los 8 años, Teresa Errandonea soñaba con estar en unos Juegos Olímpicos. Ilusiones de una chiquilla que disfrutaba dando sus primeros pasos en el atletismo. A los 14, la irundarra debutó como profesional, especializada en los 100 metros vallas. Por lo que las fantasías de una niña pasaron a ser el objetivo con el que fantaseaba una adolescente en plena ebullición. Así, con el paso de las primaveras, el deseo de competir junto al pebetero encendido no hizo más que crecer en el interior de Errandonea. Hasta ahora. Porque ahora, con 26 años, la deportista de Basque Team está a un paso de debutar en los Juegos de Tokio. A unas horas de dar sus primeras zancadas por la pista olímpica. “Es un sueño hecho realidad, es algo que llevo esperando desde que empecé a hacer atletismo. Hasta hace poco era algo imposible, algo que no me planteaba. Pero el año pasado empezó a ser un objetivo mucho más real”, explica Errandonea.
Y es que la irundarra debutará mañana (3.45 horas) en la categoría de 100 metros vallas. Su modalidad. Pero antes de hacerlo no puede evitar echar la vista atrás y recordar el duro camino que ha tenido que recorrer para llegar hasta ahí: “Hemos trabajado mucho para estar aquí, hace tres años lo veíamos imposible; pero esta es la recompensa a todo el trabajo realizado. Estamos dentro y ahora hay que ir a por ello y disfrutarlo”.
Tan solo las cuarenta mejores especialistas del ranking mundial obtenían el billete olímpico. Y, aunque Errandonea llega a Tokio con holgura -puesto que está situada en el puesto 28 de la clasificación-, su presencia en la capital nipona se debe a una remontada progresiva, pero inesperada. “Fue el año pasado cuando los Juegos comenzaron a ser un objetivo mucho más real. Esta temporada sabíamos que había que correr bien y llevamos todo el invierno y todo el verano entre las cuarenta primeras, dentro de la clasificación olímpica. No hemos fallado y gracias a eso puedo decir que llego en un buen momento”. Con todo, a pesar de llegar en buena forma, Errandonea tiene los pies en el suelo. Sabe que optar a cotas altas es algo destinado a otras atletas. “Sé que va a ser complicado, pero mi objetivo es pasar a semifinales. Repito que va a ser difícil, pero es algo que sería increíble y para lo que hemos trabajado”, explica la irundarra. Por ello, la deportista de Basque Team se centra en un propósito más personal. En la pugna consigo misma: “Quiero bajar de los 13 segundos en Tokio. Es una marca para la que valgo, pero que se me está atragantando porque no he pillado buenas carreras con buen clima. Ojalá que salga allí y pueda rematar la marca que no me ha salido. Es decir, voy con la idea de realizar una marca personal más que a competir porque sé que todavía no me ha salido mi mejor marca, así que voy pensando en conseguirla porque no hay mejor lugar que en unos Juegos”.
A pesar de que estar en unos Juegos Olímpicos es un sueño cumplido para Errandonea, la irundarra lamenta profundamente haberse perdido la ceremonia inaugural. Los protocolos sanitarios impuestos por la organización nipona provocaron que la de Basque Team tuviera que ver el encendido del pebetero desde casa. Sin embargo, aunque todavía no ha tenido la oportunidad de debutar en una cita olímpica, Errandonea ya está pensando en la siguiente edición para poder disfrutar desde dentro del desfile de deportistas. “La ceremonia inaugural es el recuerdo que tengo de los Juegos de hace un montón de tiempo. Siempre me las he tragado, así que me hubiese gustado estar en el desfile. Lucharé por estar en los Juegos Olímpicos de 2024 y que se dé todo de una manera normal y pueda estar en ella”, concluye ilusionada.
“Mi objetivo en Tokio es bajar de los 13 segundos e intentar pasar a las semifinales”
“He trabajado mucho para estar en los Juegos, así que ahora toca disfrutarlos”
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