BRASIL: Santos; Dani Alves, Nino, Diego Carlos, Arana; Douglas Luiz, Bruno Guimaraes; Antony (Min. 112, Menino), Claudinho (Min. 106, Reinier); Cunha (Min. 91, Malcom) y Richarlison (Min. 114, Paulinho).

ESPAÑA: Unai Simón; Óscar Gil (Min. 91, Vallejo), Eric García, Pau Torres, Cucurella (Min. 91, Miranda); Zubimendi (Min. 111, Moncayola), Mikel Merino (Min. 46, Carlos Soler), Pedri; Asensio (Min. 46, Bryan Gil), Oyarzabal y Dani Olmo.

Goles: 0-1: Min; 45+2: Cunha. 1-1: Min. 60; Soler. 2-1: Min. 108; Malcom.

Árbitro: Chris Beath (Australia). Amonestó a Arana, Richarlison, Cunha y Douglas Luiz por Brasil, y a Eric García y Bryan Gil por España.

Incidencias: Final masculina de fútbol de los Juegos Olímpicos de Tokio disputado en el Estadio Internacional de Yokohama.

- Un carrerón de Malcom, que se comió con patatas a Vallejo, hizo que Brasil reeditara su oro olímpico y dejó a España con la sensación agridulce de la plata. Los de Luis de la Fuente no pudieron con una Canarinha superior en físico y fútbol y sucumbieron en su tercera prórroga consecutiva en estos Juegos. Antes, Richarlison falló un penalti provocado por Unai Simón y Cunha adelantó a los suyos justo antes del descanso. Oyarzabal forzó el empate con una volea de escándalo, pero en la prórroga el cansancio decantó la balanza para Brasil, que en los últimos minutos supo defenderse de las embestidas, a la desesperada, de España.

El encuentro comenzó igualado. Los dos equipos querían el balón, los dos querían doblegar al rival con posesiones largas. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en encuentros anteriores, en la final olímpica fue España quien corrió tras el esférico. Brasil dominaba más y mejor. Rápido y al primer toque. Cucurella sufría en su banda y Oyarzabal se desfondaba en la presión sin fortuna. Con todo, la primera ocasión clara cayó del lado estatal. Corría el minuto 16 cuando un centro de Asensio encontró la cabeza del delantero txuri-urdin, que la bajó al centro del área pequeña. Allí se personó Dani Olmo, a muerte, para superar al guardameta brasileño con una bonita vaselina. Sin embargo, Diego Carlos apareció de la nada, para sacar la pelota en la misma línea de gol.

Esta ocasión desperdiciada despertó a Brasil de su pequeño letargo y sacó a relucir las carencias de la defensa española. Malas salidas de balón y nerviosismo en las entregas provocaron que primero Douglas Luiz y después Richarlison asustaran a Simón. Y precisamente fue el portero del Athletic quien cometió el error más claro en la escuadra española. Tras una falta lateral, el arquero rojiblanco protagonizó una salida en falso de puños a por uvas. No tocó el balón, ni se acercó, y en su salto atropelló a Matheus Cunha. El VAR lo vio claro. Penalti. Richarlison se quedó el balón para hacer su sexto gol en estos Juegos, pero su lanzamiento se marchó a las nubes. Con todo, la alegría le duró poco a España, que encajó el primer gol en la prolongación de la primera mitad. Minuto 47. Psicológico. Y haciendo de nuevo evidente sus problemas en la zaga. De hecho, fue la parsimonia defensiva la que favoreció que primero Dani Alves ganara un balón en línea de fondo, y después Cunha pescara el esférico y, de un mazazo, lo mandara al fondo de la red.

Así se llegó al descanso. España debía mejorar sus imprecisiones y dar un paso adelante. Sin embargo, fue Brasil quien dio el primer susto. Al primer toque, Antony le metió un balón raso para Richarlison, que pisó área como un toro. Sentó a la defensa con un recorte y chutó. Pero ahí apareció Simón para resarcirse del error en el penalti. El guardameta se hizo gigante ante el delantero y desvió la pelota hasta el larguero, que la repelió lejos de la red. Así, del posible 2-0 se pasó al 1-1. Cuando la Canarinha lo tenía todo de cara, una buena combinación española por la banda derecha provocó que Carlos Soler centrara al segundo palo, donde llegó Oyarzabal para conectar una preciosa volea. Golazo y empate.

Después Brasil volvió a encerrar a España en su área. Los de De la Fuente pecaron de nuevo de imprecisiones y malas salidas de balón. Como en la primera mitad, terminó la segunda pasando apuros. A pesar de ello, Óscar Gil sorprendió con un centro-chut al larguero y Bryan Gil también movió el travesaño brasileño. Pero al minuto 90 se llegó con la Canarinha más cerca del oro. La prórroga fue un sufrimiento eterno para España. Solo Brasil atacó. Solo Brasil buscó portería. El cansancio hizo mella en los de De la Fuente y favoreció el segundo del conjunto sudamericano. En el 108, un balón largo hacia Malcom, recién salido, que le ha ganó en carrera a Vallejo, también fresco pero lentísimo, para quedarse solo ante Simón. El ex del Barça la cruzó y, aunque el rojiblanco la tocó, no pudo hacer nada para que se fuera dentro.