stábamos avisados por alerta de viento antes de empezar a rodar. Ya en la salida neutralizada, se notaba una tensión impresionante por ese motivo. No existe ni un día tranquilo en el Tour. Como estaba previsto, en cuanto se ha dado la salida, por causa del viento de costado y de la velocidad, hemos vivido una locura durante unos kilómetros. Después, cuando hemos girado y nos hemos protegido en el valle, la cosa se ha tranquilizado y hemos podido respirar con más calma. Se ha formado un grupito en el que he conseguido entrar, pero como había alerta de viento, he parado para proteger a Lutsenko, que está bien situado en la general. Lo mejor era estar con él. En los próximos días tendremos la posibilidad de probarlo, pero la misión era estar al lado de nuestro hombre fuerte. La fuga que se ha hecho delante era con gente de muchísima calidad. Han cogido mucho tiempo y la victoria se la ha llevado Politt. Por detrás se ha ido rápido. En ese sentido no ha sido una jornada de transición. Al final se ha volado. Los equipos quieren proteger a sus líderes y como existía riesgo de viento, todos queríamos ir delante. Eso implica velocidad y riesgo.