Las Gloriosas están haciendo historia, eso es innegable, pero no solo en referencia a lo deportivo, sino que también a todo lo que están generando a su alrededor. Desde que se puso la primera piedra del proyecto del Deportivo Alavés femenino allá por el año 2017, las albiazules no han parado de crecer tanto sobre el terreno de juego como a nivel estructural y social. Hay una cosa clara a día de hoy, y es que las Gloriosas movilizan a un gran número de aficionados.

Al mismo tiempo que el Deportivo Alavés crece como club, el fútbol femenino lo hace de forma proporcional. Una afirmación que se puede adjuntar a todos los clubes que apuestan y que luchan por un deporte que acaba de lograr hace poco la profesionalización de la máxima categoría del fútbol femenino: la Liga Iberdrola.

En este contexto existen varios ejemplos de que las Gloriosas van por el buen camino. El más reciente, el desplazamiento a Madrid de toda la afición albiazul para disfrutar junto a su equipo del ascenso a Primera División, pero también en el pasado están las 8.000 personas que acudieron a Mendizorrotza para ver jugar al Alavés femenino en su primer partido de la historia ante el Athletic B. Algo que sigue grabado a fuego en la retina de todos.

Unos grandes hitos -a buen seguro llegarán más- es, sin duda alguna, la forma en la que han llegado a los corazones de todos los vitorianos. Las Gloriosas han creado desde sus inicios una cantera albiazul que no ha parado de crecer. Y cuando se hace referencia a la palabra cantera, no es exclusivamente a las categorías inferiores del club, sino a todo el fervor que han creado. Algo que ya se nota y respira en Vitoria.

Este sentimiento lo expresan muy bien, tanto la pichichi del equipo, Marta Sanadri, como la canterana del Deportivo Alavés femenino, Naroa García. A pesar de tener una diferencia de edad amplia, tienen en común ese amor albiazul, el cual transmiten a la perfección. Es más, la delantera de origen donostiarra, lo tiene claro, “después de estos años, ya me considero al 100% alavesa de adopción”. Algo que secunda sin pestañear, la joven vitoriana, que admite que Marta es su ídolo desde que llegó al club albiazul. Es más, la canterana posiblemente sea la seguidora número 1 de Sanadri, ya que además “en mi cuarto tengo un cuadro que me regalaron mis amigas con una frase de Marta y el cual lógicamente también está firmado por ella”.

Un hecho que le saca los colores a la delantera, a quien todavía le “cuesta creer que tenga una fan, pero eso refleja todo lo que estamos luchando por el fútbol femenino”, aclara la albiazul. “Cuando se me acercó por primera vez para pedirme un autógrafo, me pareció algo mágico, ya que era una joven que al final lucha por el mismo sueño que yo”, rememora Sanadri.

Eso sí, Naroa admite que le costó llevar a cabo ese acercamiento, porque “cuanto más le veía jugar, mejor lo hacía y me daba algo de vergüenza, pero una vez lo logré, me di cuenta de que es muy cercana y ahora ya la considero hasta una amiga”.

Ambas jugadoras, además del corazón albiazul, comparten un sueño como jugar en la Primera División, algo que Marta va a conseguir en esta temporada que se avecina y a lo que siempre estará agradecida al Alavés “por la oportunidad que me dio”. Un sueño que también es bastante real para Naroa, ya que como la propia delantera comenta, “con esfuerzo, sacrificio y con lo que tiene ella dentro, seguro que también lo consigue”. A lo que Naroa responde sonrojada y agradecida que “si la pichichi de la Liga Reto Iberdrola se lo dice, tal vez me lo crea”.

Ahora bien, aunque ahora todo parezca bonito, esto no es un camino de rosas. Algo de lo que también son conscientes las dos jugadoras, tanto Naroa que admite “la dificultad de llegar al primer equipo y por lo que hay que luchar mucho por ello”, como Marta que corrobora esa afirmación, “porque ahora que hemos ascendido todo parece bonito, pero detrás hay mucho trabajo y sacrificio. Como por ejemplo, en mi caso, que compagino estudios con el fútbol y nunca tengo tiempo para mí, pero al final el fútbol te pide sacrificios. Eso sí, luego el ascenso es como un plus y una recompensa a todo ese esfuerzo”.

El consejo de la delantera, tanto a la joven defensora como al resto de la cantera es claro. “No hay que salirse del camino en ningún momento y nunca perder la fe para tener ganas de conseguir lo que deseas”, recalca.

Lo que está claro es que las barreras se siguen rompiendo y, como la propia Sanadri afirma, “el fútbol femenino está creciendo a pasos agigantados y me llena de ilusión que las jugadoras, como por ejemplo Jenni Hermoso sean referentes para las jóvenes que vienen. Creo que es algo nuevo y hermoso”. Por su parte, Naroa tiene a Griezmann como ídolo masculino, pero “me fijo más en Sanadri, ya que ella es mi referente”.

Por otro lado, la cadete remarca que dentro de su equipo tienen piques sanos cuando ven las alineaciones porque todas quieren ver de titular a su jugadora favorita. El sentimiento ha quedado claro, pero ¿cómo se llega a él? Naroa lo tiene claro. “El primer equipo es una familia y da igual que ganen o pierdan, siempre aprendes cosas de ellas. Es más, nosotras siempre que vamos a Ibaia a entrenar, nos fijamos en ellas para ver cómo lo hacen y el hecho de que vayan a jugar en la máxima categoría del fútbol femenino es una motivación extra para nosotras”, admite.

Un presente que viene con emociones fuertes para las Gloriosas, cuyo primer objetivo es la salvación, pero de cara al día de mañana por qué no pensar en metas más altas. Por el momento, en esta temporada se avecinan partidos muy atractivos. “Cuando lleguen los encuentros contra el Barcelona o Atlético de Madrid serán muy especiales por tener delante a tus ídolos, como Ludmila da Silva. Éste será un momento mágico”, afirma Sanadri.

Aunque ese momento vaya a ser algo bonito, la delantera también recuerda que se “sufrirá mucho a nivel deportivo, porque el nivel es muy alto, pero aún así estamos preparadas para lo que venga, ¡así que adelante con todo!”.

Un sentimiento que comparte Naroa, ya que la cadete antes de la pandemia no se perdía ningún partido de las Gloriosas. “Ahora estoy con más ganas que nunca de que empiece la temporada para poder ver en persona a jugadoras como Mapi León o Jenni Hermoso”, precisa.

En lo que se refiere al futuro, la familia que demuestran ser las Gloriosas no corre peligro ni existe riesgo de que se rompa, porque Sanadri lo tiene claro en lo que se refiere a los cambios en la plantilla. “Las jugadoras que vengan pueden estar tranquilas, somos un equipo unido y no ponemos mala cara a nadie. Si quieren, se pueden venir a tomar el café con nosotras”. A lo que añade que “simplemente tienen que venir con ilusión y encajarán a la perfección”.

En cuanto al futuro, hay que recordar que la pichichi del equipo hace poco que renovó con el club albiazul. Aunque también confiesa que alguna que otra llamada ya ha recibido para intentar tentarle, “quería ser justa conmigo misma y con el club, porque quiero debutar en Primera División con el equipo que he ayudado a ascender”.

Ante el debut en la Liga Iberdrola y, como buena delantera, es lógico pensar en ese primer gol en la máxima categoría. Marta afirma con una sonrisa que espera que “llegue lo antes posible” para evitar la ansiedad. “Quizá me haga un tatuaje, bueno, igual no (se ríe), pero lo que tengo claro es que se lo dedicaría a mis padres, quienes están muy volcados conmigo desde que comencé a jugar al fútbol”.

Sin embargo, no nos detenemos en el primer gol, ya que Naroa tiene claro que el techo de la donostiarra es la selección española. A lo que Marta cruza los dedos mientras ambas se ríen. En el caso de la cadete, aunque todavía le queden algunas temporadas por delante para llegar al primer equipo, ante la misma pregunta le afloran sentimientos familiares. “Mi primer tanto se lo dedicaría a mi aitite, que es quien más me ha animado y apoyado junto a mi padre. Él fue quien me sacó el primer carné de socia del Alavés y con quien fui a ver los primeros partidos a Mendizorrotza”, desvela.

Lógicamente es muy difícil adivinar el qué vendrá, pero ambas son conscientes de dónde vienen y saben que con esfuerzo tanto el Deportivo Alavés como el fútbol femenino seguirán creciendo. El resumen a todo esto es sencillo: quien quiere, puede. A todas esas jóvenes que tengan dudas de si empezar o no este camino hay un mensaje claro: “Que persigan sus sueños, el fútbol femenino está cada vez más arriba y si se ven con una pelota en los pies que luchen por sus sueños”, afirma con contundencia Marta. La cadete Naroa sostiene que “el fútbol necesita chicas y las Gloriosas son el mejor ejemplo de que se pueden lograr los sueños”.

Al final hay muchos ejemplos, pero Marta y Naroa representan a la perfección el alavesismo puro y lo que es el Deportivo Alavés femenino ahora mismo con un gran pasado, un presente bonito y un futuro prometedor.

“El primer equipo es una familia y da igual si ganan o pierden porque aprendes cosas”

“Que jueguen en la élite es una motivación para nosotras y el ejemplo de que los sueños se pueden lograr”

Cadete del Alavés femenino

“Cuando Naroa se me acercó para pedirme un autógrafo, me pareció algo mágico”

“Ahora que hemos logrado el ascenso todo parece bonito, pero detrás hay mucho trabajo y sacrificio”

“Nunca hay que perder la fe para tener ganas de conseguir lo que más deseas”

Delantera del Alavés femenino