebró en Donostia el Estatal, pero, desde entonces, la llama se ha apagado. Espero, eso sí, que superado el covid-19 los jóvenes vuelvan a animarse y recuperen esta afición".
En la actualidad, Gotzon Palacios arbitra en el máximo nivel del fútbol playa. Sin embargo, no se conforma con ser parte solo de esa categoría y, a principios de octubre, se presentó a las pruebas para ser internacional, en las que la Real Federación Española de Fútbol ofrecía dos plazas para el próximo curso entre todos los invitados.
"Llegamos el sábado -2 de octubre-, el comité, con Velasco Carballo a la cabeza, no hizo una bienvenida y, posteriormente, pasamos a los exámenes teóricos. Una vez finalizadas las tres pruebas, nos invitaron a ver el Atlético-Barça en una sala especial, en la que se escuchaban constantemente las conversaciones del VAR y, al día siguiente, ya nos sometimos a los test físicos", cuenta. Ahora bien, para conocer si es uno de los dos elegidos, el árbitro alavés deberá esperar unas semanas más.
"Es un deporte que está en auge en Europa, pero en Euskadi, aunque tuvo un tirón, le cuesta"
"El césped agota menos que la arena y, además, los partidos de fútbol playa son más intensos"
Árbitro