HUNGRÍA: Gulacsi; Botka, Orbán, Szalai A.; Lovrencsics, Kleinheisler (Min. 78, Sigér), Nagy (Min. 95, Varga), Schäfer (Min. 65, Négo), Fiola (Min. 88, Varga); Szalai Á. y Sallai (Min. 77, Schön).

PORTUGAL: Rui Patricio; Nelson Semedo, Dias, Pepe, Guerreiro; Danilo, William Carvalho (Min. 81, Sanches), Bruno Fernandes (Min. 89, Moutinho); Cristiano Ronaldo, Jota (Min. 81, André Silva) y Bernardo Silva (Min. 71, Rafa Silva).

Goles: 0-1: Min. 84; Rafael Guerreiro. 0-2: Min. 87; Cristiano Ronaldo, de penalti. 0-3: Min. 92; Cristiano Ronaldo.

Árbitro: Çakir (Turquía). Amonestó a Orbán y a Dias.

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada del grupo F disputado en el Puskas Arena de Budapest ante 67.215 espectadores.

- La Eurocopa regresó en Budapest a la época prepandémica. Después de meses y meses manteniendo la distancia social, evitando las aglomeraciones, todo ello ataviados con la inseparable mascarilla, ver las imágenes de ayer en el Puskas Arena con 67.000 almas en las gradas ilusionan y chocan a la vez. Hungría es el sexto país de la UE con menos incidencia de covid-19 y allí la nueva normalidad permitió el cien por cien del aforo. Es la única sede del torneo que no ha puesto restricciones al respecto. Seguro que fue una delicia para los jugadores, que también volvieron al fútbol de antes. En este escenario, con un público entregado al combinado magiar, transcurrió el primer partido del grupo F, el de la muerte, donde Portugal, el vigente campeón, se tuvo que emplear a fondo para superar al rival teóricamente más débil, ya que Francia y Alemania, a las que se tendrán que medir próximamente los lusos, son palabras mayores. Hasta el minuto 83, el 0-0 parecía cantado, pero Rafael Guerreiro, de rebote, y acto seguido Ronaldo, primero de penalti y luego al remachar una jugada coral, solucionaron el embrollo.

El guion del partido fue claro desde el primer momento. Marco Rossi montó un entramado defensivo, con sus jugadores empleándose al límite de la legalidad, para intentar contener el fútbol ofensivo de Portugal. La defensora del título no tardó en probar a Gulacsi. El portero húngaro respondió con nota a un disparo cruzado de Jota, que con Cristiano Ronaldo libre de marca a su lado, se la jugó. CR7, el primer jugador en participar en cinco Eurocopas, no gesticuló como acostumbra. Seguro que pensó que iba a disponer de más ocasiones. Pero estas se produjeron a cuentagotas.

Poco a poco, los locales, llevados en volandas por sus seguidores, que lo protestaron todo al árbitro turco, se animaron a atacar. Aunque tiraron de fe más que de otra cosa. La volvió a tener Jota, a cinco minutos del descanso. El jugador del Manchester United recibió un buen servicio de Semedo dentro del área y a la media vuelta, de nuevo Gulacsi salvó a Hungría. Acto seguido, Cristiano dispuso de la ocasión más clara hasta el momento. El atacante de la Juventus, en el borde del área pequeña, no se esperó que el balón llegara a su posición y con el guardameta batido, lo mandó desviado.

Conscientes de que un punto en un grupo con Alemania y Francia no era un gran botín, los lusos comenzaron la segunda parte decididos a abrir la lata. Con presión alta y un juego muy directo, los magiares se encerraron descaradamente. Szalai arengaba a las gradas mientras Cristiano y compañía se desesperaban, incapaces de superar el muro magiar. La cenicienta del grupo había salido contestona.

Pero cosas del fútbol, cuando parecía cantado el 0-0 en el marcador, la suerte acompañó al defensor del título. Rafael Guerreiro, de rebote en el minuto 84, y acto seguido Cristiano Ronaldo, de penalti primero, y después al remachar una buena jugada de los lusos, certificaron una goleada engañosa. Por cierto, CR7, con once goles, es el máximo goleador de la historia del torneo.