- Neilson Powless no sabía ni cómo celebrarlo. No dejaba de mirar a un lado y al otro sabiéndose, eso sí, ganador de una nueva edición de la Clásica San Sebastián pasada por agua. Esbozaba esa sonrisa nerviosa del ganador inesperado. El abrazo posterior con un Juanma Garate muy emocionado certificaba un triunfo extraordinario de un ciclista especial, con una historia bonita a su alrededor. Por detrás del americano, el esloveno Matej Mohoric (Bahrain), al que batió en un sprint muy cerrado, y el danés Honoré (Quick Step), que a pesar del golpetazo que se llevó bajando Igeldo, supo rehacerse de la mejor manera posible para llegar a la recta final con opciones. Pero finalmente la victoria fue a parar a manos de Powless, que invirtió un tiempo de 5 horas, 34 minutos y 31 segundos. El cuarto lugar fue para el italiano Rota. El pelotón, a más de un minuto, con Alessandro Covi (Team Emirates) y uno de los favoritos al triunfo como Julian Alaphilippe (Quick Step) a la cabeza.
El triunfo de Powless es llamativo. Su nombre no entraba en ningún pronóstico. Pero sobre todo lo es porque se trata del primer indio americano que inscribe su nombre en el palmarés de esta histórica prueba. Powless pertenece a la tribu Oneida, la cual forma parte de la Confederación Iroquesa, originaria de la actual región de Nueva York. Nacido en Roseville (California), compitió dos años con el Jumbo-Visma antes de integrarse en el Education First en 2020. Formado en el Axeon Hagens Berman de Axel Merckx, Powless saltó a la escena ciclista en el año 2016, cuando logró la 9º plaza en la general del Amgen Tour of California 2016, mismo año en el que ganó una etapa en el Tour del Porvenir cuando militaba en el Axeon Hagen Bermans. Su hermana mayor Shayna, de 26 años, también es ciclista.
El triunfo de Powless puso el colofón al excelente trabajo realizado por el Education First desde el puerto de Erlaitz con Simon Carr como punta de lanza. Fue Mikel Landa el que movió el árbol. A su rueda saltó el británico, viejo conocido por estos lares por su triunfo en una etapa de la vuelta al Bidasoa, precisamente a su paso por Erlaitz en 2019, y por su victoria en la Clásica de Ordizia del año pasado. El ritmo de subida fue imposible de seguir por el gasteiztarra. El del Education First, llevado en volandas por los numerosos aficionados que se personaron en las rampas de este exigente puerto a pesar del mal tiempo, coronó en primer lugar Erlaitz. Los favoritos de la prueba seguían sin dar señales de vida, ni Vingegaard (Jumbo Visma), ni Mollema (Trek), ni Alaphilippe (Quick Step). Nadie.
A falta de 33 kilómetros para el final, Carr mantenía 42 segundos de ventaja sobre sus perseguidores. Un cuarteto formado por Honoré (Quick Step), Mohoric (Bahrain), Powless (Education First) y Rota (Intermarche) dieron buena cuenta de Carr a falta de 22,7 kilómetros. El quinteto hizo el primer paso por la línea de meta del Boulevard con una ventaja de unos 40 segundos. Por delante 17 kilómetros. Y lo mejor estaba por llegar. Y también lo más duro. Juntos llegaron a las primeras rampas de Murgil. El primero en caer, Carr. Su compañero de equipo intentó marcharse en solitario. Lo consiguió por un breve espacio de tiempo. Arriba, entre la marabunta de gente congregada, coronaron Powless, Mohoric, Honoré y Rota. En el descenso, los dos últimos a punto estuvieron de irse al suelo en el mismo lugar en el que Annemiek Van Vleuten, unas horas antes, casi da con sus huesos en el suelo en la prueba femenina. Británico y esloveno aprovecharon la coyuntura y se marcharon por delante. Honoré les cogió a falta de un kilómetro realizando un esfuerzo titánico. El triunfo estaba entre los tres. Mohoric lanzó el sprint, pero Powless remontó. Ganó el americano, que sucede en el palmarés al belga Remco Evenepoel.
Prueba masculina
Prueba femenina