o tenía una bola de cristal cuando decidí correr para este equipo”. Con estas palabras, Lewis Hamilton trata de dar valor a su intuición.

Mercedes nació como equipo oficial de la Fórmula 1 en 2010; porque entre 1954 y 1955 compitió, pero lo hizo como Daimler-Benz y selló el título esos dos años con las manos de Juan Manuel Fangio. Para el estreno en el Gran Circo, la marca alemana reclutó a su compatriota Michael Schumacher, que regresó a la competición tras retirarse en 2006. En la campaña del debut de la escudería, el mejor resultado fue una cuarta posición, al igual que en el segundo año de existencia. Ambos resultados los protagonizó El Kaiser, que en 2012, su último curso en activó, llegó a pisar el podio en una ocasión, sin embargo el mejor resultado fue una victoria que llevó la firma de Nico Rosberg. En tres temporadas el equipo creció, pero permanecía alejado de las aspiraciones al título.

Para 2013 se buscaron nuevos estímulos. Hamilton, proclamado campeón por única vez en 2008, reemplazó a Schumacher. En la dirección, Toto Wolff se convirtió en director ejecutivo y Niki Lauda sustituyó a Norbert Haug como técnico y asesor. Además, Lauda y Wolff apostaron por el proyecto convirtiéndose en accionistas. Ellos también gozaron de intuición.

Hamilton pasó a ser el heredero del asiento dejado por Schumacher. Paradojas del destino. El hombre de los récords dejó el volante al piloto que batiría todos sus registros en ese mismo equipo. Aunque aún habría que esperar. El británico, en su primer año, firmó una sola victoria, a diferencia de Rosberg, que logró dos. En el Mundial de Pilotos, el más destacado fue Hamilton, con la cuarta posición final.

Con la llegada de la Era Híbrida, en 2014, Mercedes asistió a la transformación en gigante. En su quinto año de existencia, la fábrica alemana comenzó a ser una apisonadora. Desde entonces no ha dejado escapar un solo título, ni de pilotos ni de constructores. Ayer consumó el séptimo entorchado como fabricante y este 2020 tiene asegurado el de pilotos, porque solo sus dos actores gozan ya de opciones matemáticas.

En solo once temporadas, Mercedes se ha convertido en el cuarto constructor con más títulos de los 70 años de historia de la Fórmula 1. En el Gran Premio de Emilia Romagna igualó a Lotus (7), y solo Ferrari (16), Williams (9) y McLaren (8) son marcas más laureadas. Si bien, Mercedes encadenó ayer siete mundiales, lo que nunca se había conseguido. Hasta la fecha, la escudería alemana vivía empatada con los seis de Ferrari (1999-2004). A la par de estos éxitos ha crecido Lewis Hamilton, a quien solo le falta firmar su séptimo título para encabezar todos los grandes récords individuales. En este caso, el británico quedaría igualado con Schumacher. Pero por delante aparece un 2021 en el que se antoja complicado que nadie pueda debatir con Mercedes, que contempla la próxima temporada como, quizá, la última oportunidad de seguir ejerciendo su jerarquía, ya que en 2022 llegarán cambios en el reglamento técnico que podrán enterrar el monopolio al que se asiste en la Era Híbrida, que quedará marcada como la época del vertiginoso éxito de Mercedes.