URGATZI Iker Erdozain, Calvoecheaga, Arizaleta, Josu Saez, Aitor Lucas (Pinilla, 86’), Endika Saez, Iker Urquiza, Xabier Armentia, Iban De la Presa (Iker, 54’), Aitor Barroso (Extramiana, 63’), Mikel Maiz

SOMORROSTRO Ander Artabe, Carlos Cubero, Ángel Gandara, Jorge Delgado, Adrián Celador, Xabier Cortezón, Aitor Vellisca, Matias Lizarazu (Asier Núñez, 78’), Ander Alday, Pablo Coscolin (Iñaki Bilbao, 45’), Iñaki Axpe

Gol: 1-0, Aitor Barroso (22’).

Árbitro: Carte. Tarjetas amarillas a los locales Urquiza, Armentia, Lucas y a los visitantes Cubero y Gandara.

Campo: Olabide.

- Aunque tarde y ya irrelevante, el Urgatzi logró su tercera victoria de la temporada que apenas le sirve sólo como consuelo moral, ya que el equipo vitoriano sigue como colista. Fue noticia también que el Urgatzi dejara su portería a cero acostumbrado a recibir goles cuando no goleadas en todos los partidos. De hecho, el de ayer ante el Smorrostro fue el segundo partido en el que el equipo vitoriano dejó su portería a cero, la primera vez fue el pasado 24 de octubre, en la segunda jornada de Liga, cuando se impuso al Beasain y también lo hizo por la mínima (1-0).

El equipo de Ander Marquinez demostró que, pese a su irreversible situación en la tabla clasificatoria, no se ha desconectado de la Liga y no ha bajado los brazos. Así lo demostró ante un Somorrostro que también en la parte baja de la clasificación ofreció una pobre imagen y no dio motivos para la esperanza.

Fue un partido donde los dos equipos parecieron tenerse mucho respeto, sin asumir demasiados riesgos y jugando con bastantes precauciones, pero a diferencia del Somorrostro, el Urgatzi tomó más responsabilidades en el campo a la hora de tener la posesión y de tejer jugadas de ataque, todo eso sin descuidar los conceptos defensivos para evitar que el Somorrostro encontrara facilidades para llegar al marco de Iker. El equipo de Ander Marquinez se fue haciendo fuerte y superando líneas hasta que Aitor Barroso culminó una jugada en el ecuador del primer período para poner por delante a su equipo.

El gol afianzó a los vitorianos, que juntaron líneas y cerraron espacios para que el Somorrostro se estrellara ante el muro que había por delante de Erdozain.

Funcionó el sistema y el equipo bilbaino apenas pudo generar ocasiones de gol, aunque quedaba mucho por delante y el Urgatzi buscaba la manera de hacer el segundo tanto que le diera más tranquilidad, pero ni uno ni otro equipo lograron su propósito y el marcador ya no se movería.