- Nueve años después, la selección española de fútbol se encuentra a tan solo un partido de volver a levantar un título. Los de Luis Enrique se clasificaron con brillantez, tras ejecutar la dulce venganza ante la campeona de Europa en su hogar, Italia; para la final de la Liga de Naciones. Y allí, esta noche (20.45 horas) el único rival que puede separarles del trofeo es Francia, la actual campeona del mundo. El conjunto galo, plagado de estrellas e individualidades, se presenta como uno de los combinados más letales del momento. Y, por ello, el seleccionador estatal no duda en colocarle el cartel de favorito para esta segunda edición de la Liga de Naciones: “Francia es a nivel individual la mejor selección del mundo por jugadores, solo hace falta mirar su once para ver el perfil y los clubes top en los que juegan siendo referencias. A nosotros nos queda la baza de ser equipo, podemos serlo mejor y mejorar nuestro rendimiento. El fútbol es un deporte maravilloso que premia a los que mejor juegan y nuestra arma es ser mejores que ellos en el colectivo”.
Con todo, España se planta en la final tras la brillantez exhibida, a pesar de las numerosas bajas, ante Italia. Actuación que reforzó la figura de un Luis Enrique cuestionado como seleccionador al confiar en jóvenes como Gavi o Yéremi Pino. Es decir, en el momento de mayor discusión a sus elecciones, el técnico asturiano puede hacer que España levante de nuevo un título. Puede hacerlo en la Liga de Naciones, una competición de menor enjundia que un Mundial o Eurocopa, pero cuyo camino exalta el mérito de la conquista. “Conquistar un título con la selección es una experiencia que desconocemos la inmensa mayoría que la formamos, algún jugador ha tenido esa fortuna por su nivel, pero recuperar esos aires de victoria sería positivo y un gran refuerzo. Si encima hacemos felices a nuestros seres queridos y aficionados, fantástico”, declaró el seleccionador.
Y, para ello, para intentar ganar a la todopoderosa Francia, Luis Enrique confirmó que todos sus jugadores están “en perfectas condiciones” salvo Ferrán Torres, al que probarán en el calentamiento para decidir si juega. Por lo que ya anunció que no cambiará nada de su forma de entender el fútbol: “No vamos a cambiar un ápice lo que nos ha llevado hasta aquí. Nuestra convicción, ambición, calidad. Es un deporte de equipo y estoy convencido de que vamos a hacer un buen partido, meteremos en problemas a Francia y es un estímulo muy grande esta final”.
Por otro lado, Didier Deschamps, seleccionador francés, campeón del mundo en 2018 como entrenador y en 1998 como jugador, alabó el juego de la selección estatal y evitó hablar de favoritismos para la final: “Será imposible privarles del balón, podemos luchar por ello, pero no quitárselo. Podemos presionar, pero no de cualquier manera. Ellos han sido también muy buenos en la presión ofensiva ante Italia”.