Julen Egiguren (Azpeitia, 2000) fue el último delantero en debutar con la empresa Aspe. Lo hizo el 24 de junio de 2019 en el frontón Astelena de Eibar. El bautismo de fuego llegó en el tradicional festival de San Juan. Apenas ocho meses después de su estreno, en el trayecto de rodaje que obliga el tránsito del campo aficionado al profesionalismo, la pandemia del coronavirus frenó parte de sus aspiraciones. Aun así, en el exprés Cuatro y Medio de Promoción de 2020 fue de la partida hasta el último choque. Cayó en la final contra Aitor Elordi, uno de los capos de la categoría, por 22-5.

En la presente edición del Manomanista de plata, el guipuzcoano ha tumbado a Jon Alberdi (17-22) y Jon Erasun (21-22) para acceder a la final del próximo sábado en el frontón Labrit de Iruñea. Se encontrará con Peio Etxeberria, el coco. “El favorito es él, pero me da igual. Yo voy a salir pensando en mi juego”, desgrana el delantero guipuzcoano, que explica que “está claro que Peio está a gran nivel y que es el claro favorito. Si hago lo mío, seguro que tendré opciones”. “Peio está en un muy buen momento de juego y mete mucho ritmo. Aguantarle es complicado. Intentaré imponer mi velocidad y tenerle lejos del frontis”, remacha.

Por su parte, Peio Etxeberria (Zenotz, 1998) destaca que “el favoritismo está en los medios, pero luego hay que jugarlo en la cancha”. El delantero navarro explica que “tengo que hacer mi juego: meter ritmo y ya se verá”. La final del Manomanista de Promoción será de nuevo con el frontón a puerta cerrada. “Da pena que una final se juega a puerta vacía. La situación lo requiere así”, sostiene Etxeberria, quien explica que “si hay una txapela por medio, siempre hay ilusión. Ahora tengo que terminar”.

Ambos manistas se han encontrado este miércoles para apartar material en una elección de guante blanco. “Estoy contento en el material elegido por mí. Quizás las suyas son más pesadas y andan más en el suelo, pero son correctas”, describe Egiguren V, mientras que Peio afirma que “es un material adecuado para el Labrit quizás las de él son más ligeras, pero no hay excusas”.