l Liverpool, más allá de los resultados, ha encontrado un nuevo motivo para sonreír en la recta inicial de una temporada en la que un futbolista se ha encargado de brillar con luz propia para satisfacción del singular Jurgen Klopp. El técnico alemán, al frente de un equipo de autor que cuenta con jugadores de primera talla mundial, ha visto cómo un chico destinado a ejercer un papel secundario en la plantilla tiraba la puerta abajo sin previo aviso para erigirse en el nuevo ídolo del conjunto red. Se trata del portugués Diogo Jota (Oporto, 1996), un talento descomunal que ha alterado por completo el orden establecido en el seno del cuadro inglés. El famoso y lujoso tridente formado por Mané, Salah y Firmino, sin ir más lejos, ha dejado de ser tal para dar forma a un mágico cuarteto que posó de inicio ayer en la visita al Manchester City.
Lo hizo, con Jota como nuevo socio en calidad de invitado de honor, para dar vuelo y continuidad en las alineaciones a un futbolista con mayúsculas que aterrizó en Anfield en septiembre previo desembolso de 44,7 millones de euros por parte del Liverpool, que apostó fuerte por un jugador que venía de marcar 16 goles en los 67 partidos disputados con el Wolverhampton en las tres últimas temporadas, dos de ellas en la máxima categoría. "Es mucho mejor de lo que pensaba que sería", ha llegado a reconocer el propio Klopp al ser cuestionado por la sorprendente puesta en escena de Jota, autor de ocho goles en once partidos con el Liverpool, seis de ellos afrontados como suplente, para más inri.
La pasada semana, en Champions League, el luso dio una auténtica exhibición en Italia al firmar un hat-trick en la visita al Atalanta, que nada pudo hacer por contener el huracán red. El 0-5 con el que tocó a su fin la cita, con Jota como indiscutible protagonista para ser nombrado mejor jugador de la tercera jornada de la principal competición continental a nivel de clubes, no hizo sino poner de manifiesto el poderío ofensivo de un Liverpool que celebra la adquisición de Jota mientras cocina a fuego lento un nuevo dibujo con sus cuatro estiletes como titulares. El nuevo escenario abierto, no en vano, resultaba difícil de imaginar y prever antes del arranque del curso, pero la explosión futbolística del portugués ha puesto patas arriba cualquier previsión.
El nuevo portador del dorsal 20 del Liverpool, relacionado con el gol en los cuatro compromisos previos al choque de ayer contra el Manchester City, disputado de tú a tú y con reparto de puntos, es un producto formado en el Paços de Ferreira y con pasado en LaLiga. Fue en el Atlético de Madrid, club al que se incorporó en julio de 2016, pero donde no convenció a Diego Pablo Simeone, quien ordenó su cesión al Oporto apenas mes y medio después de la llegada del luso a Madrid. Un año después, en 2017, sin haber debutado en partido oficial como colchonero, fue enviado a préstamo al Wolverhampton, que acabó por hacerse con el jugador en propiedad en 2018 tras abonar 18 millones de euros al Atlético.
Fue creciendo en silencio y alejado de los focos mediáticos del presente un reservado Jota, que debutó con gol como jugador red ante el Arsenal y que no ha dejado de crecer desde entonces. Convertido en el quinto jugador en la historia del Liverpool en lograr un hat-trick en Champions tras Owen, Benayoun, Coutinho y Mané, el futuro se presenta a sus pies y en manos de un valiente Klopp, a quien no le ha temblado el pulso a la hora de tomar decisiones. Jota, de hecho, forma parte ya de un cotizado cuarteto ofensivo que buscará revalidar el título de la Premier League y volver a reinar en Europa.
El Leicester, nuevo líder. El partido más destacado de la octava jornada en la Premier League entre el Manchester City y el Liverpool finalizó en tablas. El 1-1 que reflejó el luminoso al término de los noventa minutos no dejó satisfecho a unos ni a otros, toda vez que los pupilos de Pep Guardiola no pudieron pasar del empate actuando como locales y los hombres de Jurgen Klopp perdieron el liderato. El Leicester, que se impuso ayer por la mínima al Wolverhampton con gol de su delantero Vardy, ocupa ahora el primer puesto en una clasificación en la que el Liverpool cae a la tercera plaza, mientras que el City es undécimo. El encuentro entre los dos grandes favoritos al título, que fueron de más a menos durante la contienda, se resolvió así con un frío reparto de puntos tras el gol inicial firmado por Salah de penalti para los de Klopp y la posterior respuesta de Gabriel Jesús. De Bruyne, que falló una pena máxima en el minuto 42, pudo dar la vuelta al marcador y los tres puntos al City, pero no acertó desde los once metros y el 1-1 se mantuvo hasta el pitido final de una cita en la que ambos equipos mostraron sus fortalezas, pero sin poder doblegar al adversario. En un encuentro disputado de poder a poder, los dos equipos fueron capaces de contrarrestar al otro para, al menos, sortear la derrota.