- Noemí de Miguel será la protagonista de una charla titulada A la carrera en Hitzak, el ciclo de conferencias divulgativas organizado por la Fundación Vital. La popular periodista, nacida en Calahorra y de 41 años, disertará sobre su amplia trayectoria profesional, la cual tuvo un "drástico cambio cuando pasó de cubrir fútbol a Fórmula 1" y que ella misma describe como "del confort a la inquietud de lo nuevo". La entrada será gratuita para aquellos interesados.

¿En qué va a consistir la conferencia de hoy en Vitoria?

-Quiero que salgan todos corriendo. Corriendo o haciendo yoga, pilates, senderismo y cualquier versión de mover el culo. Soy un gran ejemplo de profesional con mil excusas para el "no tengo tiempo para hacer deporte". Y, sin embargo, corrí mi primer maratón en 2019 y lo preparé en circuitos por todo el mundo pasando entorno a 250 días fuera de casa y jornadas maratonianas de trabajo. Fue en Ciudad del Cabo, porque era la que encontré entre el Gran Premio de Monza y Singapur al finalizar la preparación. Y tenía un especial significado para mí al haberme enamorado de esa ciudad cuando estuve como corresponsal en el Mundial 2010. Así que la conferencia va de inconformismo, porque cambié la comodidad del fútbol por el circo de la Fórmula 1. De adaptación y autoconocimiento. De entrenamiento de la voluntad. Y de cómo convertir la rueda del hamster en la rueda de la fortuna. Espero que haya contado tanto y tan poco como para que la gente se acerque a verla a la Fundación Vital Fundazioa.

¿Cómo se define a sí misma Noemí de Miguel?

-Me gusta pensar que soy contadora de historias y traductora. Como periodista, una de mis pasiones es contar las historias de los deportistas, equipos o cualquiera que pase por allí. En el caso de los pilotos, como antes me sucedía con los futbolistas, es relevante para mí hacer que todos esos miles de aficionados que les animan y admiran les conozcan y sientan cerca. Tengo la fortuna de ser yo, también aficionada al deporte, quien está en esa situación de privilegio. Y por eso no me olvido de lo que se siente desde el otro lado de la tele y lo importante que es pensar que conoces y sientes familiaridad con tus ídolos. Y es que son humanos, personas como nosotros a los que también les gusta mostrarse así.

¿Y lo de traductora?

-Es por el deporte que me toca. Hay muchos expertos aficionados que tienen un conocimiento prolijo de la parte técnica de la F1, pero mi empeño es que llegue al máximo de espectadores. Y más ahora con Carlos Sainz y Fernando Alonso. Es el momento de que en España la afición regrese con fuerza y no puedo consentir que alguien se desenganche o pierda interés porque no lo entiende. Ya me preocuparé de preguntar para poder explicar, simplificar y hacer comprensible a la gente en su casa, por ejemplo, la ventaja del trabajo de los neumáticos. Y que eso suponga que mientras la gente ve la carrera en casa el domingo mientras come digan: "Anda, qué curioso". Eso motiva y se quedan; si no lo entienden, desconectan.

Lo que mucha gente quizá no sepa de usted es que es cercana a Vitoria y ha trabajado en la capital alavesa, ¿verdad?

-Soy riojana de pura cepa. Privilegiada por haber vivido esta ciudad un verano, fiestas de la Virgen Blanca incluidas. Hice mis practicas de fin de carrera en RNE en Vitoria. Es una ciudad bonita, rica culturalmente, deportivamente, con zonas verdes por todos lados, su gastronomía... Tiene un gran nivel de vida.

Tendrá vivencias como para escribir un libro. ¿Qué balance hace del cambio tan brusco en su vida como periodista deportivo y, sobre todo, de estos dos últimos años siguiendo un deporte tan sacrificado como la Fórmula 1?

-Positivo. Lo elegí, así que asumo las dificultades que conlleva, pero cumple con mi manera de ser. Soy inquieta, necesito sentir que aprendo y crezco cada día. Si no, me pasa como a los niños, que me enfurruño. Viví el Mundial en Sudáfrica en primera persona gritando el gol de Iniesta en la grada del SoccerCity, he entrevistado a Pelé, Totti o Messi y tengo amigos que ahora son el presidente del Olympique de Marsella, el director deportivo del Athletic, el futuro entrenador del FC Barcelona€ Y ahora también puedo contar mis charlas con Niki Lauda; cuando Lewis Hamilton trató de enseñarme a hacer MuaiThai; el hasta luego y regreso de Alonso; o lo que es subir al podio por primera vez con Carlos Sainz.

Dejó el fútbol para dedicarse en cuerpo y alma a un deporte que le obliga a estar muchísimos días fuera de casa. ¿Ha merecido la pena tanto viaje y tantos vuelos?

-Un sí rotundo. He viajado por todo el mundo buscando el truco para teletransportarme. Me rompen y/o desaparecen una o dos maletas al año. Tengo un ranking claro de compañías aéreas. Pero me ha dado momentos muy bonitos y personas que siempre van a estar en mi vida. Porque somos como un pueblo nómada y acabamos creando vínculos firmes. Y no creáis que a mis padres les veía más antes porque también estaba en la redacción y el plató muchísimas horas. Ellos dicen que ya ven en la tele que estoy bien.

¿Cómo son Fernando Alonso, Carlos Sainz o Lewis Hamilton en las distancias cortas? ¿Tan divos como algunos futbolistas o, por el contrario, deportistas más accesibles?

-Tuve un trato muy cercano con el fútbol y los futbolistas. Y en Fórmula 1 no pondría ese calificativo a ninguno de los pilotos. Y hay un dato que podría servirles de excusa: sólo 20 personas en el mundo pueden llamarse piloto oficial del Mundial de F1. Con Carlos y toda su familia tengo un trato cercano. Su primo Caco, su padre cuando viene, su madre, Isa -su novia- y su tío Juanjo. Fernando es un genio dentro y fuera del coche. Y Lewis muy fiel a sus convicciones, además de interesante cuando hemos hablado de surf, viajar, música, moda€

Mercedes y Hamilton están dominando con puño de hierro el 'Gran Circo' en los últimos años. ¿Se ha convertido la Fórmula 1 en un deporte anodino y algo previsible?

-Es fácil hacer esa lectura mirando la clasificación final, sin más. Pero no estoy de acuerdo y creo que tiene muchos alicientes. Si hablamos de televisión, puedes comprobar las audiencias, por encima de cualquier otra disciplina del motorsport y muchos otros deportes. Me he divertido, aunque algunas carreras fuesen un rollo. Porque de esas siempre ha habido en este deporte. Y este año, ¿la victoria de Hamilton en Baréin habla de previsibilidad? Yo estoy deseando ir a Imola, ver la realidad de Ferrari con Carlos, el acecho de Verstappen y Checo, Alonso siempre da espectáculo€ Estoy convencida de que muchos están conmigo.

¿Recuerda cómo fue su primer día en el 'paddock'?

-Sí, nos saltamos los test de Barcelona en los que aún estaba en una especie de limbo. Sí, recuerdo el primer día en Melbourne en 2016. Creo que aún buscaba porterías y el jet lag me nublaba la vista incluso. Había estado estudiando meses y reunida con otros periodistas y compañeros a los que les preguntaba como si fuesen profesores. Apreté los puños y me mentalicé para hacer la transición lo más rápida posible. Podemos decir que soy muy del norte y si alguien o algo me trata de poner en dificultades se daría cuenta. Y en el paddock se me recibió muy bien.

¿Qué hay detrás de un Gran Premio en cuanto a su trabajo? ¿Cuánto tiempo invierte en preparar una carrera?

-Empieza en casa o incluso en el Gran Premio anterior con las ideas que propongo para grabaciones y entrevistas. Estar al día de la actualidad es un fijo, lógicamente. Lo maduro con el equipo de Madrid y circuito y arrancamos. Yo llevo las relaciones con los equipos. Los martes o miércoles son de viaje: maleta, vuelo y coche de alquiler hasta destino. Jueves de organización de la carrera en circuito y las entrevistas. Son las jornadas más intensas porque de ahí salen los videos de las previas de la clasificación y carrera. Viernes largos de libres con directos en la programación de DAZN y tratar de enterarte de dónde está cada equipo, cosa que tratan siempre de esconder. Y hago conexiones con los informativos. Tres al menos entre #Vamos y #AhoraVamos que, en realidad, hay el jueves, viernes y se convierten en #VamosEnJuego para sábado y domingo. El sábado sigue con la previa de Libres 3 y la clasificación. Diría que el día más sencillo es el domingo donde ya has hecho las entrevistas y has estado preguntando la información necesaria tras la clasificación. Son dos horas de previa de carrera que me encantan. Adoro el directo. Preguntas a todos y cada uno de los pilotos al terminar en el corralito, con las conexiones antes mencionadas y alguna grabación para el lunes cerramos circuito. Es intenso porque, en realidad, no tiene horario algo en lo que pueden pasar cosas en cualquier momento y en lo que te encargas de la relación con los equipos. Pero esa parte me gusta. Encargarme de vestuario, maquillaje y peluquería cada mañana me gusta un poco menos, ¿quién me lo iba a decir?

Ha insinuado alguna vez que en la Fórmula 1 les han puesto barreras a las mujeres. ¿Hay machismo en este mundo?

-No reconozco esa expresión. La realidad es que cada vez más mujeres trabajan en F1. Es un deporte que ha llevado una evolución en este sentido lenta, como hemos visto en muchos otros ámbitos profesionales y personales en todo el mundo. Y que afortunadamente ha puesto empeño en acelerarlo en las últimas temporadas con competiciones como las Women Series o Girls on Track Rising Stars, tanto a nivel de F1 como a nivel de la Federación Internacional de Automovilismo. Los frutos tienen que ir llegando. Ahora es momento de seguir empujando en ese sentido y acelerar el proceso. Somos cada vez más periodistas en medios y en los equipos, mecánicas, ingenieras...

¿Se siente orgullosa de haber roto prejuicios en estos últimos años?

-Tienes que estar muy convencida para hacer oídos sordos a los "no", "no puedes" o "no es para ti". Pero es que no entendía otra manera de vivir que siendo periodista deportiva. Era el único camino después de que en mi casa me hiciesen olvidar de ser jugadora de baloncesto, porque, "de eso no te vas a ganar la vida", decían mis padres. Y llevaban razón lamentablemente, pero no es justo. En ese sentido, hace dos años nació University Soccer. Es la agencia que tengo con algunos socios con este mismo sentir. Un agencia de becas en universidades en Estados Unidos para no tener que llegar a ese punto en el que elegir estudias o pruebas en el deporte. Es cruel incluso. Y es posible poder seguir haciéndolo en un sistema como el americano creado en torno a ambos desarrollos: académico y personal. Y mucho más económico de lo que podías imaginar, menos incluso que cuando tienes que pagar matrícula, alojamiento y manutención fuera de tu casa por parte de quienes no teníamos una universidad al lado. En realidad, es para chicos y chicas porque no quiero hacer distinciones, como a mi me pasó. Pero en el fútbol femenino significa estudiar mientras das pasos a las puertas de una de las ligas más potentes y con más tradición del mundo, la americana. Es una inversión y tras estudiar una carrera, aprender un idioma y vivir esa experiencia puedes volver a España e incluso elegir quedarte u otras ligas que te abren la puerta. Te cambia la vida, porque tendrás el fútbol y una profesión para un futuro. Te pone en situación de elegir qué quieres hacer con tu vida y eso, hoy en día, es un bien muy preciado. Me siento muy orgullosa de este proyecto y el feedback que estamos obteniendo. Lo hacemos de manera muy personalizada y con un servicio exclusivo de nutrición, preparación física y psicología por parte de profesionales de La Liga. Creo que transmito lo mucho que significa para mi University Soccer.

¿Anima a más mujeres a seguir sus pasos en el futuro?

-Por su puesto que animo a las mujeres no a seguir mis pasos, sino a dar los suyos en el camino que elijan. No va a ser sencillo, pero es más llevadero si es el que has elegido y en el que crees. Y animo a todos quienes lean esta entrevista a reflexionar un poco sobre cómo se hacen las cosas en sus casas. La educación desde que nacemos es la clave. Entiendo la preocupación de los padres tratando de hacer la vida más sencilla a sus hijos e hijas, pero tienen que ser ellos quienes descubran qué les gusta, qué quieren ser. Porque no hay profesiones de chicos o de chicas, solo profesiones. Y muchas niñas seguro que no se acercaron a la F1 o han optado por el motor porque les decían que los cochecitos o el karting no era para ellas.

"Soy una persona inquieta, necesito sentir que aprendo y crezco cada día; en caso contrario, me pasa como a los niños, que me enfurruño"

"No comparto que la Fórmula 1 se haya convertido en un deporte anodino; tiene muchos alicientes y se comprueba con las audiencias"

"Cada vez más mujeres trabajan en este mundo, ahora es momento de seguir empujando en este sentido y acelerar el proceso"