REAL MADRID Laprovittola (10), Causeur (10), Abalde (12), Garuba (14) y Tavares (12) -quinteto inicial Poirier (9), Alocén (-), Carroll (13), Thompkins (6) y Llull (15).
JOVENTUT Bassas (5), Ribas (20), Morgan (15), Parra (5) y Brodziansky (15) -quinteto inicial-, Dimitrijevic (13), Tomic (8), Dawson (2), Parrado (2), Ventura (3), Allen (-) y Birgander (4).
Parciales 18-24, 26-23, 21-25 y 36-20.
Árbitros Fernando Calatrava, Alberto Baena y Alfonso Olivares.
Pabellón WiZink Center.
- El Real Madrid reaccionó a tiempo para doblegar a un gran Joventut de Badalona que, tras tener al líder contra las cuerdas durante casi todo el partido, solo cedió en el último cuarto ante el despertar blanco liderado por Sergio Llull y el acierto desde el triple de un equipo que sumó su decimosexto triunfo liguero (101-92). Después de tres cuartos por debajo en el marcador, en los que no se encontró a gusto sobre la pista, el equipo blanco evitó la que hubiera sido su segunda derrota en la ACB al dominar los últimos diez minutos por un contundente 36-20 que evitó sorpresas en el regreso a la ACB del exbaskonista Vincent Poirier, que dejó una buena impresión en su debut.
Desde el salto inicial, los verdinegros se olvidaron de sus ausencias y de lo castigados físicamente que llegaban al WiZink Center. Jugaron con criterio, tutearon al líder en cada acción y, con su gran acierto desde el perímetro y seis triples en un gran primer cuarto, dominaron el juego y el marcador durante toda la primera mitad, con Pau Ribas y Connor Morgan como hombres más acertados.
Enfrente, solo andaba fino de inicio el argentino Nico Laprovittola, que prolongó su buen momento con sendos triples y un par de asistencias de calidad, hasta que se fue contagiando del juego errático del equipo blanco, que oponía poca resistencia atrás. Walter Tavares, con dos faltas en cinco minutos, adelantó el debut del recién llegado Vincent Poirier, que fue de menos a más en su estreno.
La Penya se llevó el primer acto con solvencia (18-24) y en el inicio del segundo dos acciones consecutivas de 2+1 de Nenad Dimitrijevic subieron por primera vez la renta visitante a diez puntos, ante la desesperación de Pablo Laso, que no lograba activar a los suyos ni encontraba soluciones en el banquillo.
Los tiradores locales no tenían su tarde hasta que saltó a pista Llull y encadenó un par de aciertos exteriores que espolearon a sus compañeros y apretaron el marcador gracias a un parcial de 10-2. El intercambio de golpes se prolongó tras el paso por vestuarios. Vladimir Brodniadsky se echó su equipo a la espalda, y con nueve puntos en el tercer cuarto, obligó a Laso a parar el partido. Dos triples de Garuba y Abalde parecieron activar al líder, que llegó siete abajo a los diez últimos minutos (65-72, min 30). En poco más de un minuto, la diferencia se evaporó. Al tercer triple de Llull le siguieron sendos aciertos bajo aros de Tavares y de un omnipresente Garuba que empató a 72 tras muchos minutos por detrás. Treinta minutos después, el Real Madrid retomó el mando definitivamente gracias a un tiro libre de Tavares, al que siguieron otros dos triples de Llull. Le imitaron poco después desde la misma distancia Jaycee Carroll y el recién llegado Poirier, que subió a ocho la ventaja local. La Penya no se rindió, pero ya no tuvo fuerzas para plantar cara a un rival que piensa ya en el Efes.