- La gerencia del Barça sacó de la plantilla a los descartes de Roland Koeman (Arturo Vidal, Luis Suárez y Rakitic) casi regalándolos, más que nada por la magnitud de sus fichas, y sin embargo un jugador gris, que transcurrió sin pena ni gloria los tres años de azulgrana ha procurado el alegrón del año. El Barcelona hizo oficial ayer el traspaso de Nélson Semedo al Wolverhampton Wanderers inglés, a cambio de 30 millones de euros y 10 más en variables bastante asequibles, lo cual ha supuesto un balón de oxígeno para la tesorería del club catalán, congestionada por el excesivo peso de su masa salarial y los 320 millones, según sus cálculos, que ha dejado de ingresar a causa de la pandemia.
Hace tres años, el Barça pagó al Benfica por el lateral luso 30 millones, más otros cinco de variables que no se han cumplido. De momento, el club azulgrana busca un repuesto a Semedo en el lateral diestro del Ajax Sergiño Dest, por quien ha realizado una oferta de 20 millones más cinco en variables. Dest, de padre estadounidense y madre neerlandesa, tiene 19 años, es internacional con EE.UU. y sobre todo es una apuesta de futuro.
Jorge Mendes, agente del jugador y propietario del 20% de los Wolves ha sido fundamental en la operación. El equipo inglés, entrenado por Nuno Espíritu Santo, tiene ahora hasta siete futbolistas portugueses, circunstancia que ayudará a la rápida integración del ya exjugador blaugrana.
Mientras tanto Luis Suárez realizó ayer su último entrenamiento en San Juan Despí, a la espera de que se oficialice su marcha al Atlético.
Se espera que el Barça ingresará unos 5 millones en variables, pero esta temporada, la última del uruguayo de azulgrana, la entidad catalana deberá pagar parte de su ficha, que sube a los 15 millones netos de euros. 9 cobraba Rakitic, que pudo fichar por el Sevilla por 1,5 millones, más nueve en variables. La misma cantidad percibía Arturo Vidal, a quien el Barça dejó marchar gratis al Inter y espera recaudar un millón en variables.
Perdida en el tiempo aparece la operación Arthur Melo. El Barça se lo vendió a la Juventus por 72 millones y a su vez adquirió de los juventinos a Pjanic por 60, y ambos pudieron maquillar las cuentas en un año atípico. El lastre que ha soltado el Barcelona alcanza los 61,5 millones, que puede subir a 87 si se cumplen las variables.
Está por ver si el club azulgrana ficha a un delantero (Lautaro, del Inter, casi descartado, o Memphis Depay, del Lyon) para cubrir la baja de Luis Suárez. Y si no lo hace, pólvora le sobra: Messi, Griezmann, Dembélé, Coutinho, Braithwaite, Trincao o Ansu Fati, que desde ayer es ya es oficialmente jugador del primer equipo.