- Garbiñe Muguruza logró salir indemne de nuevo de la primera ronda de Roland Garros, en la que no ha perdido nunca, tras un duelo caótico y agónico ante la eslovena Tamara Zidansek que se extendió durante tres horas (7-5, 4-6 y 8-6) y disputado en condiciones duras de frío que obligó a las jugadoras a abrigarse y a cuidarse de no quedarse heladas en las pausas. La de Caracas estuvo muy cerca de hacerse el harakiri ya que acumuló 64 errores no forzados ante una rival correosa, rápida y habilidosa que metió a Muguruza en uno de esos carruseles en los que todo depende de ella, lo bueno y lo malo. Quería mandar, pero en demasiadas ocasiones con precipitación y prisas.
Después de ceder su primer servicio en un juego que duró casi quince minutos y verse con un 3-0 adverso, la vasco-venezolana enlazó sus mejores pasajes del partido. Su agresividad surtía efecto porque la combinaba con acierto en el saque en momentos críticos. Aún así, tuvo que sacar dos veces para anotarse el primer set mientras Zidansek crecía y empezaba a torturar con sus dejadas a Muguruza, a la que se le apagaba la luz cuando se acercaba a la red de forma descontrolada. Apenas se anotó una de cada tres subidas y dejó muchos huecos a la eslovena, que siguió firme en la línea de fondo y fue sumando ganadores hasta superar también en ese apartado a su rival.
El segundo set cayó de su lado y se puso 3-0 en el tercero, pero en ese momento a la balcánica le entró algo de miedo y Garbiñe Muguruza usó su experiencia y, pese a todo, una buena actitud para rescatar un partido que se le iba en esa alternancia de errores y aciertos. Siguió tomando riesgos y al final encontró la recompensa en unos tres últimos juegos de alto nivel que le salvaron de llevarse un serio disgusto. Tuvo mérito ganar con esos datos que acumuló en una tarde de perros.
"Las primeras rondas nunca son fáciles y este se ha decidido por pequeños detalles. Ella ha empezado a jugar muy bien a partir del segundo set y yo solo quería mantenerme positiva a la espera de que llegara mi oportunidad. Cuando ha aparecido me he dicho que había que ir a por ella", explicó Muguruza tras un triunfo sufrido que ratifica que "las cosas están muy igualadas y todas las jugadoras queremos ganar". Además, se refirió a lo que se ha encontrado en París: "No son condiciones fáciles para jugar. No son solo las nuevas pelotas. Es la pista, la temperatura.... ahora se juega con luces. Es un Roland Garros muy diferente". Ahora a Garbiñe Muguruza le espera en la segunda ronda Kristyna Pliskova, la hermana gemela y zurda de Karolina.
No tuvieron la misma suerte tres cabezas de serie importantes como Angelique Kerber, Madison Keys o Marketa Vondrousova, finalista el año pasado, que tuvieron que hacer las maletas a la primera. En cambio, lograron sólidas victorias Petra Kvitova, Elina Svitolina y Serena Williams.