- En abril o en noviembre, el Augusta National no perdona y ayer le puso casi imposible a Jon Rahm conquistar su primera chaqueta verde después de que la ilusión se disparara. Acabó el día al par del campo tras una vuelta irregular que le habría dado opciones, pero en su camino apareció Dustin Johnson que con la mejor vuelta de la jornada del movimiento va decidido a por su primer Masters tras cuatro Top 10 consecutivos. La esperanza para todos es que el estadounidense no ha ganado ninguno de los cuatro majors en los que llegó líder al domingo.

Saliendo como colíder tras completar por la mañana la segunda jornada, empatado con Dustin Johnson, Justin Thomas, Abraham Ancer y Cameron Smith, el de Barrika se encontró de nuevo compartiendo partido con el número 1 del mundo, que empezó la tercera vuelta como un cañón con cuatro bajo par en los cuatro primeros hoyos. Ya se sabe que cuando Johnson va fino marca un ritmo altísimo y Rahm apenas pudo contestar con un birdie en el hoyo 3. La vuelta del vizcaino avanzaba sin demasiado brillo, aunque el primer puesto se alejó un poco más con otro birdie de Johnson en el 7.

Sin embargo, todo se estropeó en el hoyo 8, un par 5 que condenó a Jon Rahm por culpa de dos malos golpes, los peores del torneo. En el segundo la bola acabó entre dos árboles, donde había una ventana para devolver la bola a la calle. Pero el impacto rebotó en uno de los troncos y la bola fue a parar a la maleza, injugable, lo que suponía un golpe de penalidad. La consecuencia final de ese pequeño desastre fue un doble-bogey con el que se fueron muchas de las opciones de atrapar la chaqueta verde.

Y es que Dustin Johnson, impertérrito como siempre, seguía a lo suyo, infalible, sin hacer prisioneros entre los que trataban de darle alcance. Probablemente, los responsables del Augusta National ya estarán encargando las medidas para investir mañana al de South Carolina, que con otro birdie en el par 5 del 13 colocó el -15 y cuatro golpes de distancia sobre el segundo. Rahm trataba de reconducir su vuelta para acercarse al menos al Top 3, pero en ese mismo hoyo libró el agua por medio metro y solo pudo hacer el par donde en las dos primeras jornadas había restado dos golpes.

Sin embargo, el barrikoztarra nunca se rinde y, pese a que perdió varias calles desde el tee, con un buen birdie en el 14 equilibró su cuenta del día para recuperar alguna esperanza, a la espera de que el líder desvelara su condición humana. Otro birdie en el 15, tras salvar también el agua por poco, elevó las expectativas al volver al doble dígito, aunque Johnson contestó de la misma manera ya que sabe que dar oxígeno al de Barrika puede ser peligroso. En el 16, Rahm perdió una buena oportunidad de restar otro golpe al fallar un putt de poco más de dos metros y cerró con un bogey doloroso después de mandar su segundo golpe fuera de green.

En todo caso, la lucha continuará hoy y, aunque la chaqueta verde está lejos, el golfista vizcaino está donde se le esperaba, dentro de un Top 7 que cuenta con los tres mejores del mundo y algún invitado inesperado que se ha ganado el sitio con mucho mérito. El problema para todos es que Dustin Johnson, al que ni siquiera ha afectado haber pasado el covid-19 hace poco, marcha en fuga con una buena distancia.

Otros ilustres están ya fuera de la pelea por el Masters. Tiger Woods no repetirá título ya que saldrá a once golpes del líder. Más alejado está Bryson DeChambeau, al que le ha podido la presión y no ha sabido canalizar su potencia y está en el vigésimo noveno puesto después de tres jornadas. Con todo, la actuación destacada de esta edición es la de Bernhard Langer, que con 63 años se convirtió en el jugador de más edad en pasar el corte en toda la historia en Augusta. Movistar Golf dejó un dato abrumador sobre el alemán: en su carrera ha compartido torneo con el estadounidense Gene Sarazen, nacido en 1902, y con el argentino Abel Gallegos, nacido en 2002.

Tercera jornada