lega finales de julio y con el final del mes se asoma la primera gran carrera del año. Han pasado muchos meses desde que tuvimos que enfrentarnos a una ultra. Pero el día ya ha llegado. Será mañana viernes 23 de julio cuando me pondré junto con otros 288 participantes en la salida de la Vitoria-Antsoain. Por delante tras la salida de la capital gasteiztarra 130 kilómetros y 6100 metros de desnivel positivo antes de cruzar la meta en tierras navarras.

La BUTS (Basque Ultra Trail Series) como se le conoce en el mundo de las pruebas de trail se tenía que haber celebrado en mayo de 2020 pero por motivos que todo el mundo conoce tuvo que posponerse a mayo de este año. A pesar de que la situación era algo mejor, no lo era lo suficiente para poder hacerlo tampoco este mes y sufrió otra pequeña demora llevándola a julio. Se trata de la segunda prueba del circuito después de la Bilbao - Vitoria del ya lejano 2019.

Muchas veces cuando la gente me pregunta que porque hago este tipo de carreras tan largas con tanto desnivel me quedo pensando, pero no son más que unos pequeños segundos ya que enseguida se me vienen a la mente tres razones para poder contestarles. La primera, no la más importante, es porque me va la marcha, directamente. Se trata de un reto de superación cara conmigo mismo, el cual, por supuesto, lo afronto con entrenamiento adecuado y mucho respeto. La segunda es porque el monte me fascina y que mejor manera de unir las dos pasiones que tengo, correr y el monte, que pasando mucho, pero que mucho tiempo seguido haciéndolo. Y la tercera, esta yo creo que, sí es la más importante, es por todo lo que me generan este tipo de eventos. Compañerismo, vivencias, aventuras, esfuerzo, solidaridad,... lo que se vive en una ultra, para los que no vamos a disputar la carrera, sino que vamos a terminar, es algo mágico. Se podría decir que se trata de una forma de vida. Pasar por tantos estados de ánimo, muchos buenos y alguno malo, es una sensación inimaginable.

Pero dejémonos de reflexiones y vayamos a desgranar como hacemos siempre el recorrido. Antes de empezar hay que dejar claro que se trata de un recorrido trampa ya que concentra la dureza en su parte final con el Beriain como máximo exponente. Arrancamos a las diez de la noche desde un paraje perfecto como es el centro de la capital vitoriana, más en concreto desde el parque de la Florida. Tras unos pocos kilómetros por las calles de Vitoria saldremos por su parte sur, para ya subir el primer repecho que no es otro que la cruz de Olarizu. Ya desde allí tras pasar por la pequeña localidad de Mendiola, iremos poco a poco subiendo hasta el primer avituallamiento en Los Cruceros. Toca un tramo precioso hasta llegar a Okina haciendo cumbre en Pagogan y Zalbizkar. Sin darnos cuenta hemos hecho casi 20 kilómetros. Al salir de Okina nos viene una de las subidas más duras de la primera parte de la ultra, que es la ascensión a Kapildui. Dividida en dos tramos, el primero más duro, nos llevará a coronar la cima más alta de los montes de Vitoria.

Coronado Kapildui un rápido sube baja, con alguna subida trampa, nos conduce a Azaceta donde tendremos otro avituallamiento. Ya son 32 kilómetros y casi 1400 metros de desnivel positivo. Toca ahora un tramo más sencillo que es el que nos lleva a Laminoria, previo paso por Indiagana. A destacar la subida a la cima, fácil por el terreno, pero no exenta de cierta dureza. Ya hemos completado casi una maratón y continuamos por el cortado con Agurain a nuestra izquierda. El paso por el Santa Elena y Arrigorrista marcaran seguramente el amanecer para nuestro grupo de corredores. Este tramo será duro mentalmente, por el final de la noche, ya son muchas horas con el frontal y eso se nota. También será complicado porque a mi modo de ver las subidas a estos dos montes son incomodos por desnivel y terreno. Lo bueno de todo ello es que llegaremos al puerto de Opakua con 50 kilómetros y con las primeras luces del día, algo que seguro que nos sube el ánimo.

Antes de seguir comentar que haré todo el recorrido con Lexuri, una chica de Santurtzi, la cual se ha propuesto el reto de completar esta ultra para recaudar fondos a favor de Aspanovas, asociación que engloba a niñ@s y familiares afectados por el cáncer. Su reto se llama “Mi esfuerzo, su sonrisa” lleva más de 1200 euros recaudados pero toda ayuda es poca. En este link se pueden hacer donaciones y cualquier ayuda es bienvenida. https://www.kukumiku.com/proyectos/reto-solidario-buts/.https://www.kukumiku.com/proyectos/reto-solidario-buts/

En Opakua después de avituallar saldremos buscando el camping de Urbasa en unos de los tramos más largos, casi 16 kilómetros con 550+. Pasaremos por el Baio, espectacular atalaya desde donde se puede contemplar la llanada alavesa y dos colosos como son el Aratz y el Aitzgorri. Saldremos de Urbasa y tras dura ascensión al Bargagain, crestearemos un buen tramo de sierra de Entzia. Enfrente ya tenemos el temido Beriain, pero antes bajamos al camping de Arbizu donde estará situada la base de vida, lugar donde cambiarnos de ropa y tomar algo de comida más contundente. Hemos pasado con creces la mitad de la prueba, estamos en el kilómetro 83.

Llega una de las partes claves de la carrera, la subida al Beriain. No tanto por la subida que sí que es dura de verdad, sino porque venimos de la base de vida. Son momentos donde ya llegamos fatigados y el hecho de ver a la familia, cambiarse de ropa, estar algo más tranquilo comiendo, suele hacer dudar a muchos en continuar. Así que habrá que ser duro de mente para salir y más viendo la pared que tenemos enfrente. Poco a poco, no puede ser de otra forma, subimos hasta la cima, hasta la ermita de san Donato. Cargamos agua y enfilamos una larga bajada de 11 kilómetros hasta Ollo. Empezará, según mis previsiones de tiempo, a caer el sol y será bueno aprovechar las ultimas luces de sol para intentar llegar a Erice, otro punto clave en el recorrido.

Es la parte final de la BUTS y las piernas están al límite, toca tirar de mente. Aquí tenemos dos de los tramos trampa que comentaba al principio. El primero que nos llevara a Oteiza es corto de tan solo siete kilómetros, pero muy duro sobre todo en la segunda parte del mismo por una muy complicada subida y su posterior bajada, estrecha por el cauce de un río seco con mucha piedra. El segundo tramo que ya sí que nos conduce a meta pasa por un emblema de los pamploneses como es la subida a Ezkaba. A mí la subida no me parece tan complicada, si la bajada muy empinada y con los cuádriceps tan tocados como preveo que estarán, habrá que afrontarla con cuidado.

Ahora sí que por fin llegamos a la meta, me imagino que sobre las tres o cuatro de la mañana en Antsoain. Espero poder contar en la crónica de la carrera que saldrá la semana que viene que todo ha ido bien y que tanto Lexuri como yo hemos cruzado la línea de meta ¿Corréis Conmigo?

Viernes 23 de julio

Salida (Parque la Florida) a las 22:00h

Sábado 24 de julio

Llegada primer corredor +/-14:00

Domingo 25 de febrero

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